jueves, 18 de junio de 2020

Capítulo 19 Robbie Archer pt 1

Hola chicas, aquí London, sé que hemos estado muy desaparecidas de pero Konoha y yo hemos pensado en publicar dos veces a la semana, ella el lunes y yo el jueves, trataremos si fallamos perdón, trataré de estar actualizándoles los jueves Los Archer, sé qué me han pedido mucho de Sasuke y de Itachi pero… la verdad es que no sé qué escribir si tienen alguna sugerencia es súper bienvenida, muchas gracias por seguir aquí, les deseo todo lo bueno en esta situación tan complicada para todos, que su familia este con bien, y que se cuiden mucho.

London






                                              Capítulo 19 Robbie Archer pt 1

Henry Archer


-¡HENRY ARCHEEEEER!-Estaba nadando en el lago bastante campante cuando escuché el grito de mi madre furiosa.

Mi primo Robbie y yo nos miramos con miedo, mi madre nos había descubierto para nuestra sorpresa, tal vez nuestro plan de pre adolescentes de doce años no había sido tan bueno como habíamos pensado, pero se había intentado y dentro de todo nos habíamos estado divirtiendo.
Los dos nos miramos como condenados y empezamos a nadar a la orilla donde mi madre furiosa nos estaba esperando.
¿Qué había pasado?
Estábamos en la casa del lago, así que mis tíos, mi primo más pequeño y mi padre habían ido a hacer el súper.
Mamá se había quedado por Easton y Reed, tenían un resfriado horrible, yo también pero ya estaba casi perfectamente bien, solo estaba terminando mi tratamiento asqueroso que había dictaminado el doctor, así que mi madre se había quedado a cuidarnos a todos, a mis hermanos, a mí y a Robbie, mi primo el hijo más grande de mis tíos, su madre era la hermana mayor de mi padre, Robbie y yo nos aburríamos como ostras en la casa cuando le dijimos a mi madre que si podíamos ir lago, como ella siempre ha sido una exagerada dijo:

-No pueden ir solos al lago, aparte sigues enfermo Henry, y no es buena idea. -Dijo ella mientras leía en la sala, mis hermanos se acaban de dormir después de estar lloriqueando toda la noche así que por fin teníamos un poco de paz.
-Ya ni siquiera estoy enfermo, mamá-Me quejé.-Y quiero nadar.
-Sí, tía aparte estamos aburridísimos, y no hay nada que hacer.
-No, chicos. No puedo dejar a Reed y a East solos, y ustedes tampoco van a ir solos al lago, esperen a que llegue tus papás e Ian, y que los lleven.
-Pero mamá ¿por qué no?
-Porque no es seguro que vayan solos.
-Pero...
-Ya te dije, Henry.-Finalizó el asunto.

Yo me senté enojado en el sillón de enfrente y voltee los ojos de mal humor.

-Aunque hagas caras y espavientos, nos vas a ir y mejor deja de estar de mal educado.-Me advirtió.

Yo no contesté porque estaba muy enfurruñado con mi madre, tenía doce años que tontería que no me dejara ir con Robbie que también tenía doce años ya al lago, como si no supiéramos nadar perfectamente, ya nos éramos niños estúpidos, mi madre se concentró en su libro entonces Robbie Soltó:

-¿Entonces podemos ir a jugar videojuegos a la otra casa?-Preguntó Robbie, la otra casa era la de mis tíos.-Digo... aquí no podemos.
La casa de mis tíos prácticamente estaba al lado de la nuestra pero los grandes jardines hacían que fuera mucha la distancia.

-Bueno... pero me llaman cuando estén ahí, del teléfono fijo.-Nos dijo.
-Si tía.-Respondió Robbie.-Vamos.

Yo aún estaba bastante enfurruñado porque yo no quería ir a la casa del lago a jugar videojuegos yo quería salir y divertirme con Robbie, para eso podíamos jugar en nuestras casas de California, ahí era para salir pero aun así no me iba a poner en mi plan de odioso porque si no mi madre me iba a regañar y tampoco quería que me castigara, así que seguí a Robbie hasta su casa, llamamos a mamá y luego Robbie me convenció de que fuéramos al lago, tal vez fue al revés o a lo mejor fue idea de los dos, pero nosotros nos fuimos al lago sin pensar que mi madre era demasiado paranoica como para no darse cuenta.

El lago estaba a unos quince minutos caminando de las casas, así que para cuando nos descubrió mamá habían pasado una hora, ya sé, ni siquiera lo habíamos disfrutado tanto.

Cuando llegué a la orilla del lago mi mamá no se esperó un segundo, me tomó del brazo y me soltó la primera tanda de nalgadas del día.

-¡AUUUUU!-Solté adolorido, lo único que traía puesto era mi traje de baño y en ese momento se pegaba a mi piel por lo mojado así que me ardió mucho más que cualquier nalgada cualquiera. -Mamá nooo...-Sin contar que me da daba mucha vergüenza frente a Robbie, a pesar de no ser la primera vez.

-¿Qué hacen aquí?-Nos regañó-Les dije que no podían venir solos, los dejé ir a la casa de tus tíos, no aquí, sino suena la alarma para tu medicina, yo ni en cuenta. -Me soltó otras cinco duras palmadas-Súbete al auto Henry y ahorita en la casa vamos a arreglar cuentas.
-Pero mamá...-Lloriquee adolorido.
-Obedece.-Me ordenó enojada soltándome otra dura palmada que claramente me impulsó hacia el auto.
-Y tú también Robbie-Le dijo enojada.

Cuando Robbie pasó frente a ella le regaló una dura palmada también a él, fue un camino muy rápido a casa pero bastante tortuoso para mí, mamá casi nunca se enojaba pero siempre que se enojaba sabía que estaba en demasiados problemas, y Robbie también estaría en los mismos problemas cuando sus padres regresaran y mi mamá les contara todo.

Entramos a la casa y mi mamá sin perder tiempo se sentó en el sofá, y me jalo hacia su regazo, comenzó otra vez a soltarme duras palmadas que gracias al efecto del agua sonaban por toda la casa, en especial en una casa tan silenciosa, yo intentaba zafarme pero mi mamá me tenía muy bien agarrado, continuaron las nalgadas hasta que escuchamos voces, era mi padre y mis tíos. Mi madre me dejó levantar y yo me fui a sentar junto a Robbie quien no sólo tenía una cara de asustado, se le veía que empezaría a llorar enseguida.

Mi madre se levantó y fue a la cocina, y tomó del desayunador una botella café, sirvió el asqueroso jarabe y dijo:

-Ven acá.
-Mamá...-Sollocé, odiaba esa cosa, y sabía que no era parte del castigo pero si mamá no doblegaba sus manos no estando enojada menos estando así. -Ya ni siquiera estoy enfermo...
-Una...-Me empezó a contar.
Yo me levante sollozando de coraje porque me dolía y aparte no quería esa porquería, ya ni siquiera estaba enfermo, no era justo pero sabía que no era buena idea ponerme a discutir con mi madre.
-Mamá ya no estoy enfermo...-Dije otra vez cuando estaba llegando.
-Tomate la medicina.-Me ordenó.-Y ya no quiero tonterías Henry.
-Pero es que...
-Tomate la medicina, no me importa si crees que sigues o no enfermo, se tiene que terminar el tratamiento que mando el doctor.
Yo comencé a llorar con más ganas porque en verdad odiaba tomar jarabes, no podía me daban mucho asco por más que intentaba ignorar el sabor grotesco que tenía.
-Henry, no estoy de humor para estas escenas... tomate la medicina.
-Ya voy...-Dije con un sollozo.

Mi mamá era un poco cruel, otra madre me hubiera agarrado de la cara y hecho tomármelo a fuerza, mi mamá era de hacerme responsable de poner esa porquería en mi boca a pesar de que no la quería, y era más fácil que me diera más nalgadas a que ella misma pusiera eso en mi boca.
Tome el recipiente donde se ponía el jarabe, el que tiene las medidas, y me lo lleve a la boca, sentí lo espeso en mi boca el sabor asqueroso disfrazado de un saborizante que hacía que supiera aún peor, me lo tome como pude.

-Tómatelo bien. -Efectivamente había dejado como la mitad en el vasito.
-No... Ya no quiero...-Solo de pensarlo me dieron arcadas.
-Henry. -Me advirtió
-No quiero ya, ya me lo tomé-Gimotee

Justo en ese momento entraron todos a la casa, mi padre fue el primero en vez la escena o así me lo imagino yo porque fue el primero en intervenir:

-¿Qué pasa?-Era muy obvia la escena, porque mi llanto tampoco es como que fuera muy discreto.
-Henry no se quiere terminar la medicina.
-Ya me la tome-Le gruñí a mi mamá entre lágrimas.
-¿Y por eso estás llorando de esa manera?-Preguntó muy confundido, usualmente mi mamá si peleaba un poco conmigo por las medicinas pero era cierto que jamás me hubiera puesto así si mi madre no acabara de darme una paliza.
-No, pero cuando se termine la medicina, Robbie y Henry les van a explicar que está pasando.
-¡Mamá!-Lloriquee Yo.-Nooo...
-Una...-Comenzó.
-Deja de contarme...-Esto no ayudaba solo me hacía llorar más.
-Dos...
Nunca me enteré de que pasaba si mi madre llegaba al tres porque siempre obedecía antes del dos y medio, así que me termine la medicina que entre el llanto y el asco me dieron arcadas, mi mamá me sirvió un vaso de agua, pero aún estaban todos esperando una explicación.
Como todos menos mi madre sintieron pena por mí, mi tío volteo con Robbie que seguía a punto de ponerse a llorar y le dijo:

-¿Qué pasó, Robbie?
-Es que...-Tragó saliva.-Es que...-Robbie comenzó a llorar porque sabía que en un minuto sus padres estarían enojados con él.
Mi mamá viendo nuestro llanto y sufrimiento, no insistió en que contáramos la historia y ella dijo:

-Henry y Robbie, se fueron al lago cuando les dije que no, me dijeron que irían a la otra casa para jugar y cuando los llamé para que Henry tomara su medicina nadie contestó, y los fui a buscar al lago y ahí estaban.

La cara de mis tíos pasó de confusión a enojo, mis tíos eran buena onda, como mis padres pero vaya que también tenían su carácter.

-Si té dejamos con tu tía es para que te portes bien, Robert, no para que le des problemas, si ella dice que no es no.-Comenzó mi tía Bella.- ¿Si sabes eso, no?
-Si...-Dijo Robbie entre lágrimas.-Pero es que... estábamos muy aburridos... pero no queríamos dar problemas...
-Aparte...-Intervine yo aún entre lágrimas.-Ya ni siquiera somos tan pequeños como para no ir solos, papá.
-Si tú madre o yo decimos que no, es no, ¿lo sabes o no?
-Si pero es que...
-¿Si lo sabes o no, Henry?
-Si...
-¿Y tú también sabes que si tú tía te dijo que no era que no, verdad?-Le preguntó mi tío Robert a mi primo.
-Si...-Sollozó.
-¿Entonces a los dos les importo muy poco y aparte le mintieron a Alison? -Dijo tía Bella.
Los dos solo nos hicimos más pequeños, yo no sabía dónde esconderme y mucho menos sabía que decir era obvio que no teníamos alguna excusa.
Mi tío se acercó a Robbie lo levantó de un tirón del sofá y le regalo diez duras palmadas que sonaron en toda la casa y luego mi primo comenzó a sollozar con más ganas, Robbie se abrazó a su madre para esconderse, mi tía no lo obligo a zafarse pero le dijo:

-Discúlpate con tu tía, y vas y nos esperas en tu cuarto Robbie.
-Nooo, ya no voy a desobedecer, Má. -Robbie empezó a llorar más fuerte. Mi primo era mucho más susceptible que yo, y aunque sus padres no eran padres permisivos, no estaba acostumbrados a que lo castigaran. Yo tampoco pero yo no era de dar espectáculos y para mí ya mi dignidad estaba súper en el suelo como para empeorarla.-Ya no lo voy a hacer de nuevo.
-Robert.-Le advirtió su padre.-Discúlpate y obedece a mamá.
Robbie se tardó un poco pero al final, sorbió mocos, se intentó calmar y volteo con mamá.
-Perdón, tía, ya no te volveré a desobedecer. -Prometió arrepentido.

Ese día no la pase nada bien, y seguro que Robbie tampoco, al final termine más enfermo que antes, no sabía porque pero al parecer la vida quiso darme una lección, pero recordando esta aventura en específico recordaba a mi primo, aunque teníamos muchas más, Robbie era de las mejores personas que estaban en mi vida, más que mi primo era como mi mejor cómplice, yo adoraba a mis hermanos con locura, pero Reed siempre había sido distinto a mí, más en su rollo y a pesar de que le gustaba salir conmigo a fiestas o así, a veces no me agarraba El Paso porque para todo era ODIOSO para todo, y no me molestaba pero si a Reed no le gusta hacer algo así se lo dijera su autor muerto favorito el seguía en su punto, aparte de que por mucho que mis padres jamás me habían metido la idea de que tenía que ser el ejemplo a seguir, siempre me tomé ese papel por voluntad propia siempre trataba de no ser tan irresponsable cuando salía con ellos, aunque especialmente por Easton, Reed se controlaba muy bien pero Easton se dejaba llevar tanto por el momento que algún día cuando Reed me contaba sus anécdotas pensé que un día mi hermano sería “la tragedia” de aquella fiesta, Easton y yo habíamos ido a juegos y fiestas y se notaba sus actitudes descontroladas pero era obvio que en el último año que no había estado empeorado sólo lo tuve que ver dos veces cayéndose de borracho para saber qué estaba teniendo problemas, así que era obvio que cuando salía con ellos sentía una obligada responsabilidad de cuidarlos y de comportarme, a diferencia de que cuando salía con mi primo, ahí podía ser yo, podía hacer lo que quisiera sin sentir que estaba enseñándole algo malo a personas que me admiraban de cierta manera, así que Robbie me hacía sentir que podía contar con el pero que no tenía esa responsabilidad, aparte era un tipo buena onda y con demasiado estilo.
Me había visitado dos veces en Londres, nadie lo sabía solo él y yo, y jamás admitirá en voz alta pero fue la persona con la que más hablé cuando murió mamá, porque me sentía igual en confianza de decir cómo me sentía sin tener la responsabilidad de extender la mano para no ver tristes a los demás.
Robbie adoraba a mi madre pero no de la misma manera que mis hermanos y yo, así que era alguien con quien podía hablar sin tener que hacerme El Fuerte, que era mi especialidad, gracias al carácter de mi madre.

Así que el venir a la casa del lago me estaba brindando la oportunidad de verlo y estaba contento, emocionado, al menos eso haría que el humor de Reed no me arruinará el viaje, porque cuando Reed se proponía ser un pesado, se lo tomaba muy enserio.
Íbamos camino hacia el restaurante de los abuelos, según ellos estaba a quince minutos de ahí, Reed ya tenía una cara de pocos amigos que nadie se la iba a quitar, Easton iba en el celular y yo hablaba con Cath por mensaje.

Chat Dyer says:
¿Qué tal todo por allá?

Henry Archer says:
Podría estar peor. ¿Y allá?

Cath Dyer says:
Podría estar mejor, haha

Henry Archer says:
Quiero verte ya.

Cath Dyer says:
Y yo a ti. Joyce está extraña, mamá también, me urge volver a mi apartamento.

Henry Archer says:
Te entiendo. Estamos en las mismas, pero la próxima semana estaremos juntos 

Cath Dyer says:
Al fin.

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