Holiiiis! Sólo para
aclarar, he decidido cambiar a Artemis por Mia porque me cae mejor jijiji
Saludos!
Mientras tanto, Roy ayudaba a Oliver a bajar las cosas
cuando, al pasar por la piscina, se dio cuenta de que no habían ni limpiado el
vómito de Jason ni guardado los caballitos...
-¡Oliver!- gritó Roy.
-¿Qué pasa?- preguntó alarmado.
-Me siento mal... muy mal- soltó las bolsas.
-¿Cómo dices?- Oliver dejó las bolsas también.
-Sí, creó que voy a vomitar-
-Deja de decir tonterías, Roy, camina- le ordenó.
-Enserio, papá, yo no jugaría con eso... Creo que tengo
fiebre, mira...-
-Roy- suspiró Oliver, tocando la frente de su hijo.
-¿Y qué
tal?-
-Estás bien- dijo Oliver.
-¡Oyeee! ¿Esa es la ardilla de nuevo?- señaló hacia otro
lado y mientras volteaba Oliver, Roy aprovecho para enviar un mensaje a Mia
para que acomodara.
Oliver no vio nada y le dirigió a Roy una mirada acusatoria.
-¿Sabes? La otra vez Bruce y yo no vimos nada-
-Eso es porque él es un murciélago y ellos están ciegos,
Ollie. Y tú ya estás viejo, así que...- se explicó, terminando de enviar el
mensaje.
Oliver bufó indignado y se acercó a levantar las bolsas de
las compras, pero Roy se le puso enfrente.
-¡No!-
-¿Qué te pasa?- exigió saber Oliver, algo exaltado por el
repentino grito.
-Pues esque no hay que entrar aún. Ni hemos pasado tiempo
juntos- se excusó patéticamente. Ojala Mia se apurase...
Oliver se cruzó de brazos, cansado de tanto show.
-Ayer pasamos juntos un ratoootee- replicó sarcásticamente.
Roy frunció el ceño y se puso rojo.
-Sí, pero ese no es el tipo de momentos padre e hijo que
quisiera recordar- replicó.
-Ya, Roy, tú solo quieres pasar tiempo conmigo cuando te
metes en problemas, ahora dame permiso- se siguió hasta la alberca.
-Hola, Ollie- sonrió Mia- ¿Cómo les fue?-
-Bien, ¿Y a
ustedes?-
-Aburrido, son una bola de losers-
Parecía que todo les saldría perfecto a los adolescentes,
Bruce y Oliver preparaban la cena, mejor que el desayuno, aclaramos. Bruce dejo
descansar a Jason, pero estaba preocupado, aparte de que los chicos actuaban
particularmente armoniosos, y eso era raro en ellos.
-Jason- le dijo entrando a su habitación- Es hora de cenar-
-No, no quiero todavía me siento muuuy mal- se quejó.
Bruce se le quedó viendo raro, pero se retiró y volvió
después. Antes de que Jason pudiese reaccionar, Bruce lo sostuvo y le encajó
una jeringa en el brazo.
-¡AAHHHH!-
El grito de Jason fue una mezcla de miedo, sorpresa y dolor.
Todos subieron a ver qué ocurría tan sólo para encontrar al hombre retirando la
aguja del brazo de su hijo.
-Examinaré esto. Si aparece alguna bacteria o parásito, te
llevaré al hospital- le avisó al niño, besándole la cabeza antes de que el crío
saliese del shock y lo tratase de asesinar.
Dick observó como condenado a la horca... de seguro Bruce
los descubría y lo despellejaba vivo por haber bebido y, lo que era peor, ¡haber
dejado beber a su hermanito de 10 años!
Roy también lo observaba horrorizado... Si el tipo le había
encajado a Jason una aguja a sangre fría, ni imaginar lo que le haría a él...
-No creo que sea necesario, Bruce- dijo Roy- Seguro sólo le cayó
mal la comida-
-¿La comida que estaba en la maceta, Harper?- objetó Bruce.
No por nada era el mejor detective de Gotham- No sé qué se traigan chicos, pero
recuerden que ustedes dos pagarán las consecuencias-
-¡Papá!- lloriqueó Jason- No te vayas, quédate conmigo-
-Ahora regreso-
-¡NOO! ¡No te vayas!-
Bruce hizo caso omiso a Jason y salió de la habitación.
Jason saltó de la cama, corrió con su papá y lo tomó del pantalón.
-¡PAPAA! Te estoy hablando, quiero que te quedes conmigo-
-¿Qué no estabas enfermo?- inquirió Bruce- Acabas de saltar
de la cama-
Jason no sabía qué contestar, así que tan sólo se quedó
viéndolo...
-¡Quédate con él, joder!- exclamó de pronto Dick,
sorprendiendo a su padre- ¡¿Qué no ves que está enfermo?!-
Bruce enarcó una ceja, viéndolo ahora a él.
-¡¿Pero qué demonios pasa?!- exclamó indignado- ¡¿Acaso
ustedes dos se han vuelto locos?!-
-No son ellos los que van por ahí encajándole jeringas a los
demás- repuso Roy envalentándose.
Bruce dejó escapar un gruñido de frustración antes de salir
de ahí, ignorando a Jason, quien no le soltó hasta que estuvo seguro que Bruce
no se detendría.
-¡Mierda!-
Oliver volteó a ver a Dick, quien lucía claramente molesto.
-¿Qué está pasando aquí?-
-Nada papá, ¿Que tendría que pasar?- preguntó Roy- Vamos,
chicos- les dijo a sus acompañantes- Sigamos jugando...-
-Sí, vamos...- dijo Dick- Acuéstate, Jason, YA QUE A MI
PAPAAAA NO LE IMPORTA QUE ESTÉS ENFERMO- gritó para que Bruce lo escuchara.
-Sí...- caminó Jason. pero las ganas de vomitar regresaron-
¡DickkK!-
-¿Qué?
-Quiero vomitar... de nuevo-se quejó.
-Demonios, Todd, ¿No fue suficiente?- dijo Roy- Sólo
aguanta, a que estemos fuera del panorama de Oliver-
Mia ya había llevado a Oliver a su habitación con ella para
darle tiempo a los muchachos.
-¿Y cuál blusa te gusta más?-
Oliver exhaló cansadamente, antes de señalar la que fuera de
las dos que Mia sostenía frente a él.
-Ollie, ni siquiera las estás viendo- le reclamó.
-A ti todo se te ve bien, princesa- le dijo, esperanzado por
salir de ahí.
-Pero quiero saber cuál se me ve mejor. ¡Ya sé! Me probaré
ambas- decidió, encerrándose en el baño.
-Mierda- farfulló él, llevándose ambas manos a la cabeza. Oliver
contuvo un sincero lamento. Quería irse pero ya…
Mientras tanto, los muchachos ya no sabían ni qué hacer con
Jason.
-Pues vamos, vomita Jason, ¿No era lo que querías?-
-Pero no puedo, idiota- le gritó a Roy- Ayyy me siento muy
mal, Dickkk...-
-¿Qué hacemos Roy?- preguntó muy preocupado Dick.
-No sé, Dick, si no vomita, el malestar no se le quitará- dijo
Roy cansándose de eso- Vamos, Todd, vomita...-
-¡NO PUEDO, HARPER!- le gritó muy enfadado- Me siento muy
maaaal. Le diré la verdad a mi papá- comenzó a llorar Jason.
-Noooo- gritaron los dos al mismo tiempo.
-Peroo...- lloró más fuerte.
-Ya, Jason, no llores- lo intentó calmar Roy.
-¡Me siento mal!- gritó desesperado.
-Roy, debemos decirle a Bruce y a Ollie-
-¡No me jodas Dick!- exclamó Roy, pero luego miró a Jason-
Joder... de acuerdo-
-Ven, Jason- le tomó la mano a su hermanito. Richard Grayson
no podía creer que estaba a punto de hacer eso…
Caminaron hacia donde estaba Bruce. Dick iba hecho un manojo
de nervios y los lloriqueos de su hermano no ayudaban en nada.
-Papá...- dijo Dick bajito.
-¿Todavía te sientes muy mal, Jason?- Jason sollozó y su
papá lo tomó en brazos.
-Esque... sí sabemos porque Jason se siente tan mal- admitió
muy bajito.
-¿Cómo que si saben?-
-Esque... esque... nosotros... jugamos nunca, nunca... con
vodka, pero Roy le servía poquito a los enanos, pero Jason empezó a sentirse
mal-
Dick se quedó callado porque Bruce lucía como si lo fuese a
asesinar en cualquier momento.
Tragó saliva con dificultad y volvió a abrir la boca, pero
Bruce lo interrumpió con un grito escalofriante.
-¡OLIVER!-
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