Esto es en la temporada 1 en el episodio
en que Lucas descubre que Dan quería ayudar Karen a criarlo y ella se lo negó y
después no le dijo nada a nadie. La historia sucede justo el día después de que
Lucas le dijo Karen que quería dejar One Tree Hill con Keith, sólo pretendamos
que ella no le dio permiso y que Dan no tuvo un infarto.
Lucas Scott gruñó totalmente frustrado cuando de nuevo no encestó. Estaba seguro de que la simple idea era estúpida, pero se encontraba demasiado molesto para jugar… tan sólo la noche anterior su mamá le había dicho que no podía simplemente huir de sus responsabilidades con Keith, negándole la opción de empezar de nuevo.
El muchacho exhaló triste y pesadamente, no era justo… ¿Por qué ella sentía que aún podía tomar ese tipo de decisiones por él? ¿Qué acaso no había sido suficiente con todo el asunto de Dan?
Gruñendo en exasperación, Lucas lanzó el balón tan lejos como pudo… lo cual resultó ser en la misma dirección en la que iba pasando un lujoso auto junto a la cancha.
Lucas maldijo por lo bajo cuando reconoció al conductor del estúpidamente perfecto vehículo, quién justo se acababa de estacionar a revisar su auto
-¡¿Qué demonios crees que haces, muchacho?!- Dan Scott gritó desde el otro lado de la acera, acercándose molestó. Justo acababa de sacar el auto de la agencia…
El chico puso los ojos en blanco, ese tipo de cosas sólo le pasaban a él, y vaya que Lucas no estaba para nada de humor, lo último que quería era tener que hablar con alguien y especialmente con ese tipo. Lucas abrió la boca para mandarlo por un tubo, pero las palabras que salieron en su lugar fueron algo completamente distinto
-Yo...-
-¿Tú qué? ¿Querías destruir mi parabrisas?-
-Yo sólo quería conocerte...-
En un instante la ira abandonó el rostro del hombre, y pronto fue reemplazada por incredulidad-
-¿Que acabas de decir?-
Lucas hubiera querido hacerse la misma pregunta, pero de nuevo su boca funcionó en automático.
-Mi mamá… Ella me dijo… Mi tío se va, y ella está haciendo que me quede… Sólo digo que está tomando otra decisión importante… Más bien, otra decisión EQUIVOCADA por mí sin siquiera pensar lo que yo pienso al respecto… de nuevo-
Después de analizar y procesar el incómodo balbuceo del niño, Dan decidió que no podría importarle menos el estúpido parabrisas. Pronto se encontró a sí mismo tratando de contener una sonrisa. Tendría que decirle a Withey que estaría demasiado ocupado para entrenar al equipo, después de todo...
-Bueno, nunca es demasiado tarde para arreglar las cosas-
*
-¿Tú qué opinas acerca de esta situación, Lucas?- el trabajador social le preguntó al incómodo adolescente, quién hizo su mejor esfuerzo para no mirar a nadie más a los ojos excepto al tipo. Era perfectamente entendible, no era diario que los padres peleaban la custodia compartida cuando el niño en cuestión era ya un adolescente.
-Yo… yo pienso que me gustaría darme la oportunidad de conocer a Dan- soltó con dificultad después de un momento.
El shock fue obvio en el rostro de ambos padres, pero en el de Dan venía con una sutil sonrisa de triunfo mientras que la incredulidad era evidente en la cara de Karen, casi como si ella nunca hubiera siquiera considerado la posibilidad antes de ese día. El trabajador social, por otra parte, sólo continuó.
-Bueno, te agradezco el haber venido, tu opinión es importante en este caso y…- el hombre empezó a decir antes de ser abruptamente interrumpido.
-¡Mierda!- Karen azotó la mano en la mesa de madera de la sala, tan sólo logrando que su hijo intentaste calmarla.
-¿Disculpe?- el trabajador social estaba claramente confundido, tenía que lidiar con ese tipo de padres diariamente, pero la mujer había lúcido tan calmada y serena antes de entrar a la habitación…
-¡Mi hijo no puede ir a vivir con esa pobre excusa de ser humano, Dan lo abandonó y después sólo volvió para tratarlo como basura! He tratado de proteger a Lucas de ese monstruo durante toda su vida-
Dan se contuvo para no reírse cínicamente de la desesperación en el rostro de Karen. Mientras que él no podía negar que la mujer había hecho su mejor esfuerzo criando a su hijo, eso tampoco significaba que no le había arruinado la vida al muchacho en el proceso.
-Lo que hiciste fue poner tu orgullo antes que las necesidades del niño- Dan la interrumpió- Yo estuve mal cuando me fui, y mi comportamiento con Lucas últimamente ha sido un error, pero no soy un monstruo. Yo quise ser parte de su vida y tenía las mejores intenciones, y tú solo me lo prohibiste para después decirle a nuestro hijo que ni siquiera lo intenté jamás-
-¡Querías tener poder sobre nosotros!-
-Quería darle una mejor vida, eso no era acerca de ti- puede ser que Dan no tuviera el mejor temperamento, y sí, seguramente necesitaba remediar varios errores del pasado, pero estaba cansado de ser considerado el maldito demonio del pueblo- Traté de rectificar mis acciones, y tú pusiste tu maldito orgullo primero y a nuestro hijo después, deja de intentar hacerlo sonar como si todo hubiera sido por él-
-Bueno- el trabajador social hablo finalmente, a sabiendas de que no era justo para el muchacho escuchar estar escuchando todo eso- La situación actual es diferente ahora, y Lucas teniendo ya 13 años de edad…-
-Cumplió 14 hace un mes- Dan interrumpió, para molestia de Karen.
-Disculpe, Lucas teniendo ya 14 años de edad es perfectamente capaz de decidir si le gustaría aceptar la oferta de su padre y permitirle ser parte de su vida-
El muchacho exhaló conflictuado.
-Yo… Yo creo que me gustaría intentarlo-
-¿Sabes qué? Bien- Karen estableció, evidentemente herida- ¿En verdad tienes tantas ganas de ser un papá para Lucas? Genial, veamos durante cuánto tiempo- se levantó- Puedes pasar a recoger sus cosas hoy, me aseguraré de no estar ahí-
A pesar de la expresión evidentemente confundida en el rostro de Lucas, Dan casi sonríe abiertamente, todo estaba resultando mejor de lo esperado.
-Me temo que no estoy entendiendo- comenzó el trabajador social, casi tan confundido como el chico.
-Si en verdad Lucas quiere tanto su padre, bien puede ir a vivir con él entonces. Es bienvenido en mi casa tan pronto como se dé cuenta de la clase de mierda de personam que es este hombre-
-Mamá, yo…-
-Ahórratelo, Lucas…¿Realmente quieres conocerlo?-
-Bueno, sí, pero…-
-Entonces no tengo nada que hacer aquí- fue lo último que dijo la mujer antes de abandonar la sala con determinación.
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