Oliver frunció el ceño,
pero no lo presionó, podía sentir que Dinah mentalmente le estaba diciendo que
se callara.
-Vete a ver la
televisión, pues, nos vamos en unos minutos...-
-Mi teléfono-
-Después de que
hablemos-
Roy lo miró
bastante molesto antes de irse a ver la televisión.
-¿Alguna
observación o idea acerca de por qué ese plan fracasó?-
-Um...- Oliver bajo
su cuchara. -Porque es terco? -
-Pues sí, como tú-
le dirigió una última mirada molesta- No lo tratabas así cuando era pequeño-
-¡Yo quería hablar,
tú viste! ¡Él es el que me mando a volar!-
-Pues sí, pero
"darle espacio" no siempre es tan buena idea como tú crees. Aparte,
¿Qué esperabas? No le puedes pedir que se abra así en plena mesa y enfrente de
más personas-
-No pensé que le
importaría, normalmente está tan cómodo contigo-
-Pues sí, pero es
un tema muy personal. Imagínate que fueras tú y tu papá se pusiera a hablar de
estas cosas con la novia ahí. Además si él quiere que lo abraces o hables con
él o lo que sea, no lo va a decir nada más así y conmigo aquí, ya no tiene
siete años-
Oliver sonrió.
-Tienes razón,
probablemente se avergüence de hablar delante de la novia de su padre...-
-O amiga o lo que sea-
-Jajaja, sí, estoy
bromeando. Está bien, hablaré con él en casa. Gracias Dinah-
-De nada, sólo
inténtalo-
-Roy! Despidete de
Dinah-
Roy fue de nuevo a
la cocina y la abrazó.
-Gracias por todo-
El viaje de regreso
a la casa de los Wayne fue tranquilo, Oliver estaba pensando en lo que Dinah le
había dicho, y cuando se estacionó se volteó hacia Roy.
-Ve a lavarte los
dientes y luego platicamos-
Roy se bajó del
auto azotando la puerta y subió a hacer lo que Oliver le había pedido.
Oliver se tomó su
tiempo para subir las escaleras, lavarse los dientes, ducharse y vestirse.
Estaba pensando en la mejor manera de conectar con su hijo.
-¿Te gustó la
película?-
-Sí- fue lo único
que respondió, sin despegar la vista de la televisión.
-Que bueno... apaga
la tele, por favor-
El muchacho apagó
la televisión ya fastidiado.
-¿Qué?- Tampoco
quería volver a ponerse a discutir otra vez. Prefería resignarse a que Oliver
era un idiota insensible a estar discute y discute.
Oliver se recostó en
la cama y extendió un brazo.
-Ven a hablar
conmigo un rato- Oliver también estaba cansado de discutir, y las palabras de
Dinah estaban en su mente.
-¿Qué?- Roy se
acercó con curiosidad por el gesto.
-Ven a acostarte un
segundo. Quiero hablar-
Roy se recostó
contra las mil almohadas que tenía la cama.
-¿Qué quieres?-
Oliver puso los
ojos en blanco, pero se movió para poder acariciar el cabello del chico por un
segundo.
-Lamento no haber
sido muy sensible hoy. ¿Cómo te sientes?-
-¿De qué?- no dijo
nada de la disculpa porque Oliver sólo eso sabía hacer.
- ¿Cómo se siente
tu pecho? ¿Tienes frío?-
-Mal, y no- sentía
pesado respirar.
Oliver frunció el
ceño ante eso y se levantó.
-Vamos a usar tu nebulizador-
Genial, probablemente no debería haber sacado a Roy- No deberíamos haber
salido-
-No necesito esa
cosa- era desesperante, además de que últimamente batallaba para respirar por
la nariz y ese aparato siempre arrojaba demasiado oxígeno.
- No seas difícil -
-Esque no quiero.
Ya me quiero dormir- se sentía veía bastante cansado y miserable.
-Sólo son unos
minutos Roy, puedes irte a dormir después. Toma- Oliver comenzó a preocuparse,
el chico se veía terrible.
Roy puso los ojos
en blanco y se puso la máscara esa en la nariz y la boca.
-Oh perfecto, así
puedo hablar y no me interrumpirás- dijo Oliver, en tono de broma, pero también
serio- Dinah estaba diciendo que tal vez doy señales contradictorias sobre mi
amor por ti. Sí te amo, Roy-
El muchacho sólo
rodó los ojos. Ya había escuchado eso varias veces los últimos días, pero
Oliver se encogió de hombros.
-¡Ah, y tengo un
regalo para ti!- Si no podía ganarse al niño con palabras, tal vez los regalos
ayudarían. Fue a agarrar la caja con el nuevo iPhone que había traído su
asistente.
Roy miró el regalo
no muy emocionado, pero lo tomó y emitió un "gracias" con el
nebulizador puesto. Sí le gustaba y todo, pero tenía en su cuarto como dos
teléfonos más y una tablet que no había abierto.
Fue el turno de
Oliver de poner los ojos en blanco.
-De acuerdo, como
sea, me rindo- murmuró, yendo a dormir en el sillón reclinable. El niño era
imposible de complacer.
Roy se quitó el
nebulizador.
-¿No te vas a
dormir aquí?-
- No. Ponte esa
cosa- Oliver realmente no podía ver que sus palabras y regalos no importaban
tanto como sus acciones.
-Pues bien, yo
tampoco- Roy dejó ahí el nebulizador y el teléfono y se salió del cuarto sin
pensarlo dos veces. Iba a tomarle la palabra a sus amigos, de tonto se quedaba
en esa habitación a sentirse mal. Bueno, a sentirse mal en el sentido de
culpable, porque mal físicamente ya se sentía.
-¡Roy! - Gritó con
una voz tan fuerte que ni siquiera se reconoció como él mismo. (Estaba muy
cansado)- ¡No te atrevas! ¡Ven! -
-¡NO! Yo tampoco me
quiero dormir contigo- soltó desde el pasillo, y esque ni siquiera había hecho
nada... Quizás no había saltado de gusto con el teléfono, pero ya tenía varios
que ni siquiera necesitaba y Oliver lo sabía, es decir, él se los había dado.
Oliver gimió,
mientras iba al pasillo y agarraba a su hijo- Por eso es que te vas a dormir en
la cama y yo no en el sillón. No quiero que despiertes a nadie, así que
cállate, deja de gritar-
-Deja de decirme
que me calle- Roy se soltó- Y yo no quiero dormir donde estás tú para estarme
sintiendo mal porque no muero de emoción por otro celular-
- No es eso ...
sólo estoy cansado. ¿Podemos ir a la cama? Tengo...algo que hacer en la mañana-
Oliver tenía una junta de trabajo, pero esperaba no tener que decírselo a Roy.
-¿Qué tienes qué
hacer?-
-Vamos a dormir. ya
es tarde-
-¿Qué tienes que
hacer mañana?- Ya se olía la respuesta.
-Tengo una junta.
Ni siquiera notarás que me he ido, lo prometo. Solo es una reunión de 2 horas a
las 7 de la mañana. No te enojes-
-No me enojo, haz
lo que quieras- Oliver JAMÁS iba al trabajo sólo dos horas.
Oliver tenía la
intención de cumplir su promesa, pero podía ver que Roy no le creía.
-Vámonos a dormir
entonces -
-Yo me duermo en la
sala-
-¡No! ¡Hace frío!
Si realmente no me quieres cerca, YO puedo dormirme en la sala...-
-¿No puedes tomar
vacaciones?- Roy Hizo lo posible por no sonar lastimero.
El primer
pensamiento de Oliver fue, por supuesto, decir que no, pero luego pensó en lo
que Dinah había dicho, en que Roy probablemente no pediría un abrazo o lo que
fuera, pero aquí estaba el chico...pidiéndole que se tomara unas vacaciones
-Uhm... sí... creo
que sí-
-¿Crees?-
-Digo, sí,
definitivamente... si eso es lo que quieres- Realmente necesitaba trabajar en
su entusiasmo falso.
-¿Entonces no vas
mañana?-
-Puedo tomarme una
semana libre... después de mi junta de mañana. Roy, es importante- Al verle la
cara, continuó- ¿Quieres ir conmigo?-
-No, no mames, me
siento pésimo- y no estaba exagerando. Vete a tu estúpida junta tan importante,
me da igual- no le daba igual para nada- Nada más después no me andes diciendo
que me quieres y comprándome cosas-
-Oh Roy, tú y tu
drama. Ya, pues, veré si puedo conseguir que alguien más vaya en mi lugar-
-No es drama, es
enserio, ya me hartaste-
-¿Porque te compré
un regalo? Que bueno saberlo, me aseguraré de no volver a regalarte nada
mas-
-No, porque eso y
pedir disculpas es lo único que sabes hacer, pero no fuera dejar de ir a
trabajar o quedarte conmigo porque ni de chiste-
-¿Recuerdas que no
fui a trabajar hoy, verdad? Y pasamos todo el día juntos... y fue el peor día
de mi vida- Oliver realmente había querido decir que había sido el peor día de
su vida cuando se había escapado el chico, y porque habían discutido tanto,
pero su cerebro cansado no lo dejó elaborar- Estoy seguro de que tuviste un día
de porquería también, así que no sé porqué quieres que tome vacaciones-
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