lunes, 30 de diciembre de 2019

Demasiada Libertad, capítulo 16


Oliver frunció el ceño, pero no lo presionó, podía sentir que Dinah mentalmente le estaba diciendo que se callara.

-Vete a ver la televisión, pues, nos vamos en unos minutos...-
-Mi teléfono-
-Después de que hablemos-
Roy lo miró bastante molesto antes de irse a ver la televisión.
-¿Alguna observación o idea acerca de por qué ese plan fracasó?-
-Um...- Oliver bajo su cuchara. -Porque es terco? -
-Pues sí, como tú- le dirigió una última mirada molesta- No lo tratabas así cuando era pequeño-
-¡Yo quería hablar, tú viste! ¡Él es el que me mando a volar!-
-Pues sí, pero "darle espacio" no siempre es tan buena idea como tú crees. Aparte, ¿Qué esperabas? No le puedes pedir que se abra así en plena mesa y enfrente de más personas-
-No pensé que le importaría, normalmente está tan cómodo contigo-
-Pues sí, pero es un tema muy personal. Imagínate que fueras tú y tu papá se pusiera a hablar de estas cosas con la novia ahí. Además si él quiere que lo abraces o hables con él o lo que sea, no lo va a decir nada más así y conmigo aquí, ya no tiene siete años-
Oliver sonrió.
-Tienes razón, probablemente se avergüence de hablar delante de la novia de su padre...-
-O amiga o lo que sea-
-Jajaja, sí, estoy bromeando. Está bien, hablaré con él en casa. Gracias Dinah-
-De nada, sólo inténtalo-
-Roy! Despidete de Dinah-
Roy fue de nuevo a la cocina y la abrazó.
-Gracias por todo-
El viaje de regreso a la casa de los Wayne fue tranquilo, Oliver estaba pensando en lo que Dinah le había dicho, y cuando se estacionó se volteó hacia Roy.
-Ve a lavarte los dientes y luego platicamos-
Roy se bajó del auto azotando la puerta y subió a hacer lo que Oliver le había pedido.
Oliver se tomó su tiempo para subir las escaleras, lavarse los dientes, ducharse y vestirse. Estaba pensando en la mejor manera de conectar con su hijo.
-¿Te gustó la película?-
-Sí- fue lo único que respondió, sin despegar la vista de la televisión.
-Que bueno... apaga la tele, por favor-
El muchacho apagó la televisión ya fastidiado.
-¿Qué?- Tampoco quería volver a ponerse a discutir otra vez. Prefería resignarse a que Oliver era un idiota insensible a estar discute y discute.
Oliver se recostó en la cama y extendió un brazo.
-Ven a hablar conmigo un rato- Oliver también estaba cansado de discutir, y las palabras de Dinah estaban en su mente.
-¿Qué?- Roy se acercó con curiosidad por el gesto.
-Ven a acostarte un segundo. Quiero hablar-
Roy se recostó contra las mil almohadas que tenía la cama. 
-¿Qué quieres?-
Oliver puso los ojos en blanco, pero se movió para poder acariciar el cabello del chico por un segundo.
-Lamento no haber sido muy sensible hoy. ¿Cómo te sientes?-
-¿De qué?- no dijo nada de la disculpa porque Oliver sólo eso sabía hacer.
- ¿Cómo se siente tu pecho? ¿Tienes frío?-
-Mal, y no- sentía pesado respirar.
Oliver frunció el ceño ante eso y se levantó.
-Vamos a usar tu nebulizador- Genial, probablemente no debería haber sacado a Roy- No deberíamos haber salido-
-No necesito esa cosa- era desesperante, además de que últimamente batallaba para respirar por la nariz y ese aparato siempre arrojaba demasiado oxígeno.
- No seas difícil -
-Esque no quiero. Ya me quiero dormir- se sentía veía bastante cansado y miserable.
-Sólo son unos minutos Roy, puedes irte a dormir después. Toma- Oliver comenzó a preocuparse, el chico se veía terrible.
Roy puso los ojos en blanco y se puso la máscara esa en la nariz y la boca.
-Oh perfecto, así puedo hablar y no me interrumpirás- dijo Oliver, en tono de broma, pero también serio- Dinah estaba diciendo que tal vez doy señales contradictorias sobre mi amor por ti. Sí te amo, Roy-
El muchacho sólo rodó los ojos. Ya había escuchado eso varias veces los últimos días, pero Oliver se encogió de hombros.
-¡Ah, y tengo un regalo para ti!- Si no podía ganarse al niño con palabras, tal vez los regalos ayudarían. Fue a agarrar la caja con el nuevo iPhone que había traído su asistente.
Roy miró el regalo no muy emocionado, pero lo tomó y emitió un "gracias" con el nebulizador puesto. Sí le gustaba y todo, pero tenía en su cuarto como dos teléfonos más y una tablet que no había abierto.
Fue el turno de Oliver de poner los ojos en blanco.
-De acuerdo, como sea, me rindo- murmuró, yendo a dormir en el sillón reclinable. El niño era imposible de complacer.
Roy se quitó el nebulizador.
-¿No te vas a dormir aquí?-
- No. Ponte esa cosa- Oliver realmente no podía ver que sus palabras y regalos no importaban tanto como sus acciones.
-Pues bien, yo tampoco- Roy dejó ahí el nebulizador y el teléfono y se salió del cuarto sin pensarlo dos veces. Iba a tomarle la palabra a sus amigos, de tonto se quedaba en esa habitación a sentirse mal. Bueno, a sentirse mal en el sentido de culpable, porque mal físicamente ya se sentía.
-¡Roy! - Gritó con una voz tan fuerte que ni siquiera se reconoció como él mismo. (Estaba muy cansado)- ¡No te atrevas! ¡Ven! -
-¡NO! Yo tampoco me quiero dormir contigo- soltó desde el pasillo, y esque ni siquiera había hecho nada... Quizás no había saltado de gusto con el teléfono, pero ya tenía varios que ni siquiera necesitaba y Oliver lo sabía, es decir, él se los había dado.
Oliver gimió, mientras iba al pasillo y agarraba a su hijo- Por eso es que te vas a dormir en la cama y yo no en el sillón. No quiero que despiertes a nadie, así que cállate, deja de gritar-
-Deja de decirme que me calle- Roy se soltó- Y yo no quiero dormir donde estás tú para estarme sintiendo mal porque no muero de emoción por otro celular-
- No es eso ... sólo estoy cansado. ¿Podemos ir a la cama? Tengo...algo que hacer en la mañana- Oliver tenía una junta de trabajo, pero esperaba no tener que decírselo a Roy.
-¿Qué tienes qué hacer?-
-Vamos a dormir. ya es tarde-
-¿Qué tienes que hacer mañana?- Ya se olía la respuesta.
-Tengo una junta. Ni siquiera notarás que me he ido, lo prometo. Solo es una reunión de 2 horas a las 7 de la mañana. No te enojes-
-No me enojo, haz lo que quieras- Oliver JAMÁS iba al trabajo sólo dos horas.
Oliver tenía la intención de cumplir su promesa, pero podía ver que Roy no le creía.
-Vámonos a dormir entonces -
-Yo me duermo en la sala-
-¡No! ¡Hace frío! Si realmente no me quieres cerca, YO puedo dormirme en la sala...-
-¿No puedes tomar vacaciones?- Roy Hizo lo posible por no sonar lastimero.
El primer pensamiento de Oliver fue, por supuesto, decir que no, pero luego pensó en lo que Dinah había dicho, en que Roy probablemente no pediría un abrazo o lo que fuera, pero aquí estaba el chico...pidiéndole que se tomara unas vacaciones
-Uhm... sí... creo que sí-
-¿Crees?-
-Digo, sí, definitivamente... si eso es lo que quieres- Realmente necesitaba trabajar en su entusiasmo falso.
-¿Entonces no vas mañana?-
-Puedo tomarme una semana libre... después de mi junta de mañana. Roy, es importante- Al verle la cara, continuó- ¿Quieres ir conmigo?-
-No, no mames, me siento pésimo- y no estaba exagerando. Vete a tu estúpida junta tan importante, me da igual- no le daba igual para nada- Nada más después no me andes diciendo que me quieres y comprándome cosas-
-Oh Roy, tú y tu drama. Ya, pues, veré si puedo conseguir que alguien más vaya en mi lugar-
-No es drama, es enserio, ya me hartaste-
-¿Porque te compré un regalo? Que bueno saberlo, me aseguraré de no volver a regalarte nada mas- 
-No, porque eso y pedir disculpas es lo único que sabes hacer, pero no fuera dejar de ir a trabajar o quedarte conmigo porque ni de chiste-
-¿Recuerdas que no fui a trabajar hoy, verdad? Y pasamos todo el día juntos... y fue el peor día de mi vida- Oliver realmente había querido decir que había sido el peor día de su vida cuando se había escapado el chico, y porque habían discutido tanto, pero su cerebro cansado no lo dejó elaborar- Estoy seguro de que tuviste un día de porquería también, así que no sé porqué quieres que tome vacaciones-

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