-Está bien, bueno, cuando te castigue hoy por
huir de nuevo, prometo no decirte que te calles- Es como si hablaran dos
idiomas diferentes, pensó Oliver- ¿Nos podemos ir? Tengo frío... lo que
significa que tu probablemente te estás congelando- se quitó su abrigo y se lo
dio al chico.
-No lo quiero- se
lo regresó.
-Lo que sea,
vamonos- Oliver lo agarró del brazo para levantarlo, esperando que Roy no
armara una escena.
Pero para sorpresa
del tipo, Roy no sólo no se levantó, sino que además dejó caer todo su peso. Si
Oliver quería sacarlo de ahí, iba a tener que arrastrarlo.
-Roy...- El hombre
de repente tuvo un millón de recuerdos horribles de Roy cuando era un niño
pequeño- Ni lo intentes. Ya no tienes 7 años-
-Pues déjame y
vete-
-Desearías tener
tanta suerte- murmuró Oliver, antes de agarrar un brazo y un poco de cabello, y
jalarlo.
-¡AAAUUUU! ¡¿QUÉ TE
PASA?!- le reclamó, levantándose casi de inmediato.
-No estoy jugando,
Roy. Nos vamos pero YA. Métete al carro-
-TE ODIO, QUEEN- lo
empujó y se soltó antes de echar a andar fuera del lugar, estaba hartísimo.
Oliver maldijo
entre dientes antes de perseguir al niño. No fue difícil atraparlo,
considerando que el niño estaba enfermo, y Oliver estaba en una forma
increíble. Lo arrastró al auto y comenzó a conducir, pero no a la casa de
Bruce. Iba a Star City. Después de unos minutos le arrojó a Roy su teléfono.
-Llama a Dinah,
llama a Bruce, llama a Clark, diles que estás bien y agradece a este último por
encontrarte-
-¿Todavía quieres
que le dé las gracias? Eso no va a pasar- se guardó el teléfono en el bolsillo.
-Así es, olvidé que
te gusta hacer las cosas de la manera más difícil-
-No lo voy a hacer
y ya, yo ni siquiera quería que me encontrara-
-Estoy seguro de
que cantarás una melodía diferente después de nuestra 'charla'-Oliver le
advirtió.
-Estoy seguro que
no, porque no vamos a "charlar." Y este no es el camino a la casa de
Bruce-
-Sí, lo sé-
-¿Y entonces? ¿Ya
vas a aventarme a una clínica o qué?-
Oliver en realidad
no tenía un plan al 100%, pero cuando había estado en casa ese mismo día se
había dado cuenta de cuánto extrañaba el lugar. Quería pasar el día allí.
-Nah, solo vamos a
la casa más limpia del mundo-
-Dijiste que no
íbamos a casa de Bruce-
-Jaja. Bien, vamos
a la casa más sucia del mundo...-
-Guácala, yo no
quiero ir a tu casa... La más deprimente del mundo, dirás- masculló.
-NUESTRA casa, y te
haré saber que los servicios de limpieza hicieron un gran trabajo. Así que se
ve decente... ¿No la extrañas? ¿Ni un poquito?-
-Nada- Lo único que
hacía ahí era fumar, tomar, inyectarse y meterse coca.
-...Me entristece
escuchar eso- Oliver admitió, mirando a Roy por un segundo antes de mirar hacia
la carretera.
-No me importa- lo
último que quería era ir a encerrarse a su cuarto.
-De acuerdo- Oliver
pensó que Roy solo estaba siendo difícil, así que decidió ignorarlo. Cuando
llegaron, se volteó hacia él- ¿Tienes hambre?-
-No... Yo te espero
afuera- no tenía ganas de entrar.
-Quiero pasar
tiempo en casa, Roy, contigo. Extraño a mi hogar... vamos-
-Sí, pero yo no
extraño este lugar ni quiero pasar tiempo aquí-
-¿Por qué estás
actuando de esta manera? ¡Sólo ve a tu cuarto si no quieres pasar tiempo
conmigo!-
-Porque odio esta
casa, sobretodo mi cuarto. Entra tú si quieres, yo me quedo afuera-
Eso finalmente
llamó la atención de Oliver.
-¿Por qué odiarías
esta casa? ¿Y tu cuarto?-
-Porque siempre
está sucia, sola y deprimente-
-...Roy ...-
-¿Qué?-
-Esta es nuestra
casa, sabes que volveremos en un par de semanas, ¿verdad?- Oliver estaba sinceramente
tentado de comprar una nueva si eso le quitaba esa cara...
-No me lo
recuerdes- no sabía qué iba a hacer cuando eso pasara. Roy usualmente pasaba
mucho tiempo con amigos y hasta intentaba dormir fuera con tal de no estar ahí.
-...¿Quieres que nos
mudemos a una nueva casa?- Era una pregunta ridícula, y Oliver no podía creer
que lo estuviera ofreciendo, pero su hijo lucía tan triste...
-Da lo mismo- seguro
en la otra iba a ser igual- Sólo... Te espero aquí afuera-
Oliver miró al niño
por un largo tiempo.
-Dame mi teléfono,
por favor-
-¿Cuál teléfono?-
-El que te di para
que llamaras a Dinah. ¿Donde lo pusiste?-
Roy se lo regresó
extrañado, y Oliver comenzó a enviar mensajes de texto y conducir, que
probablemente no era lo más inteligente, pero todavía estaba en su propiedad.
-¿A dónde vamos
ahora?-
-Al médico para que
pueda revisarte. Acabas de pasar toda la mañana en una casa abandonada... Y
luego a comer, si quieres-
Roy no respondió,
pero su expresión no requirió palabras cuando el médico le dijo que tenía que
volverse a quedar.
-Yo me siento bien-
mintió descaradamente.
Oliver tampoco
estaba emocionado.
-Por cuanto
tiempo?-
-Sólo esta noche
para monitorearlo, en verdad en verdad se ve muy mal y tampoco queremos un paro
respiratorio-
-Suena bien para
mí- Roy “comentó”.
-Hm... gracias-
Oliver se volteó para mirar al chico, pero no dijo nada.
-¿Han seguido las
indicaciones?- cuestiono el doctor casualmente mientras se instalaban en la
habitación.
-No al 100%... pero
lo hemos intentado- Oliver frunció el ceño, definitivamente iban a terminar quitándole
a su hijo.
-¿Y los
medicamentos los ha tomado regularmente?-
-...Hoy no- Oliver
realmente no quería decirle al médico que el niño había escapado dos veces- Fue
mi culpa, lo siento...-
-Los demás días sí-
mintió Roy muy naturalmente.
-Mmm, no, no
mientas Roy. Por lo general toma las de las mañanas... Ha sido una semana difícil-
Aunque lo juzgaran, Oliver no quería mentir y empeorar las cosas, o la salud de
su hijo.
Aunque no era la
mejor situación, el doctor estaba notando un significativo cambio al menos en
la postura del hombre.
-Bien. Necesito que
se siga el tratamiento al pie de la letra y que las nebulizaciones sean
diarias. Además, muchacho, es importante que uses suéter y calcetines al menos
hasta que mejores. Comprenderá que tengo que anexar esta visita al expediente
en caso de que Servicios Infantiles lo requiera- avisó a Oliver- La tomaré como
lo que es, un chequeo de prevención-
-Gracias- Oliver le
dio una sonrisa educada, pero en realidad se sentía miserable. Cuando el doctor
salió, fue a sentarse en la silla junto a la cama de su hijo.
-Le hubieras dicho
que sí me he tomado las medicinas y ya-
-Deberías descansar
un poco- fue la cortante respuesta de Oliver.
Roy rodó los ojos y
se cubrió con la cobija que había ahí en la cama del hospital. Ni siquiera
sabía por qué Oliver estaba molesto ahora. El hombre se sentó allí por unos
minutos incómodos antes de hablar.
-Creo que la cama
es lo suficientemente grande, si quieres que me acueste contigo ...-
-¿Y ese milagro?
Ayer no querías-
- Bueno, ayer
estaba enojado contigo...-
-Ah mira...
¿Entonces cuando estás enojado puedes hacerme sentir mal?-
- Solo puedes decir
'no', Roy. No tengo que acostarme contigo-
-¿Por qué estás
enojado ahora?-
Oliver miró hacia
otro lado. Sabía que estaba siendo brusco, sabía que estaba molesto y
desquitándose con Roy, y eso no era justo.
-No estoy
enojado...- Sí lo estaba.
-Pues pareces-
-Lo siento,
¿quieres que me acueste contigo, sí o no? -
-Sí-
Oliver se subió a
la cama y comenzó a acariciar el cabello rojo de Roy.
-Te amo- susurró,
antes de cerrar los ojos, estaba cansado.
Roy se recargó en
él y también intentó descansar, tenía demasiado frío.
Ya ahí un logro
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