martes, 31 de diciembre de 2019

Demasiada Libertad, capítulo 18


-Está bien, bueno, cuando te castigue hoy por huir de nuevo, prometo no decirte que te calles-  Es como si hablaran dos idiomas diferentes, pensó Oliver- ¿Nos podemos ir? Tengo frío... lo que significa que tu probablemente te estás congelando- se quitó su abrigo y se lo dio al chico.

-No lo quiero- se lo regresó.
-Lo que sea, vamonos- Oliver lo agarró del brazo para levantarlo, esperando que Roy no armara una escena.
Pero para sorpresa del tipo, Roy no sólo no se levantó, sino que además dejó caer todo su peso. Si Oliver quería sacarlo de ahí, iba a tener que arrastrarlo.
-Roy...- El hombre de repente tuvo un millón de recuerdos horribles de Roy cuando era un niño pequeño- Ni lo  intentes. Ya no tienes 7 años-
-Pues déjame y vete-
-Desearías tener tanta suerte- murmuró Oliver, antes de agarrar un brazo y un poco de cabello, y jalarlo. 
-¡AAAUUUU! ¡¿QUÉ TE PASA?!- le reclamó, levantándose casi de inmediato.
-No estoy jugando, Roy. Nos vamos pero YA. Métete al carro-
-TE ODIO, QUEEN- lo empujó y se soltó antes de echar a andar fuera del lugar, estaba hartísimo.
Oliver maldijo entre dientes antes de perseguir al niño. No fue difícil atraparlo, considerando que el niño estaba enfermo, y Oliver estaba en una forma increíble. Lo arrastró al auto y comenzó a conducir, pero no a la casa de Bruce. Iba a Star City. Después de unos minutos le arrojó a Roy su teléfono.
-Llama a Dinah, llama a Bruce, llama a Clark, diles que estás bien y agradece a este último por encontrarte-
-¿Todavía quieres que le dé las gracias? Eso no va a pasar- se guardó el teléfono en el bolsillo.
-Así es, olvidé que te gusta hacer las cosas de la manera más difícil-
-No lo voy a hacer y ya, yo ni siquiera quería que me encontrara-
-Estoy seguro de que cantarás una melodía diferente después de nuestra 'charla'-Oliver le advirtió.
-Estoy seguro que no, porque no vamos a "charlar." Y este no es el camino a la casa de Bruce-
-Sí, lo sé-
-¿Y entonces? ¿Ya vas a aventarme a una clínica o qué?-
Oliver en realidad no tenía un plan al 100%, pero cuando había estado en casa ese mismo día se había dado cuenta de cuánto extrañaba el lugar. Quería pasar el día allí.
-Nah, solo vamos a la casa más limpia del mundo-
-Dijiste que no íbamos a casa de Bruce-
-Jaja. Bien, vamos a la casa más sucia del mundo...-
-Guácala, yo no quiero ir a tu casa... La más deprimente del mundo, dirás- masculló.
-NUESTRA casa, y te haré saber que los servicios de limpieza hicieron un gran trabajo. Así que se ve decente... ¿No la extrañas? ¿Ni un poquito?-
-Nada- Lo único que hacía ahí era fumar, tomar, inyectarse y meterse coca.
-...Me entristece escuchar eso- Oliver admitió, mirando a Roy por un segundo antes de mirar hacia la carretera.
-No me importa- lo último que quería era ir a encerrarse a su cuarto.
-De acuerdo- Oliver pensó que Roy solo estaba siendo difícil, así que decidió ignorarlo. Cuando llegaron, se volteó hacia él- ¿Tienes hambre?-
-No... Yo te espero afuera- no tenía ganas de entrar.
-Quiero pasar tiempo en casa, Roy, contigo. Extraño a mi hogar... vamos-
-Sí, pero yo no extraño este lugar ni quiero pasar tiempo aquí-
-¿Por qué estás actuando de esta manera? ¡Sólo ve a tu cuarto si no quieres pasar tiempo conmigo!-
-Porque odio esta casa, sobretodo mi cuarto. Entra tú si quieres, yo me quedo afuera-
Eso finalmente llamó la atención de Oliver.
-¿Por qué odiarías esta casa? ¿Y tu cuarto?-
-Porque siempre está sucia, sola y deprimente-
-...Roy ...-
-¿Qué?-
-Esta es nuestra casa, sabes que volveremos en un par de semanas, ¿verdad?- Oliver estaba sinceramente tentado de comprar una nueva si eso le quitaba esa cara...
-No me lo recuerdes- no sabía qué iba a hacer cuando eso pasara. Roy usualmente pasaba mucho tiempo con amigos y hasta intentaba dormir fuera con tal de no estar ahí.
-...¿Quieres que nos mudemos a una nueva casa?- Era una pregunta ridícula, y Oliver no podía creer que lo estuviera ofreciendo, pero su hijo lucía tan triste...
-Da lo mismo- seguro en la otra iba a ser igual- Sólo... Te espero aquí afuera-
Oliver miró al niño por un largo tiempo.
-Dame mi teléfono, por favor-
-¿Cuál teléfono?-
-El que te di para que llamaras a Dinah. ¿Donde lo pusiste?-
Roy se lo regresó extrañado, y Oliver comenzó a enviar mensajes de texto y conducir, que probablemente no era lo más inteligente, pero todavía estaba en su propiedad.
-¿A dónde vamos ahora?-
-Al médico para que pueda revisarte. Acabas de pasar toda la mañana en una casa abandonada... Y luego a comer, si quieres-
Roy no respondió, pero su expresión no requirió palabras cuando el médico le dijo que tenía que volverse a quedar.
-Yo me siento bien- mintió descaradamente.
Oliver tampoco estaba emocionado.
-Por cuanto tiempo?-
-Sólo esta noche para monitorearlo, en verdad en verdad se ve muy mal y tampoco queremos un paro respiratorio-
-Suena bien para mí- Roy “comentó”.
-Hm... gracias- Oliver se volteó para mirar al chico, pero no dijo nada.
-¿Han seguido las indicaciones?- cuestiono el doctor casualmente mientras se instalaban en la habitación.
-No al 100%... pero lo hemos intentado- Oliver frunció el ceño, definitivamente iban a terminar quitándole a su hijo. 
-¿Y los medicamentos los ha tomado regularmente?-
-...Hoy no- Oliver realmente no quería decirle al médico que el niño había escapado dos veces- Fue mi culpa, lo siento...-
-Los demás días sí- mintió Roy muy naturalmente.
-Mmm, no, no mientas Roy. Por lo general toma las de las mañanas... Ha sido una semana difícil- Aunque lo juzgaran, Oliver no quería mentir y empeorar las cosas, o la salud de su hijo. 
Aunque no era la mejor situación, el doctor estaba notando un significativo cambio al menos en la postura del hombre. 
-Bien. Necesito que se siga el tratamiento al pie de la letra y que las nebulizaciones sean diarias. Además, muchacho, es importante que uses suéter y calcetines al menos hasta que mejores. Comprenderá que tengo que anexar esta visita al expediente en caso de que Servicios Infantiles lo requiera- avisó a Oliver- La tomaré como lo que es, un chequeo de prevención-
-Gracias- Oliver le dio una sonrisa educada, pero en realidad se sentía miserable. Cuando el doctor salió, fue a sentarse en la silla junto a la cama de su hijo.
-Le hubieras dicho que sí me he tomado las medicinas y ya-
-Deberías descansar un poco- fue la cortante respuesta de Oliver.
Roy rodó los ojos y se cubrió con la cobija que había ahí en la cama del hospital. Ni siquiera sabía por qué Oliver estaba molesto ahora. El hombre se sentó allí por unos minutos incómodos antes de hablar.
-Creo que la cama es lo suficientemente grande, si quieres que me acueste contigo ...-
-¿Y ese milagro? Ayer no querías-
- Bueno, ayer estaba enojado contigo...-
-Ah mira... ¿Entonces cuando estás enojado puedes hacerme sentir mal?-
- Solo puedes decir 'no', Roy. No tengo que acostarme contigo-
-¿Por qué estás enojado ahora?-
Oliver miró hacia otro lado. Sabía que estaba siendo brusco, sabía que estaba molesto y desquitándose con Roy, y eso no era justo.
-No estoy enojado...- Sí lo estaba.
-Pues pareces-
-Lo siento, ¿quieres que me acueste contigo, sí o no? -
-Sí-
Oliver se subió a la cama y comenzó a acariciar el cabello rojo de Roy.
-Te amo- susurró, antes de cerrar los ojos, estaba cansado.
Roy se recargó en él y también intentó descansar, tenía demasiado frío.


1 comentario: