jueves, 27 de junio de 2019

Capítulo 16 La trilogía de Nueva York parte 3

Hola chicas, aquí London.

Quería agradecer por los comentarios, pocos o muchos se aprecian muchísimo, quería poner una notita porque sin ganas de sonar egocentrica haha creó que estos tres capítulos son los mejores que he escrito en MI VIDA, y espero que les gusten tanto como a mí, también quería hacer un pequeño epilogo para esta trilogía, o también algo así como lo que paso en la perspectiva de Los Wayne, pero no se que opinen. En fin, fin del comunicado haha muchas gracias.

P.D.: Cuando Reed y Josephine se refieren a las donas como " porquerías" solo quiero aclarar que es una manera de decirle a la comida chatarra, a lo mejor es muy obvio, pero me entro como la duda de si no estaba claro.





Capítulo 16 La trilogía de Nueva York parte 3

Bar "Shoot Garden" Nueva York, Reed Archer. 
Sabía que estábamos en muchos problemas desde que pisamos el suelo del bar, la verdad es que yo ya venía un poco ebrio, y cuando Josephine se había ido a platicar con su hermana yo había aprovechado para fumar con Henry, la verdad es que no me sentía orgulloso de hacerlo, pero me tranquilizaba mucho así que siempre podía evitar las críticas, aunque no había sido el caso de Josephine pero aún me ponía de nervios porque a pesar de haber dicho que no le importaba el hecho de que ella no lo hiciera y yo sí… tampoco había visto al tal Richard fumando, bebiendo sí, pero fumando, no, aun así tenía que confiar en lo que decía ella.
Nos dieron una mesa en la parte de arriba al fondo, pedimos más tequila, y otra botella de vodka, todos estábamos borrachos, eso era seguro, estaba casi segura de que Jo era la única que no estaba borracha, ella solo se había tomado una cerveza, y un Shoot de tequila de un juego que habíamos hecho, el segundo menos borracho era yo, y me había bebido cuatro tequilas y como tres vasos de vodka, Henry estaba normal, había tomado más que yo pero estaba como si nada al igual que Cath, Easton si se estaba cayendo pero había tomado casi una botella de tequila casi solo, esperaba que no tuviéramos problemas con él, a veces sentía que Henry y yo deberíamos cuidar mejor a Easton pero en ese momento él estaba demasiado ocupado con Cath y yo… bueno con Jo, aunque ella parecía no quitarle un ojo de encima a mi hermano menor.
-Oye, ¿y si pedimos algo de comer?-Me preguntó Jo, viendo la decadente carta del bar.
-¿Tienes hambre?-Pregunté.
-No realmente, pero… -Se arrepintió de lo que iba a decir.-Si, un poco.
Pedimos comida también, sabía que la jugada de Jo era que se nos bajara un poco el alcohol, que funciono, también el hecho de que nos pusimos a bailar todos, pero también seguíamos bebiendo a pesar de todo eso, las cosas iban muy bien hasta que…
-Hay que hablar.-El ex novio de Josephine la tomó del ante brazo.
-Richard, no, y menos aquí.-Contesto ella tomándome la mano.
-Sí, si vamos a hablar porque… te vas, regresas y regresas con el hermano de este idiota y luego me lo restriegas en la cara, solo quiero hablar.-Insistió.
-Cuando no estés así.
-¿Así como? Yo no estoy borracho, y menos drogado como este fumetas.-Me miro de arriba, abajo.
-Si estas borracho.-Contesto Josephine, yo me estaba enojando pero estaba tranquilo acababa de fumar y si quería golpearlo pero me podía controlar.
-Dick, por favor.-Insistió.
-Joyce, por favor tú. No puedes preferirlo por encima de mí, somos amigos, ¿no?
-Güey, ya te dijo que no.-Josephine dijo que no lo golpeara no que no le dijera nada.
-Cállate, nadie pidió tu opinión.
-Dick, ya.-Llegó el hermano de el idiota este y lo tomó por el hombro.
-Deberías aprender a saber que no es no.-Dije.
Lo siguiente que supe fue que estaba tirado en el suelo con este tipo encima, me dio un golpe en el pómulo antes de que siquiera pudiera reaccionar para quitármelo de encima, para cuando por fin pude quitármelo y tomar las de ganar le di directamente en la nariz, me llené de sangre la mano, y rodamos hacía la mesa alta y tiramos lo que había una lluvia de vidrios y alcohol nos llovieron, sé que Henry me estaba intentando detener porque jamás confundiría sus agarre pero aun así el junior este no me soltaba y la pelea era de las más justas que había tenido en mi vida, de hecho, este tipo peleaba con demasiada gracia y habilidad, yo tenía ninguna de las dos, yo solo actuaba con impulsos siempre y aparte siempre me había enseñado a pelear en peleas callejeras.
De pronto sentí como nos caía agua helada y por fin regrese a mis sentidos y por fin habían logrado separarnos, tenía sangre borboteando de mi cara y en las manos.
-¡REED! Cálmate.-Era Henry quien me tenía muy bien agarrado junto con un mesero.- ¿Qué pasa contigo? –Me jalo hacía el para que lo viera de frente y se deshizo del agarre del mesero.-Ya yo puedo solo.-Me agito- ¿QUÉ DIABLOS TE PASA?
-Déjalo en paz.-Le jalo el brazo Josephine-El no empezó.
-Vámonos de aquí.-Me empezó a empujar hacía la salida.
-¡Henry! –Esa era la voz de Josephine siguiéndonos.
Salimos por la parte atrás donde nos habían dejado entrar, Josephine salió tras nosotros, al igual que todos los demás, el ex novio de Josephine también tenía la playera llena de sangre, su playera era blanca así que era demasiado escandaloso todo. Yo estaba bastante aturdido y no entendía muy bien que estaba pasando hasta que Henry dijo:
-Te tienen que cocer…-Me obligo a alzar la cara.-Y aquí también…
-Estoy bien… -Me quite.
Pero después de unos segundo vomite, el olor a sangre, y el alcohol no eran la mejor combinación en ese momento, así que le vomite en los pies a Henry.
Hospital general del Estado de Nueva York.-Henry Archer.
Llevábamos en el hospital cerca de una hora, no nos habían dicho nada, tampoco es como que el amigo de Jo y Reed estuvieran graves, solo les estaban limpiando las heridas y seguro suturando algunos cortes que se habían hecho con los vasos y las botellas rotas.
-Ian estará furioso…-Resople acariciando el cabello de Cath, del otro lado recargada tenía Josephine.
-No fue culpa de Reed.-Insistió Josephine.
-Como haya sido, estará furioso.-Rodé los ojos.
En ese momento se nos acercaron sus otros tres amigos.
-Chicos, Tommy y yo, nos vamos.-Anuncio Thea.-Perdón pero de verdad no nos podemos quedar más tiempo.
-No se preocupen…-Se levantó Cath para abrazarla.-No tiene caso de que ustedes también se metan en problemas.
-Sí, gracias por todo.-Les sonreí.
-¿Ya le hablaste a Bruce?-Pregunto Cath a Jasón.
-Si…-Se sentó junto a Josephine.
Después de lo que me pareció una eternidad el doctor salió  para informarnos todo, solo les habían hecho un par de suturas, limpiado las heridas.
-Tenemos que aplicar una vacuna de refuerzo de tétanos pero necesitamos autorización de los tutores, ¿ya hablaron con ellos?-Pregunto inquisitivamente.
-No deben de tardar.-Conteste yo sin dejarme intimidar.
Minutos después el padre de los chicos lo sé porque Jasón enseguida se puso bastante pálido, no lo culpaba su padre era bastante intimidante, sabía que lo había visto en alguna revista de Forbes pero no tenía ni idea de quien era en ese momento, así que yo solo me quedé ahí.
-¿Qué es lo que pasó?-Preguntó. Luego miro a las chicas y a mí.-Catherine, Josephine.
-Hola, Bruce.-Contestaron al unísono.
-Él es Henry, el hijo mayor de Ian Archer.-Le informo Josephine.
Bruce se limitó a asentir y a mirar a mi hermano menor que se encontraba dormidísimo en el brazo del sillón.
-Bueno, ¿qué paso?-Ahora nos preguntó a todo.
-Reed… -Comencé yo porque al parecer nadie planeaba hablar.-Bueno… mi hermano, el otro, y su hijo se enredaron en una pelea que no salió muy bien.
Bruce miro inquisitivamente a su hijo.
-El doctor quiere que autorices a que le pongan una vacuna a Dick…-Fue lo único que dijo.
-Bien. Espero tener una mejor explicación cuando regresé.-Anuncio dirigiéndose a recepción luego se detuvo un segundo-¿Sus padres?
-No deben tardar…-Conteste y el continuo su camino.
Efectivamente luego de un minuto Ian iba entrando con su cara de preocupación seguido de la madre de las chicas, esto era muy incómodo, tendría muchos problemas con Ian y aparte la madre de Catherine tendría una primera impresión horrible de mí, vaya idiotez, no entendía porque Reed tenía que pelearse siempre, no podía solo controlarse una vez, todo iba muy bien, maldita sea.
-¿Qué paso?-Pregunto enseguida Ian con el ceño fruncido.
-Reed, se metió en otra pelea…-Solté de mal humor.-Eso paso…
-¡No fue su culpa!-Esa era la voz de Josephine.-Reed, no empezó Ian.
-¿Y a Easton que le pasa?-Pregunto cuando miro a mi hermano menor.
-Nada… solo está dormido.-Conteste de mala gana.-Ve con el doctor, necesita tu autorización para que vacunar a Reed…
Hospital general del estado de Nueva York-Reed.
Me habían suturado una cortada de la cara, y una de la mano, si no fuera porque estaba borracho y sufriendo una conmoción no muy grave según el doctor, me hubiera puesto a llorar y a luchar con las enfermeras porque tenía terror a las agujas, aún me dolían mucho las dos herida, la mejilla y la boca. Juro que ese idiota sabía perfectamente lo que hacía, yo solo había atestado golpes como podía, él no, igual seguía ahí porque me iban a poner una vacuna pero tenía que esperar a mi padre, el cual seguro estaría vuelto loco cuando me viera.
-Pónganle la vacuna, ya llegó el tutor.-Entró el doctor y tras él Ian.
-Necesito que te bajes la ropa y te des vuelta por favor.-Me pidió la enfermera.
-Yo… no necesito una vacuna…-Dije sin moverme.
-Reed, no comiences.-Dijo Ian serio.-Obedece y no me hagas perder la paciencia, porque te prometo que no me queda nada.
-Pero es que…-Se me hizo un nudo en la garganta.
-No, Reed, no quiero un drama por una vacuna después de que te hayas peleado a golpes así, ¿Ya te viste la cara? –Fruncí el ceño.-Así que  haz caso.
No me quería poner a llorar frente al doctor y las enfermeras, ni hacer enojar más a mi padre así que obedecí, admito que no sentí nada aún estaba demasiado aturdido así que en cuanto menos me lo espere la enfermera me subió la ropa y dijo que podía irme.
-El muchacho está un poco aturdido, tiene una pequeña conmoción me dijeron que vomito después de la pelea, también estaba en estado de ebriedad así que seguro también eso influyo, le recomendaré unas pastillas para el dolor, y si en uno o dos días sigue teniendo síntomas de conmoción tráigalo enseguida.
-Muchas gracias, doctor.-Le estrecho la mano y me paso la mano por los hombros.-Vamos.
-Te prometo…-Comencé.-Te juro, que yo no comencé.
Ian negó con la cabeza.
-No vamos a hablar de eso ahorita, ¿Cómo te sientes?-Me alzó la barbilla para verme la cara.
-Me duele… -Me quejé intentando zafarme sigilosamente.
-Ahorita compró la medicina en la farmacia.-Me apretó el hombro como signo de apoyo.
-Gracias.-Fue lo único que atiene a decir antes de entrar a la sala de espera donde estaban Henry, Catherine, Josephine, Easton que parecía acabado de levantar y la madre de Jo.
-Listo, voy a la farmacia del hospital y nos vamos.-Anuncio mi padre.
-¿Cómo te sientes, cariño?-Me pregunto enseguida la madre de las chicas. Era una mujer demasiado cálida.
-Estoy…-Todos me miraban extrañados.-Bien… creo, me duele…
-¿Qué te duele?-Josephine me tomó la mano.
-Todo…-Sentía que estaba hablando en cámara lenta.
Mansión Dyer-Easton Archer


No sé si ya se me estaba haciendo costumbre o no, pero tenía la boca completamente seca aunque no me dolía la cabeza tanto como en otras ocasiones, pero claro que tenía blackout no recordaba muchas cosas, recordaba una pelea, y alcohol, sangre, y el hospital... abrí los ojos y no recordaba donde estaba, mire el techo extrañado, esta no era mi casa, me giré un poco y a lado de mi completamente dormido estaba Reed, tenía una cortada en la sea y ahí mi memoria regreso un poco, esta era la habitación donde me estaba quedando en la casa de Josephine, algo en mi estómago hizo que tuviera unas incontrolables ganas de vomitar, así que corrí al baño, ese baño era enorme, tenía una regadera en la esquina y en la otra una tina y un sillón largo, seguro era de relleno, corrí al WC, alce la tapa y comencé a vomitar. 

-¡Easton!-Se escuchó desde la recámara. -¡Easton! -Escuche la voz de mi padre más cerca. 

-¿Te quieres calmar?-Era Henry atrás de él.

-¡Cállate!-Le ordenó mi padre. -No estoy para tonterías, Henry. -Dijo llegando a mí. -¡Demonios, Easton! ¿Otra vez?

-Ay dios...-Farfulle de mal humor.-No es para tanto, no me cayó bien la cena.

Ian me miro furioso. 

-¿Qué te dije de estar bebiendo?-Mi padre comenzó a desabrocharse el cinturón. 

-Wow... espera papá.-Cerré la tapa del WC y me senté en la tapa-Solo fue unas cervezas. 

-Por favor, Easton. -Camino hacia mí y me levanto de un tirón.

-No, papá, por favor... espérate.-Me intenté zafar. 

-Te lo advertí. -Dijo y el primer cintarazo cayó en mi trasero. 

-¡AYYY! No, no...-Me estaba ardiendo muchísimo, y mi padre parecía no querer detenerse. 

-Bueno, ya me están cansando los tres, intentó que estemos bien, y ser un padre justo, pero ustedes solo me ven la cara de idiota.-Los cintarazos seguían cayendo en el centro de mi trasero que seguro estar rojísimo.

-¡Ayyy! Papá, no es cierto, ya, por favor, me duele muchísimo. 

-Pues eso espero, Easton, no sé cuántas veces te tengo decir que NOO-Me dio un cintarazo particularmente fuerte-BEBAS- y otro. 

-¡AUUUUU! Papá, yaaa-Comencé a llorar con muchas ganas y es que vaya que me estaba doliendo.

Ian igual no sé detuvo me dio una sería más de correazos que me dolieron horrores. 

-YA, papá, por favor ya nooo... ¡AUUUU! 

Ian me soltó aún muy enojado, y volteo con Henry se había quedado viendo la escena y lo tomó del brazo.

-Ian, espérate.-Le dijo intentando soltarse.

-Papá, Henry, y ya estoy cansado de estás tonterías. -Le dio la vuelta de un tirón y comenzó a soltar cintarazos en el trasero de mi hermano mayor -¿Quieres que te trate como un adulto? Dices que ya estás grande, pues cuando te porte como uno te tratare como uno. 

-¡AYYYY! Ian... Papá, ya no me pegues.-Se intentó zafar-¡AUUUU! ¡AYYYYY! -Henry era algo más alto que yo, pero aun así Ian le llevaba una altura considerable. -Yo ni siquiera hice nada. 

Mi padre se detuvo y lo hizo voltear hacia él. 

-¿Ah no? ¿Bebiste? ¿Fuiste a un bar sin mi permiso?

-Ayyy...-Se volvió a quejar Henry. 

-¡¿Te estoy hablando?!

-Siiiiii...-Contesto intentando zafarse del agarre de mi padre-Pero ya tengo 19 años. 

-¿Sabes cuál es la edad legal para beber?

-En muchos lugares ya soy mayor de edad.

-No te pregunte eso, te pregunte cuál es la edad para beber y de paso entrar a un bar. 

-Veintiuno...-Contestó rodando los ojos, y lo único que consiguió es que mi padre le diera vuelta y le siguiera soltando cintarazos-¡AUUUUUU! Papá, ¡Yaaaaa! Deja de pegarme ¡Ya! ¡Lo siento! Por favor.

-Despierta a Reed.-Lo soltó.-Voy a hablar con los tres. 

-Pero papá... -Replicó Henry.-Reed seguro se siente mal.

-¡Haz lo que te estoy diciendo! -Henry dio media vuelta y salió de ahí.

-Y tú métete a bañar, cuando salgas te voy a dar la versión completa porque ya estoy cansado. Easton. 

-Nooo, pero papá...-Sollocé, ¿la versión completa? Si me había dolido muchísimo. 

-¡Obedece! ¿O te meto a bañar yo? -Se acercó. 

-Nooo, ya voy yo.-Me dirigí hacia la regadera. 

Mi padre se quedó ahí, o sea no sé si me estaba esperando para que me apurara pero tampoco quería tentar mi suerte y no le dije nada, y me metí a bañar, me daba un poco de alivio el agua, aunque con los cintarazos simplemente no me podía sentir mejor.
Me bañe con bastante calma porque no quería salir de ahí porque mi padre estaba muy enojado, pocas veces lo había visto así y no es que quisiera su mentada " versión completa"

-Easton, apúrate.-Dijo de pronto. 

-Si... 

Salí, me sequé y me vestí lo más rápido posible porque de verdad no quería que mi padre se enojara aún más. 

-Vamos... -Me dijo. 

Suspiré con alivio, cuando salimos del baño, Reed tenía aún cara de dormido y Henry estaba sentado en la orilla de la cama, no sabía cómo le hacía Henry para no ponerse a llorar cuando le pegaban, le habían salido unas cuantas lágrimas y hasta ahí, yo tenía toda la cara roja y los ojos hinchados, Henry era como de otro planeta. 

-Siéntate.-Me ordenó y yo a pesar de que me dolió mucho, obedecí. 

-Henry, saca todo lo que traes en tus bolsillos. -Ordenó de pronto a mi hermano mayor.

-¿Para? 

-Haz lo que te digo.

-Es que no entiendo para que...-Contestó Henry, ya sabíamos para que, mi hermano solo estaba haciendo tiempo. 

-No te lo voy a repetir. 

Henry resopló pero se levantó y comenzó a sacar las cosas de sus bolsillos, su celular, un encendedor, un billete, una bolsita con marihuana. 

-¿Qué es eso?-Preguntó mi padre. 

-Ay, papá...-Empezó Henry-No... No es mía. 

-No me vengas con idioteces.-Gruñó mi padre-No es la primera vez que te la encuentro, y tú.-Miro a Reed- ¿Desde cuándo lo haces? Ayer buscando en tu ropa... 

-¿Por qué estabas buscando en mi maldita ropa?-Dijo Reed enojado. 

-No me hables así, Reed, que si no te doy la paliza que te mereces es porque necesito saber que tú estúpida pelea de anoche no te dejo consecuencias peligrosas.-Frunció el ceño.-Y no revise tus cosas, saque ropa limpia porque estabas lleno de sangre y de paso encontré una maldita bolsa de marihuana, ¿QUE DEMONIOS PASA CON USTEDES? 

Los tres nos miramos un poco asustados pero no dijimos nada.

-Llegando a California les haré análisis a los tres, y creo que tendré que tomar medidas drásticas con ustedes porque beber, es una cosa que no está bien, y que no voy a permitir pero drogarse es algo que va MUCHO MÁS ALLÁ. 

-Pero...-Replique yo.-Yo... yo no la fumo, y a mí no me encontraste nada.

Sabía que esto podía considerarse traición pero Reed y Henry sabían que decía la verdad, lo hacía MUY rara la vez, a lo mejor si podía beber cada vez que me ponían alcohol enfrente pero no fumaba. 

-Pues eso ya no lo sé...-Respondió Ian. 

-¿No puedes confiar en nosotros?-Preguntó Henry ofendido.

-Ustedes díganmelo.-Nos miró serio.-Y tú no te vas a salvar eh... te dije que no quería más peleas, Reed. 

-Pero... ¡Papá!-Gritó Reed-Yo no empecé, te lo juro.

-Cierto o no cierto, las demás cosas que hiciste, no tenías que hacerlas, y tú y yo tenemos algo pendiente.

-Pero papá... -Empezó Reed.

-Pero nada.-Dijo furioso.- ¿Cómo te sientes? 

-Bien...-Mi hermano dijo cruzándose de brazos. 

-Reed, no estoy para berrinches, espero que me estés diciendo la verdad porque si al rato me dices que te sientes mal, con la pena te voy a dar de nalgadas. -Le advirtió, papá nos conocía demasiado bien, y Reed se había querido hacer el digno, así era Reed. 

Reed lo miro enfurruñado. 

-¡Ya te dije que bien!-Soltó enojado. Mi papá se acercó peligrosamente a él. -Ya, nooo, se hizo para atrás, me duele... 

-¿Qué te duele?-Mi padre estaba perdiendo la paciencia. -Habla. 

-La cabeza, y me da comezón la herida de la cara, y estoy mareado pero eso te importo muy poco cuando me estabas gritando. 

-Cállate, que esto es tu culpa, y no me vas a hacer sentir culpable por algo que tú mismo te provocaste.

-¡Ya te dije que yo no empecé!

-Deja de gritarme, aunque no empezaste, no tenías que estar en un bar, menos borracho y drogado, así que ya basta de dramas innecesarios.

-Como sea.-Y ahí fue cuando a Reed le cayó un manazo en la boca que lo hizo empezar a llorar. 

-Ya cálmate.-Le ordenó mi padre, sabía que a pesar de que estaba enojado una punzada de culpabilidad le llegó al ver llorar a Reed, Reed no era de Los que se ponía a llorar por un manazo en la boca. Así que con toda la paciencia que mi padre tenía se sentó frente a Reed y le quitó las lágrimas de la cara.-Tómate las medicinas, y cuando regrese de mi junta te voy a llevar al médico para que te vea, ¿de acuerdo?-Reed asintió. 

-Bien.-Suspiro y se levantó-Descansen un rato, iré a mi junta, Abigail, Jo y yo les preparamos el desayuno, ellas regresarán en un rato, pórtense bien. 

Los tres asentimos y mi padre se fue sin más ceremonia, mis hermanos y yo nos quedamos en silencio hasta que Henry dijo: 

-Papá enserio está muy enojado.-Soltó de pronto.

-Si... -Dijo Reed. -Deberíamos hablar con él cuando vuelva y disculparnos.

-Pues sí...-Participe.

-¿Cómo estás tú?-Me pregunto Henry.

-Me duele mucho el trasero, y quiero agua... -Me quejé-Pero nada del otro mundo, vamos que ese tipo no jugaba ¿eh? 

-Vaya que no-Dijo Henry.

-Es un idiota, ¿el quedó peor no?-Miró a Henry.

-Pues...-Comenzó Henry.-Digamos que estuvo muy parejo. 
Luego de un rato Reed se quedó dormido nuevamente y Henry y yo bajamos a desayunar, y luego nos subimos al cuarto donde Henry y yo nos estábamos quedando solo para quedarnos dormidos también.
Central Park, Nueva York-Josephine Dyer
Mamá nos había obligado a salir desde temprano de casa, aunque yo me había negado sin mucho éxito y es que, quería saber cómo estaba Reed, mi mamá dijo que seguro Ian quería un poco de privacidad y que también así podíamos pasar un rato a solas las tres, aunque la verdad es que no tenía muchas ganas de nada, estaba muy desvelada, y quería dormir, aun así el paseo con mamá y Cath había estado bien, era raro estar solo las tres juntas haciendo cosas que hacíamos con papá, pero no quería arruinar este momento, me iba a ir al día siguiente y Cath también y no sabíamos cuando volveríamos a estar juntas así que no me atreví ni a quejarme, al final mi madre se había ido porque tenía pendientes pero Cath y yo nos quedamos caminando, me hubiera gustado ponerme a correr como con Easton pero Cath lo odiaba entonces solo caminábamos.
-¿Entonces Henry y tú?-Pregunté de pronto.
-¿Henry y yo…?-Repitió.
-Pues… cuéntame todo.
-Hace un par de semanas creo sino es que un poco más o menos, Henry se puso en contacto conmigo me dijo que si me acordaba de él, y yo le dije que sí, me dijo que me había buscado y que de verdad quería verme de nuevo, a mí se me hizo un poco creepy pero debo admitir que un par de veces Thea y yo intentamos encontrarlo en internet pero no sabía su nombre, entonces me contó que tu vivías con sus hermanos…-Catherine me contó todo con detalles.-Y pues quedamos en encontrarnos aquí para vernos de nuevo, y pues quedamos en lo intentaremos, tal vez en verano sea un poco complicado pero Escocia e Inglaterra están a cuarenta minutos en avión, así que si funciona creo que todo saldrá bien, pero tampoco queremos apresurar, que hayamos sentido un click como este y que de casualidad nos hayamos encontrado, no quiere decir que todo vaya a salir como nosotros planeamos, ¿no?
-Pues no… aunque espero que sí-Le sonreí.-Henry es buen chico.
-Eso espero.-Me sonrío.- ¿Y tú, que hay de su hermano?
-Pues…-Me sonroje.-Estamos intentando poder salir sin morir en el intento.-Pero es difícil.
-Yo solo espero que tú estés feliz.
-No sé si pueda ser completamente feliz algún día de nuevo…-No me aguante, era cierto que Reed me hacía feliz, pero eso no me quitaba el vacío de mi padre.
-Lo sé, me siento igual, pero tenemos que intentarlo, no con dos chicos lindos, sino con todo en general, tenemos una vida por delante y sé que papá querría que fuéramos felices.
-Lo sé, solo creo que es muy pronto…-Los ojos se me cristalizaron y miré hacia arriba.
-Ven acá-Me abrazó.- Lamento no poder estar contigo y que no puedas estar con mamá, pero veras que las cosas se arreglaran muy pronto, y podrás regresar a casa.
-Te quiero.-Fue lo único que le dije, porque sabía que Cath y mamá mentían para hacerme sentir mejor.
Después de caminar un rato más, tomamos un taxi a casa, ya me moría de ganas de ver a Reed, cuando llegamos nos encontramos con Easton y Henry en la sala, no parecían muy contentos y cuando nos vieron se quedaron callados.
-Wow, parece que alguien murió.-Soltó Cath sonriéndoles.-Les trajimos unas donas por si querían las famosas donas de central Park antes de que fueran.
Los dos sonrieron como siempre, despreocupados y frescos como si hace un momento no hubieran estado tan serios.
-Wow que cuñada tan buena eres.-Dijo Easton.-Reed y tú se ganaron lo mejor del mundo, ¿no tienen otra hermana?
-Para tu mala suerte no.-Le dijo Catherine sentándose en medio de ellos.
-¿Tuvieron muchos problemas?-Pregunto Henry rodeando a Cath con el brazo.
-Pues…-Me miró Cath.
-Al principio mamá estaba hecha una furia…-Conteste-Pero creo que decidió que no debía estar tan enojada con nosotros el ultimo día que nos vera en meses.
-Pues que suerte…-Dijo Easton con la boca llena de dona que ya se estaba comiendo.
-Pues si…creo, ¿y ustedes, que tal con Ian?
-Sin comentarios.-Resoplo Henry.- ¿No te sentaras? ¿O quieres correr a la habitación de tu príncipe?-Se burló.
Rodé los ojos.
-La verdad es que sí, ¿creen que sea prudente?-Pregunté.
-Define prudente-Se burló Easton.
-Yo digo que es una gran idea.-Soltó Henry.-Solo que no sé si este despierto.
Me lo pensé un segundo y me fui escaleras arriba, si Reed estaba dormido solo no lo despertaba y listo, para mi suerte, toque la puerta y contesto enseguida “pase”, entre sin hacer ruido, y lo vi ahí tirado en la cama mirando su celular sin mucho interés, estaba despeinado, y adormilado, pero aun así se veía guapísimo a pesar de la cortada de su cara.
-¿Cómo te sientes?-Le sonreí.
-Justo ahora me estoy sintiendo mejor.-Me decido una media sonrisa.
-Que payaso.-Rodé los ojos-Me da gusto, ¿te tomaste la medicina?
-Sí, aunque se me quita el dolor pero siento como si me dieran tranquilizante para caballos.-Soltó una risita.
- ¿Te gustan las donas?-Le mostré la bolsa que tenía en la mano.
-¿A quién no le gustan las donas?-Se rio.
-Bueno, jamás te veo comiendo porquerías…-Voltee los ojos.
-Las donas no son porquerías, duh, ven acuéstate conmigo.
Sonreí y me acosté junto a él, le extendí la bolsa, la puso sobre el mueble junto a la cama y me miro a los ojos.
-Tienes unos ojos preciosos.-Yo me sonrojé.
Reed y yo empezamos a platicar de todo lo que había pasado, y de otras cosas, siempre que platicaba con él era muy ameno, siempre tenía algo que decir, algo de verdad interesante, no como otros tipos de mi edad que no tenían ni idea de lo que hablaban, eso era lo que más me gustaba de Reed, era un sabelotodo, no sé en qué momento me quedé dormida pero escuché que alguien abría la puerta, quise seguir durmiendo pero escuché la voz de Henry.
-Dude…-Soltó-Ay, perdón…
-Shhh.-Esa era la voz de Henry.
-Necesitamos hablar.-Dijo Easton.
-¿De qué?-Hablo bajito.
-De Ian.-Sentí como alguien se sentaba en la cama.-Tenemos que disculparnos, y que ya no esté tan molesto, creo que hemos sido un poco horribles con él…
-¿Ah sí?-Preguntó Reed.
-Sí, Reed.-Continuo Henry.-No le hemos dado un respiro desde que mamá murió.
-Bueno, él tampoco ha hecho mucho.-Me imagine a Reed mirando los ojos.
-Tampoco es para tanto…-Otro peso se sintió en la cama, era Easton.
-Claro que sí, te la pasas borracho, y tú te la pasas peleando con quien se te cruce enfrente.
-Güey, no me la pasa borracho…-Resopló Easton.- Aparte ¿tú de que hablas Henry? Tú ni te molestas en hablarnos cuando estas en la escuela, sin mencionar que eres un adicto.
-Easton, no soy un adicto.
-Te la pasas fumando marihuana todo el día
-No es cierto, aparte si lo hago es porque quiero no porque tenga que hacerlo, puedo pasar días sin fumar sin ningún problema, tu cada vez que ves una gota de alcohol no paras, y tienes blackout, eso no sé si sabías pero no es normal.
-No es cierto, nunca tengo blackout.-Estaba segura de que Easton se cruzó de brazos.
-Dude, claro que sí, es más que obvio.-Opino por fin Reed.
-¿Por qué siempre te pones de su lado?
-No estoy de lado de nadie.
-No te vi diciéndole a Henry que era maldito adicto.
-No soy un adicto, no es como siempre este fumando. Aparte ya, solo digo que intentemos pasar un verano tranquilo y disculparnos con Ian.
-¿Y luego qué? ¿Te iras a Londres y harás como que no existimos?-Se quejó Easton
Me sentía tan mal de estar escuchando la conversación de los hermanos  Archer, pero no sabía cómo hacer para despertar de repente, no quería que se dieran cuenta, aparte de que tampoco quería ser una entrometida pero estaba prácticamente acorralada.
-Las cosas no son así, Easton, no hago como que no existen, simplemente las horas de diferencia son demasiadas, y mis ocupaciones también, así que relájense, voy a venir en Navidad de nuevo.
-Quiero ver.
-Easton, es verdad, pude haberme portado como un idiota, pero es porque yo también extraño a mamá, y no puedo a veces, de verdad la extraño demasiado y necesitaba pensar y estar solo, sé que ustedes están acostumbrados a que todo el tiempo estamos juntos, pero somos tres personas diferentes e independientes, y quiero disfrutar lo que la vida me está ofreciendo, así que ustedes dejen de portarse como unos egoístas y pónganse un poco en mi lugar porque también estarán pronto.
-Yo no te estoy reclamando nada, no generalices.-Reed estaba molesto.
-Siempre estás de su maldito lado, Reed, puedes tener pantalones para decirle lo que piensas una vez en la maldita vida.
-No me metas en sus discusiones.
-Vete a la mierda, Reed.-Se levantó
-Easton, cálmate.-Le ordeno Henry.- En primer lugar no hay lado somos hermanos, y quería platicar con ustedes no pelear.
-No me vengas con eso, Henry, somos tres personas independientes, ¿no? Así que no me digas tu estupideces de que somos hermanos, váyanse a la mierda los dos.
-Genial.-Suspiro Henry.- ¿Tenías que empezar a pelear?
-No peleo, solo dije una verdad, no estoy de ningún lado, simplemente tú quieres hacer tu vida lejos de nosotros, está bien, Henry, no me importa.
-¿No? ¿O sea no tienes algo que decirme o reclamarme?
-No, Henry, la vida no gira en torno a lo que tu hagas, a lo mejor papá y mamá te lo hicieron creer, si quieres estar aquí, genial, sino quieres es tu problema, yo no me desgasto pensando en si te importamos o no, también tengo problemas e Easton también.
-Ya entendí.-Contesto Henry.-Me gusta que lo sientas así, Reed, porque aunque no parezca el que alguien me diga que no lo estoy lastimando por hacer lo que realmente quiero me quita un peso de encima.
-El que estés aquí  o en Londres, no te hace menos mi hermano o no hace que no te deje de querer.
-Que cursilería.-El tono de Henry regresó al despreocupado de siempre.-Gracias.
-Como sea.-Sabía que Reed le estaba sonriendo.
Mansión Dyer- Henry Archer.
Después de hablar con Reed fui en busca de Easton, no quería que estuviera molesto conmigo, porque quería entenderlo, para él no era fácil que nos separamos en eso se parecía mucho a mi padre, eran muy hogareños, Reed también pero se hacía el que nada le afectaba,  y que no le importaba, pero yo me parecía a mi madre, todos me lo decían, ella, mi padre. Mi mamá era muy independiente por el hecho de que no había tenido una familia, y había tenido que arreglárselas ella sola, y siempre me decía que estar con papá le había costado mucho trabajo porque no confiaba en nadie, al final mi padre termino conquistándola por completo, y fue cuando se decidió por tener una familia muy unida, porque quería que nosotros nos sintiéramos queridos siempre y jamás solos, irónicamente a veces me sentía asfixiado por mi familia, no es que no los quisiera y me gustara estar con ellos, pero quería tiempo para esta solo, al principio me sentía muy mal agradecido porque mis padres y mis hermanos me querían tanto, y yo a veces solo quería tener mi espacio. Jamás se lo pude decir a mi madre, no me atrevía no la quería hacer sentir mal, porque yo no estaba aprovechando lo que ella no había tenido, pero cuando ella murió yo cambie el rumbo que ya había tomado, me fui a Londres a pesar de la tragedia y fue una bocanada de aire fresco, pero pensar en mi padre y en mis hermanos me atormentaba así que un día llamé a Ian llorando, y le dije todo, todo, como me sentía, que quería volver a casa, Ian como el padre preocupon primero dijo que estaba bien, que él respetaría mis decisiones, que podía regresar al siguiente día a primera hora pero agregó:
“-Pero Henry, quiero que esta decisión porque tú quieres, no porque te sientas culpable, tú no eres responsable de los sentimientos de los demás y lo que yo quiero es que hagas lo que te hace feliz, no lo que te sientes obligado a hacer.”
Al final decidí quedarme, papá me visito ese fin de semana y le dije que quería ir a terapia, así que conseguimos un psicólogo, sabía que mi padre sufría mucho de que no estuviera con ellos, pero también sabía que me apoyaría en lo que yo quisiera.
Eso me llevaba a querer que Easton me entendiera, siempre me había confundido mucho que Easton sintiera que Reed y yo éramos los que mejor nos llevábamos más, cuando realmente con el que más pasaba tiempo era con él, porque Reed era muy distinto a nosotros, mucho más reservado, callado, e indiferente, a diferencia de él y yo que éramos el alma de la fiesta a donde llegáramos, así que usualmente las peleas eran entre él y Reed, yo siempre me mantenía a un lado, y si peleábamos los tres, siempre arreglaba las cosas con los dos, aunque ellos siguieran enojados entre sí. Para mi buena suerte Easton dejo de estar molesto conmigo desde el minuto uno que entre a hablar con él, así que entre los dos planeamos como acorralar a Ian para que nos pudiéramos disculpar los tres con él.
Cenamos todos juntos, pero cuando todos se fueron a dormir aprovechamos que Ian fue a ver a Reed para llegar tras él.
-Pero ¿Ya no te duele?-Le pregunto Ian a Reed cuando íbamos entrando.
-Poquito…-Suspiro Reed.
-Ay, Reed…
-Papá.-Dije yo.
-¿Qué pasa?
-Mis hermanos y yo.-Comencé, yo era el vocero desde siempre.-Queremos disculparnos, quizás esto no ayude de mucho porque seguimos en problemas, pero igual creemos que hemos sido muy insoportables, y unos malcriados, y de verdad, en verdad lo lamentamos mucho.
-Sí, Pa… de verdad, intentaremos portarnos mejor.-Agregó East.
-¿Intentaran?-Nos sonrío.
-Es que no quiero quedar como mentiroso después.
Ian se rio y miro a Reed:
-Yo también lo siento mucho, papá, te lo juro que no me quería meter en otra estúpida pelea, y no lo hice, pero entiendo que no me creas, solo de verdad tratare de no meterme en más líos.
-Bien, les creeré, pero sigue en pie lo que les dije, gracias por las disculpas, yo sé que son muy buenos chicos.-Easton fue a abrazarlo y yo me uní.- ¿Y tú no me abrazas?-Reed rodó los ojos y medio lo abrazo.

3 comentarios:

  1. Voto por el epílogo! Amé como incluíste a los Wayne en esta historia tuya que, por cierto, me encanta! Amo a Easton aunque en los primeros capítulos haya sido el más patán :3 Porfis escribe más capítulos pronto <3

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  2. Guoooooooo, que capitulazo, yo sabia que era mala idea que dick peleara con Reed :(
    Ya quiero leer más, por favor no tardes! <3

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  3. Y que paso con dick?!!!!
    Por favor actualiza

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