domingo, 4 de agosto de 2019

Demasiada Libertad, capítulo 14


Roy, por su parte, se encontraba vagando ya un poco más retirado de casa de Dinah, cerca del centro de la ciudad. Oliver casi no lo llevaba ni recogía de ningún lado, así que se sabía perfectamente las rutas de los camiones en la ciudad.


Oliver seguía intentando llamar a Roy, sin suerte. Terminó llamando a Bruce, Hal y Barry, para que pudieran vigilar a sus hijos en caso de que Roy intentara contactarlos. Cuanto más tiempo pasaba, más se convertía en el peor día de su vida. La ansiedad, la preocupación, la culpa y el miedo empezaban a hacer que le fuera imposible funcionar como una persona normal. Tuvo que detener el auto y llamar a Roy nuevamente, cuando el niño no respondió, dejó un mensaje. “Roy, por favor contesta el teléfono, ¿dónde estás? Necesito saber que estás bien, me estoy imaginando lo peor... Lo siento. Prometo no enviarte a ninguna parte”.
Oliver creía en resolver sus propios problemas, pero en ese momento no le importaba a quién tenía que pedir ayuda… tendría que llamar a Clark….
-Ollie, ¿Qué tal? ¿Cómo estás?-
-Mal, estoy mal. Se escapó Roy. No tengo idea de dónde está, llamé a la policía, pero no lo hemos encontrado, se está haciendo tan tarde... Necesito tu ayuda. ¿Dónde estás?-
-...Voy para allá-
Roy, por su parte, había llegado al fin a lo más parecido que tenía a un refugio, era más bien una casa abandonada que Jason y él habían habilitado con algo de seguridad para que no pudiera entrar nadie más, pero que aún no tenía más que un viejo sofá y algunas botellas de agua... No era lo mejor, pero era preferible a la calle o que seguir "viviendo con Oliver" para estarse sintiendo mal a cada rato.
Al fin a salvo, revisó su teléfono y pudo escuchar sus mensajes, pero sólo rodó los ojos con el de Oliver. A fin de cuentas no importaba si se quedaba con él en lugar de enviarlo a una clínica, porque sería algo que Oliver no quería hacer, y Roy tampoco quería que el hombre estuviera cuidándolo a fuerzas... Si Ollie en verdad no quería echarse la responsabilidad, pues no lo iba a obligar.
-Gracias a Dios estás aquí- Oliver rápidamente atacó a Clark con preguntas cuando llego el hombre- ¿Dónde está Roy? ¿Lo ves? ¿Está bien? ¿Está en peligro?-
-Lo vi, está bien, sólo que me pareció muy intrusivo entrar para hablar con él-
Oliver finalmente pudo respirar de nuevo al escuchar que su hijo estaba bien.
-Gracias, sólo dime dónde está, lo recogeré-
Clark le pasó las coordenadas sin problema, aunque algo extrañado por la preocupación del tipo.
-¿Pasa algo con Roy?-
-No... bueno, sí. Él... Oliver no quiso contarle a "el papá de América" ​​sobre sus problemas. Realmente no necesitaba que otra persona lo juzgara-...Estamos teniendo dificultades, pero estará bien, gracias por encontrarlo-
-No hay problema... De todos modos avísame si puedo apoyarlos en algo-
Oliver hizo una mueca al encontrar la casa abandonada. Podría haber pateado la puerta para abrirla, claro, pero en cambio, sintiéndose como un idiota, tocó la puerta.
Y por supuesto, Roy no abrió. Tomó un arma que Jason había dejado ahí en caso de que fuera alguna visita no deseada, pero eso fue todo. Estaba demasiado cansado como para hacer algo más.
Después de unos segundos, Oliver no tuvo más remedio que patear la puerta para abrirla, y luego mirar al muchacho sorprendido. El hombre permaneció incómodo durante unos segundos, mirando al niño que, más que enojado, parecía cansado y asustado. Una parte de Oliver quería gritarle. La otra parte quería hacer una broma sobre lo ridículo de la situación, pero antes de que pudiera decidir qué decir, corrió hacia el niño para abrazarlo con firmeza. No podía decir mucho porque tenía un nudo en la garganta.
Roy estaba tan sorprendido y descolocado que dejó caer el arma en el sofá. Para empezar, no se esperaba a Oliver ahí, y además estaba de lo más tenso por lo que fuera a pasar.
Oliver lo abrazó por un segundo más.
-Estás bien... estás bien...- dijo, casi como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo. Cuando soltó al niño, trató de mantener el control, pero era algo difícil- ¿Qué carajo, Roy? ¿Cómo pudiste hacerme eso? ¡¿Qué fue eso?! ¿Qué es esto?- Preguntó, señalando alrededor de la casa y terminando con apuntar al arma en el sofá.
De vuelta al típico Oliver.
-¿Hacerte algo yo?- lo miró estupefacto.
-¡Sí, estúpido, mocoso egoísta! ¿Cómo pudiste hacerme eso a MÍ? ¿Cómo pudiste huir y dejarme para preocuparme por ti? ¡Este ha sido el peor día de mi vida! ¡Sentí que nunca volvería a verte! ¿Realmente pensaste que no me preocuparía o no me importaría?- Oliver tuvo que detenerse porque sabía que no tenía control sobre sus emociones.
-Pues mejor para ti, ¿No? Te quitas de problemas sin mover ni un dedo, está ideal- él no era el egoísta ahí- Sirve que tampoco gastas ni en clínicas ni en enfermeras-
-Roy. No quiero 'deshacerme' de ti, lo siento si te hice sentir eso- 
-Tú dijiste...-

Oliver gimió.
-¡Mi vida, lo siento mucho! Sé lo que dije, lo hice porque estaba enojado, en realidad nunca tuve la intención de enviarte a ninguna parte. Por favor entiende que te amo y que eres mi hijo y quiero apoyarte, y lamento no haber visto las cosas claramente en el pasado-
-Pero tampoco querías que me quedara en la casa para "vigilarme" ni te quisiste quedar cuando me sentí mal... Y pues tampoco quiero que estés restregándome que estás conmigo a fuerzas, mejor no-

-Roy, por supuesto que te quiero en casa, quiero cuidarte, y... tal vez eso me pone nervioso, porque sé que no he estado súper involucrado últimamente, pero no lo reprocho . Eres mi responsabilidad porque eres mi hijo. Elegí eso... ¿De acuerdo? ¿Puedes perdonarme?-
-No sé- Oliver tenía esa habilidad de decir cosas que sonaban muy bien y "olvidarlas" en unas horas solamente.
Oliver acarició el cabello del niño, su única forma consistente de mostrar afecto. Sabía que no podía obligar al chico a creerle después de una conversación de 2 minutos. Sabía que en realidad tenía que esforzarse.

-Está bien, bueno, hablemos de la huida. Roy, esto nunca puede volver a pasar.-
-Ajá- no estaba muy interesado ni se sentía mal al respecto.
-...¿Disculpa?-. Oliver había estado planeando castigar al chico sin importar qué, pero honestamente... había esperado que el chico se sintiera mal, incluso que Roy se disculparía. La actitud de indiferencia era completamente inesperada.
-Sí, ya no va a pasar- rodó los ojos sin mucho interés en el tema.
-Oye, entiendes que esto no fue cosa pequeña, ¿verdad? Llamé a Clark. Llamé a la policía. Dinah y yo nos estábamos volviendo locos. ¿Entiendes eso?-
-Entiendo que lo volvería a hacer si vuelves a decir que me vas a internar-


Oliver frunció el ceño.
-¿Quieres que te castigue aquí o quieres ir a la casa de Dinah para que puedas disculparte con ella primero?-
-No tengo de qué disculparme, discúlpate tú-
-Ven aquí, ahora mismo- Oliver extendió su mano.
-¿Para?-
Oliver comenzó a quitarse el cinturón.
-Roy. Ven aquí -
-¡¿Qué?! ¡No!- se alejó.
-¿No? ¿No crees que te lo mereces después de huir de casa, lo que hizo que tu familia y amigos se preocuparan y ahora me AMENAZAS de que volverás a hacerlo? Ven aquí ahora y quizás no tengas que bajarte los pantalones-
-No, porque no fue mi culpa tener que irme- se hizo más para atrás.
-Nadie te obligó a irte, quiero que entiendas que no importa lo que esté pasando, no te vas solo de esa manera! Tienes unos 5 segundos para venir... no me hagas contar-
-Fue tu culpa...-

Oliver puso los ojos en blanco, ¿realmente tenía que contar?
-Una... Dos...-
-¡Ya deja de contar!-
-¡Tres!-
Cuando lo vio venir, Roy rodeó el sofá para esquivar a Oliver y salir por la puerta.
Desafortunadamente para Roy, Oliver fue más rápido y lo agarró del brazo con dureza.
-¿Enserio?- preguntó, mientras comenzaba a golpear el trasero del chico con el cinturón.
-¡Auuu! ¡No me pegues!- Roy comenzó a jalarse furioso, pero también algo desesperado. Se sentía muy cansado y además le dolían el pecho y la espalda, no tenía ni fuerzas para forcejear mucho.
-¡No quiero pegarte, Roy, pero lo haré cada vez que hagas algo estúpido como huir de casa!- pausó- Vas a disculparte con Dinah. Vas a escribir una nota de agradecimiento a Clark por encontrarte. ¿Lo entiendes?-
Roy sorbió mocos y jaló su brazo como pudo.
-No, yo no le pedí nada- no pudo evitar soltar algo de tos seca.
-Vas a hacerlo porque soy tu padre y te estoy pidiendo que lo hagas, Roy Harper- Golpeó al chico sobre sus pantalones 3 veces más y luego se detuvo. Sabía que el niño estaba enfermo y en realidad no quería empeorarlo.
-¡Yaaa!- sí le dolía, ni que fuera de piedra- ¡Deja de pegarme!-
Oliver puso los ojos en blanco, lo soltó y comenzó a ponerse el cinturón.
-Ya pues. Cállate-
Roy frunció el ceño y lo miró muy molesto. ¿Cállate? ¿Enserio?
-Déjame en paz- se pasó el brazo por el rostro para limpiarse los mocos y las lágrimas.

-No seas grosero. Lo siento, pero sabes que te lo merecías. Vamos a disculparnos con Dinah y luego podemos ir a comer. ¿Tienes hambre?-
-No me hables...-
-¿Quieres que me vuelva a quitar el cinturón? ¡Deja de ser tan grosero!-
-¡Pues deja de tratarme así!-
-¿Cómo te estoy tratando? - Oliver pensó que había sido indulgente considerando todo.
-No te hagas estúpido-
- Oh, te refieres a indulgente. De acuerdo, la próxima vez seré mucho más duro contigo. Vámonos-
-Ya déjame...-
-¿Por qué estás siendo tan hostil?-
-Hostil tú... ¿Cállate? Bravo, Oliver, los psicólogos estarían aplaudiéndote-
Oliver suspiró.
-En mi defensa, estabas gritando demasiado fuerte, no te pegué tan fuerte. Lo siento. ¿Tienes hambre sí o no?-
-No, vete a comer tú- se sentó de nuevo en el sofá, aunque con más cuidado.
Oliver tuvo que preguntarse de dónde sacó Roy la terquedad. No era de Oliver.
-Tienes 3 segundos para comenzar a caminar hacia el auto, mi muchacho- Todo tenía que ser de la manera más difícil con Roy. Tal vez el chico lo estaba probando para ver cuánto tiempo se quedaría.
-Esta es mi casa, me puedo quedar todo lo que quiera-
Oliver dejó pasar los 3 segundos en silencio antes de acercarse y agarrar la oreja del chico. Lo hizo ponerse de pie.
-¡No puedes quedarte aquí, te enfermarás mas!- Estaba a punto de bromear que dejaría al muchacho quedarse si hubiera una cama, pero Roy probablemente lo tomaría en serio.
-¡Au! ¡Ya deja de estarme jalando!- agarró el brazo de Oliver para intentar que jalara menos su oreja- Eres un animal...- soltó, aunque él también era algo brusco.
-Pues camina solo, mi vida- el nombre de cariño era más para el beneficio de Oliver. Le ayudaba a recordar que el chico terco y enojado realmente era lo mejor que le había pasado a Oliver.
-Pues suéltame- Oliver aún lo tenía bien agarrado de la oreja.
Lo dejó ir, pero honestamente se preparó para correr tras el niño por si acaso. Abrió la puerta del pasajero tan rápido como pudo.
-Súbete-
Roy se subió al auto y cerró de un portazo.
-Nos detendremos en casa de Dinah para que puedas disculparte, estará muy feliz de verte- Oliver le habido llamado tan pronto como Clark le dijo que Roy estaba a salvo, pero aun así probablemente se había quedado un poco preocupada.
Roy lo ignoró lo mejor que pudo de la manera en la que sabía que más molestaría a Oliver, volviendo el recorrido mucho más tedioso de lo necesario, tanto que hasta se sintió algo aliviado al llegar y salir del vehículo.

3 comentarios:

  1. Jajaja al fin!! Estos dos me encantan <3
    Por favor continua pronto!

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  2. Escriben maravilloso chicas, ya no puedo esperar a que continúen ♥️

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  3. Roy!!! Jaja es tan terco. Lo amo. Jaja

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