domingo, 14 de abril de 2019

Demasiada Libertad... capítulo 3


-Me veré en la penosa necesidad de reportar el caso. Este tipo de situaciones deben estar en el expediente-

-Perdón, ¿qué?- Oliver sólo podía concentrarse en la amenaza de los servicios de protección infantil- ¿Sabe quién soy? ¡Usted NO va a reportar esto! ¡Eso es ridículo!- cuanto más lo pensaba Oliver, peor sonaba- ¡No tengo tiempo para lidiar con eso! -
Roy se pasó una mano por el rostro, intentando concentrarse en todo lo que a acababa de escuchar.
-Es mi deber como médico notificar la situación, Señor Queen, es cuestión de ética, así fuera usted el mismísimo presidente- el doctor tomó el teléfono y pidió a su secretaria que contactara al personal de trabajo social del hospital antes de colgar y volver su atención a Oliver y Roy- Les escribiré la receta, pero adelanto que para la sífilis debo aplicar una inyección. Ya le pedí a mi secretaria que por favor pase por el medicamento a la farmacia de la clínica-
Oliver miró al doctor con ira. ¡Que idiota!
-Es usted tan útil- dijo con sarcasmo y enojo a plena vista.
-Seguramente para cuando terminen de hablar con la trabajadora social ya estarán listos los resultados que espero- 
-¿Son los del VIH?- fue lo único que Roy pudo decir.
El médico asintió y salió un minuto para pedir a su secretaria que limpiara su agenda para el siguiente par de horas, en caso de que la trabajadora social quisiera hablar con él, y para recoger el medicamento.
Roy maldijo por lo bajo y se quedó viendo el escritorio del doctor tratando de no pensar.
Oliver miró a su hijo y consideró ser amable. Se acercó al chico y torpemente usó su mano para empujar el cabello de Roy hacia atrás.
-Roy ...-
-¡Suéltame, imbécil!- Roy empujó su mano bruscamente- ¡Eres un idiota!-
De repente todos sus pensamientos generosos se disiparon.
-¿Sabes qué? Quizás tengas suerte y tal vez Bruce te adopte después de que el estado te lleve de mi casa-
-Tal vez, eso si no tengo SIDA y me muero primero- Oliver no había sido más que una triste excusa de padre esos últimos años y un imbécil los recientes meses, no tenía porqué endulzarle la verdad tampoco- Sólo déjame en paz un rato. Pretende que no existo, eso se te da bien-
El arrebato de Roy hizo que Oliver pensara en todas las cosas que había estado ignorando. Agarró los brazos del chico y lo empujó para poder ver sus ojos verdes.
-¡No me digas eso! ¡No vas a morir! Roy ... tú ... No me vuelvas a decir eso-
-Suéltame- se zafó, estaba bastante molesto- No te ha importado en toda la tarde ni en estos últimos años, así que no vengas a hacerte el sorprendido-
Oliver casi deja las cosas como estaban. Normalmente lo hacía, sintiendo que Roy siempre tenía la culpa (y exageraba todo el tiempo), pero en cambio le dio a su hijo una mirada de cuestionamiento.
-Sabes que te amo, ¿verdad?-
Roy rodó los ojos
-Ya cállate, Ollie, enserio que no estoy para esto- el tipo siempre decía algo por el estilo cuando se olvidaba de cumpleaños o eventos de Roy y después volvía a lo mismo.
Oliver suspiró y se dirigió a la ventana para esperar a la trabajadora social.
Sin embargo, al llegar la trabajadora social lo primero que hizo fue pedirle tanto a él como al doctor que salieran del consultorio para hablar con Roy a a solas, quien no se molestó en mentir demasiado...
Después de su larga charla con el muchacho, conversó a solas con el doctor durante algunos minutos antes de salir al pasillo a hablar con Oliver.
-Señor Queen- lo "saludó".
Oliver le ofreció su mejor sonrisa de "Soy rico y encantador".
-Sí, es un placer conocerla-
-Debemos hablar acerca de la condición en la que se encuentra el menor a su cargo. Su estado de salud es delicado, ha estado expuesto a drogas y, por lo que escuché, su actitud reciente resulta un tanto promiscua. Lo que quiero saber es qué tipo de supervisión ejerce usted que permitió que esto sucediera-
-Entiendo y aprecio su preocupación por mi hijo- Oliver comenzó con paciencia y falsedad- La verdad es que he estado fuera de la ciudad ... No voy a mentir, ha habido un poco de negligencia de mi parte, pero ahora que estoy de vuelta, el chico estará bien-
-Vamos a ser claros: el muchacho se encuentra lejos de estar bien. Este caso volverá a su punto de partida, puede esperar visitas sorpresa de trabajadoras sociales a su domicilio y citatorios con distintos supervisores de protección infantil regularmente. Usted está a pocos errores más de que se le retire la custodia del muchacho-
Oliver realmente no tenía tiempo para esta mierda. Su sonrisa finalmente desapareció.
-Supongo que contrataré a un abogado. Gracias, ¿alguna otra cosa?-
-Es todo. Hasta luego- a ese tipo de personas no podía desearles un buen día.
Oliver puso los ojos en blanco. Estaba seguro de que Dinah le había dicho una vez que los trabajadores sociales solo investigaban a los padres que obtenían menos de 5, en una (figurativa) escala de 1 a 10 en la paternidad. Seguramente él era al menos un 6… Se tomó su tiempo en regresar al consultorio. ¿Que habría dicho Roy? Mentiras, sin duda...
El doctor exhaló pesadamente antes de entrar a la habitación, vaya que la tensión era palpable, pero no hubiera sido ético en lo absoluto no reportar el caso.
-Muchacho, no tienes VIH. Y bueno, ahora que ya se te inyectó para la situación de la sífilis, puedo afirmar tranquilamente que estás limpio-
El alivio fue obvio en el semblante del chico. Parecía como si momentos antes le hubiesen estado presionando la garganta y al fin, después de buen rato de estarse asfixiando, pudiese volver a respirar. 
-Gracias- fue lo único que atinó a decirle al doctor, y es que visiblemente se había relajado.
-Hay que ser cuidadosos con tu estado de salud, de todos modos. Tienes anemia y por eso tus defensas están bajas, lo cual te volvió propenso a la neumonía y la bronquitis. Debes seguir las instrucciones en la receta y ser más cuidadoso-
-Sí, gracias- Roy sentía que le acababan de dar la mejor noticia del mundo.
Oliver, por su parte, también se sintió aliviado. el niño estaría bien. Se permitió sonreír al médico, a quien previamente había decidido odiar para siempre.
-Muchas gracias- tal vez eso significaba que no tendría que cancelar el viaje que había planeado para la semana próxima- ¿Cuántos medicamentos le estás dando? ¿Cuánto tiempo durarán las enfermedades?- realmente esperaba que el médico no les hubiera dicho ya. Había estado ocupado enviándole mensajes de texto a Dinah, pidiendo perdón. Se moría por volver a casa, donde no había tantas críticas a su persona como en este hospital.
-¿Roy cuenta con algún otro tutor?-
Oliver hizo una mueca. Qué odioso médico.
-Mi novia también lo apoya y lo ama, pero en realidad somos sólo nosotros dos en casa. Así que YO soy el que está a cargo-
-Ya veo. En ese caso quisiera que permaneciera algunos días en observación aquí en el hospital-
El hombre de ojos azules finalmente explotó.
-¿Qué? ¡¿Por qué?! Soy perfectamente capaz ... ¡de contratar a una enfermera si él necesita tanta atención! ¡No se va a quedar aquí!- volvió su ira hacia Roy -¿O eso es lo que quieres?!-
-Pues no suena mal- frunció el ceño tratando de no llorar- Le hubieras dicho a la señora esa que te estorbaba mucho a ver si te solucionaba el problema-
-Sí, tienes razón- repuso cruelmente. No era que estuviera molesto con el chico, estaba más molesto por la situación, pero su boca realmente no conocía la diferencia.
-¿Me llamará cuando tenga que recogerlo o qué?- le preguntó al doctor, mientras agarraba su abrigo.
-Yo te aviso, tú ya paga y lárgate que sólo para eso sirves- Roy sacó su teléfono y le comenzó a escribir a Dinah, tampoco es como que quisiera quedarse más solo.
¿De verdad se iba a ir sin su hijo? Oliver frunció el ceño y se marchó. Tal vez Roy necesitaba estar solo por unos días, tal vez entonces lo apreciaría.
Lo que no sabía él es que para que eso funcionara, Roy tendría que estar acostumbrado a tenerlo alrededor, el cual no era el caso.
Justo cuando Oliver estaba estacionándose en el garaje de su casa, Dinah iba de salida.
-Prettybird, amor ...- sabía que ella estaría molesta, pero tenía la esperanza de que no estuviera furiosa.
-¿Qué?- se quedó afuera esperando su uber.
-Ven adentro, Dinah, por favor. ¿Podemos hablar?-
-Justo ahora no puedo, voy a ver a Roy, y probablemente me quede a dormir ahí también-
-Dios ... ¿te llamó? Estará bien... Sólo tiene neumonía, bronquitis, sífilis…-.Oliver se sintió mal una vez que lo pensó de nuevo- No necesita que vayas a rescatarlo. Él está bien- era como si estuviera intentando convencerse a sí mismo.
-También anemia. Y no voy a "rescatarlo", voy a acompañarlo. No sé por qué no estás haciendo lo mismo, pero ese ya es tu problema. Si quieres arruinar más las cosas con TU supuesto hijo que no es más que un niño, ya tú sabrás- lucía bastante molesta.
-¡Dinah, él no me quiere allí! ¡Él es el que no quiso volver a casa!- reconoció que se estaba pintando como la víctima ... pero lo era, ¿no?
-Él es un niño, no sabe lo que quiere- aclaró lento a ver si entendía- ¿Pero sabes qué? No toda la culpa es tuya, también es mía por no haber hecho nada antes. Imagínate que Roy sí hubiera tenido SIDA o que no lo hubieran revisado y empeorara la neumonía-
-Yo ... ni siquiera quiero pensarlo- Joder, ¿iba a tener que agradecer a Bruce por decirle que su hijo estaba enfermo? -Dinah ... ¿crees que yo ... debería ir contigo?-
-Yo no sé, porque si vas a ir a hacer comentarios estúpidos de que es una carga, que odias tener que tenerlo contigo, que todo lo que le pasa es culpa suya y que prefieres pagar una enfermera que estar tú al pendiente, mejor piénsalo dos veces-
Joder. ¿Realmente había dicho todo eso? Obviamente le había dolido al chico si se lo había contado a Dinah (o tal vez solo estaba tratando de meter a Oliver en problemas).
-No dije todo eso... le dije que lo amo... o algo así-
-No, no me jodas. Muchas estupideces te he soportado, pero ese muchacho no tiene la culpa de que seas un completo fracaso como padre. Todos te advertimos que no era una buena idea que adoptar a un niño y no quisiste escuchar, Roy no tiene la culpa para nada. ¿Y sabes qué? Yo no estoy perdiendo el tiempo, mi idea a futuro es algún día poder tener una familia, y yo no quiero tener hijos con alguien que los vaya a tratar así-
-¡Dinah! - ¿Estaba rompiendo con él?- Por favor cálmate, pasaré la noche con Roy... Tienes razón, he sido un padre de mierda, ¡Pero voy a cambiar mi forma de ser! Vamos, podemos ir juntos...-
Ella sólo rodó los ojos y se subió al Uber, cerrando la puerta y dándole instrucciones de ir al hospital.
-Mierda- murmuró Oliver. Bueno, tendría que volver al hospital, pero primero iba a pedir una pizza, llamar a los servicios de limpieza y revisar su correo electrónico.
Cuando Oliver finalmente había terminado con sus cosas era tarde. Consideró quedarse en casa y simplemente ir al hospital por la mañana, pero pensándolo mejor, era perfecto. Si se iba en ese momento, tal vez Roy estaría dormido y podría hacer puntos con Dinah.
Entró a la habitación de su hijo con una ofrenda de paz (una bolsa de cheetos) en caso de que el niño estuviera despierto.
-¿Qué haces aquí?- Dinah rodó los ojos cuando lo vio. En efecto, Roy estaba dormido, y esque en verdad estaba débil y los medicamentos aparte daban sueño.
- Hola, mi amor- Oliver intentó besarla, pero ella lo esquivó con habilidad- Quise estar con mi hijo- caminó hacia el chico y le acarició el cabello. Realmente era adorable dormido y con la boca cerrada ...
-Pues menos mal, porque me preguntó si ibas a venir. Ya sabes, tenía la duda porque como aquí hay enfermeras que lo pueden cuidar...-
-¿Qué le dijiste?- Oliver miró alrededor de la habitación, preguntándose dónde iba a dormir- ¿Ese sofá se convierte en cama?-
-Este sofá es mi cama, y le dije que la verdad no sabía-
-Prettybird, no seas así. Los dos cabemos-
-Hasta donde sé, tú y yo no somos nada, amigos talvez, pero yo no duermo con mis amigos-
-Dinah. sé que estás molesta, ¿pero en serio?- Oliver le dirigió una mirada de incredulidad. ¿Qué demonios le estaba pasando al universo?- ¡¿Enserio?!- No pudo evitar la forma en que cambió su tono.
-Enserio- ella levantó la voz también- ¿Y sabes qué? Ni te enojes porque te acabo de hacer un favor enorme al acompañar a Roy en estas últimas horas y tratar de hacerlo sentir mejor, lo cual fue muy difícil, el pobre estaba que daba lástima... Y por supuesto que me hubiera encantado decirle que seguramente no tardabas en llegar y que su papá lo adoraba, lo quería mucho y estaba preocupadísimo, pero esa edad en la que los niños se creen y perdonan todo ya pasó-
Bueno, eso había sido suficiente. Había tenido el peor día, ¿y ahora Dinah estaba rompiendo con él?- ¿Estás rompiendo conmigo?... ¿Por qué, exactamente? ¿Porque no soy el padre perfecto? ¡Está bien! No quiero al hijo que tengo, ¿por qué demonios querría más contigo?!-

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