-Papá, yo...-
-¡Tú te callas!- Bruce exigió totalmente iracundo- ¡No puedo
creer que sean tan irresponsables!-
-Papá, Dick no...-
-Tú tampoco digas nada, Jason- le ordenó peligrosamente.
-¿Qué sucede?- entró de pronto Oliver, sonriente al ser
sacado de la habitación de su hija.
-¿De dónde sacó Roy Vodka?- exigió saber Bruce, aún muy
furioso. ¡No sólo habian roto la ley, sino que había sido para algo muy pero
muy inconsciente e irresponsable! ¡¿A quién se le ocurría darle de beber
alcohol a niños de 10 años?!
La sonrisa de Oliver se desvaneció al escuchar eso.
-¿Qué?- repitió con la esperanza de haber escuchado mal.
-Todos bebieron, incluso los niños- le informó entre dientes
el Caballero de la Noche- Dijste que Connor estaba durmiendo, quizás deberías
ir a revisarlo-
-ROOOOOOOOOOOOOOOOOYYYY- se escuchó la puerta azotarse.
-¿Y ustedes en que rayos estaban pensando, eh? - preguntó
muy enojado- ¿Eh, Richard?-
-Pues esque no pensamos...- fue interrumpido por Bruce.
-Sí, ya sé que no pensaron, Richard. Pero ya hablaremos de
eso... tráeme el aceite de Oliva de la cocina y una cuchara- le ordenó.
Mientras tanto, Oliver fue a revisar a Connor que estaba más
que dormido en el cuarto que compartían. Pero él sí estaba muy dormido y no
parecía tener ningún malestar. El hombre salió de la habitación y seguía
furioso, sentía que le salía humo de la cabeza.
-¡ROYYY JODER! ¿NO TE HABLÉ?- gritó Oliver.
-Sí, ya voy...- respondió una pequeña voz desde abajo.
-¡YAAAA!-
Roy subió resignado, eso le pasaba por estar con mocosos,
¿Por qué a él?
-¿Le diste alcohol a Connor y a Jason? ¿Pero qué diablos
tienes en la cabeza, eh? ¿Qué te dije ayer? ¡No jodas!- lo regañó Oliver.
-Ya sé que fue irresponsable, Ollie pero... esque yo...- no
sabía nada audaz que decir, estaba vez sí había metido la pata en grande.
-¡¿Tú qué?!- le gritó Oliver, acercándose más
inconscientemente- ¡No me digas que existe una excusa para eso! ¡Demonios, que
ya no sé qué hacer contigo!- Oliver estaba tan enojado que le soltó un puñetazo
a la pared... dejando una marca con una pequeña grieta.
-Vamos, Ollie, relájate, ni siquiera fue tanto... No sé
porque Jason se puso así, juro que no lo haré más- sí estaba arrepentido, un
poco más asustado, pero sí estaba arrepentido.
-¡¿Qué me relaje?!-
Bien, había sido una mala idea... no lucía relajado en lo
absoluto...
-¡¿Cómo mierda esperas que me relaje?! ¡Trajiste alcohol que
conseguiste de quien sabe dónde y no bastó con tomar ustedes, aah no, tenían
que darle también a los niños!-
-Esque ellos no dejaban de molestar, aparte ni les di tanto,
Ollie, ya cálmate...- le sugirió Roy.
Oliver lo tomó del brazo bruscamente y muy molesto.
-Da igual si tomaron mucho o poco- replicó en una
escalofriantemente tranquila voz- El punto es que no debieron... ¡Ya no sé qué
haré contigo, mierda, ¿qué no te bastó con lo de ayer?!-
-Sí, Oliver, definitivamente no quiero que me pegues más. Lo
lamento, ¿Sí?- Roy intentó jalar el brazo.
-Pues no parece porque sigues cometiendo estupidez tras estupidez...-
masculló- ¡Es tu hermanito, Roy!-
-Sí, ya sé, Oliver... no se repetirá ¿De acuerdo?- jaló su
brazo más fuerte- Ya suéltame-
-Pero claro que no se repetirá- gruñó, comenzando a quitarse
el cinturón con su brazo libre- Y mejor ahórrate las disculpas y promesas que
no me interesa escucharlas-
-¡NO! ¡Oliver! Tuve suficiente con lo de ayer, de veras- y
era cierto; sólo de ver cómo su padre se sacaba el cinturón, comenzó a dolerle
el trasero.
-¡No quieras verme la cara!- le dio un jalón al brazo del
muchacho- Si hubiera sido así, no hubieras hecho lo que hiciste. Lo único que
has logrado es que ahora sí te de la paliza que te mereces-
Oliver estaba fúrico. Por más que hacía por hablar con Roy,
por más que lo castigaba y reprendía, por más que intentaba, su hijo parecía
tener una adicción por sacarle de quicio... y eso de beber alcohol y además
servirles también a Connor y Jason era ya demasiado.
-Oliver, no... Ya, juro que no lo haré de nuevo, me portaré bien
todo lo que resta del viaje- prometía Roy.
-Esque no entiendo que sucede contigo. No sé si no te das
cuenta de las consecuencias o si simplemente no te importan un carajo- continuó
quitándose el cinturón y lo dobló en dos.
-Bueno, sí, no pensé, pero esque también fue cosa de Dick. Papá,
por favor, enserio que sí entiendo-
-¡No me importa Dick!- rugió Oliver- ¡Me importas tú, Roy,
que parece que cada vez estás peor!- espetó, caminando hacia una de las camas y
llevando a Roy casi a rastras.
-¡NO, Oliver! Vamos a despertar a Connor- se resistía- Ya te
dije que no lo volveré a hacer, lo prometo Oliver-
Oliver le soltó el brazo renuentemente, dirigiéndole una
mirada bastante fría. Caminó hasta la cama donde estaba acostado Connor y lo
tomó en sus brazos con cuidado de no despertarlo, antes de volver su vista a
Roy.
-Voy a llevar a Connor a la otra recámara- le avisó- Más te
vale que cuando vuelva sigas aquí-
*
Al llegar Dick con lo
que Bruce le pidió, lo único que recibió fue una mirada de muerte por parte del
hombre, quien echó a andar hacia el baño, aún llevando a Jason con él.
-¿Para qué es eso papá?_pregunto Jason asustado.
-Richard, sirve una cucharada- ordenó seriamente el
empresario, bajando al crío.
Dick obedeció enseguida y se la paso a su padre.
-Papá, te estoy hablando- alzó la voz Jason.
-¡Tú no uses ese tono conmigo, joven, que no estoy muy
contento!- le reprendió Bruce, fulminándolo con la mirada. Acercó la cucharada
a Jason- Tómatelo-
-¿Tomármelo? ¡Que asco! ¡No! No quiero...- negó Jason
enojado, se sentía mal y aparte lo querían hacer que se bebiera esa
asquerosidad.
De pronto, Jason sintió uno de esos pellizcos que empiezan
lentamente y se sienten como si levantasen el pellejo.
-Dije que te lo tomes. No me interesa si te apetece o no-
-¡AUUU! ¡Me duele!- lloró el niño- No, no quiero...-
Bruce no hizo caso de las lágrimas y le pellizcó más fuerte,
acercándole más la cuchara.
-Te sientes mal por lo que tomaste, esto es para que
devuelvas esa porquería que estuvieron bebiendo hoy-
-Deja de pellizcarme- Jason pegó directo a la cuchara e hizo
que se cayera- Me duele, me duele...-
Bruce lo soltó, pero solo para propinarle una corta serie de
pesadas palmadas.
-¿No entiendes que esto no es juego, Jason? Bebieron
ALCOHOL- enfatizó la palabra para
ver si al chiquillo le entraba en la cabeza
la seriedad del asunto. Estoy furioso con ambos y tu berrinche no ayuda. Dick,
trae otra cuchara-
Dick asintió y salió de ahí rapidísimo.
-Yo me siento mal, y tú solo me pegas, no es justo, no es
justo- lloró todavía más fuerte. Jason y comenzó a toser- N-n-n- no q-u-i-ero
eso-
Bruce rodó los ojos. Ahora sí el chistecito de sus hijos no
le había caído en gracia... para nada. Se puso en cuclillas para quedar a la
altura del chiquillo.
-No, lo que no es justo- rebatió, tomándolo de los hombros y
sosteniéndolo frente a él- es que se hayan aprovechado de la confianza que les
brindamos para hacer esto. Además, si no te estás sintiendo bien es en consecuencia
de tus propias acciones-
-¡Déjame!- gritó Jason ofendido, intentando zafarse y
terminando tirado en el suelo llorando- Me dueleeeee-
Dick regresó y vio tirado a su hermano haciendo el berrinche
del siglo, y quiso reírse, pero sabía que eso no le convenía, así que sólo vio
y espero a que su padre notara su presencia*
Bruce estaba perdiendo los estribos para cuando notó a Dick
de pie en la puerta y tan sólo extendió la mano. Dick le pasó la cuchara y
Bruce casi se la arrebató.
-Y tú espera en la recámara, que no creas que me olvido de
tu irresponsabilidad- ladró.
-Sí, papá- respondió Dick saliendo de ahí.
-No, quiero tomar eso- comenzó a ahogarse Jason y se tiró a
llorar boca abajo en el suelo- Sabe muuuuy feooo-
-¡Ni lo has probado!- se indignó Bruce, tomándolo del brazo
para obligarlo a levantarse- Además, no es un premio ni nada, no importa si
sabe bien o mal-
-Pues no me lo tomo- dijo entre sollozos, pero firme.
Bruce gruñó exasperado, pero con el brazo izquierdo rodeo
los hombros de Jason y lo sostuvo fuertemente contra él, mientras que con su
mano le tapó la nariz. Jason lloró tan fuerte como pudo, y forcejeó igual, pero
no se podía soltar.
-Nooo, noo quiero, nooo ... Auxiliiooo-
-Pero qué dramático- masculló con exasperación su padre,
esperando a que abriera la boca el tiempo suficiente, y justo cuando lo logró
le dio la cucharada de aceite, y como estaba llorando más rápido le dieron
ganas de vomitar, así que ahí estaba Jason ahogándose entre mocos, saliva, lágrimas
y baba mientras seguía llorando. Rápido fue a la taza del baño y comenzó a vomitar.
Bruce se sintió un poco mal al verlo así. Sí, habían abusado
de la confianza que les brindaron... pero verlo tan mal... Fue hasta él y le
puso la mano en la espalda, frotándola tranquilizantemente en lo que el
chiquillo vomitaba a arcadas. Aún tenían una conversación pendiente, pero al
menos esperaría a que su hijo acabase de devolver el estómago.
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