domingo, 5 de enero de 2020

Demasiada Libertad, capítulo 21


Lo que Oliver no se esperaba era lo que se le comentó en la llamada...

-Señor Queen, justamente estaba por llamarlo, es decir, considerando que no ha respondido ningún mail...- lo ‘saludó’ la coordinadora de secundaria.
-...¿Hay algún problema?- El hombre ya estaba frunciendo el ceño. No necesitaba más problemas.
-Estamos muy preocupados por las repetidas ausencias de Roy. Al muchacho le va bien en los exámenes y en las clases, pero tiene demasiadas ausencias y tareas sin entregar. Se le ha intentado contactar varias veces porque la situación está llegando a un punto donde pone en riesgo el año escolar de su hijo-
-¿Qué? ¿Espera... qué? ¿Estamos hablando de Roy Harper?- Podía esperar que fuera un caso de 'estudiante equivocado.'
-Lamentablemente sí-
-...¿Cuántas ausencias tiene? O, ¿cuántos más puede tener antes de que repruebe? Está realmente enfermo en este momento... Estoy seguro de que podría obtener una nota del doctor para la escuela-
Oliver casi quería preguntar si estaban hablando de ' Roy William Harper Queen-sin duda había otro ' Roy Harper ' en la escuela.
-Sí, señor Queen, el problema no es que falte estos días, sino las faltas que ya ha tenido. Sólo le voy a encargar que esté muy al pendiente, la situación no puede seguir así-
-De acuerdo, bueno... vigilaré más de cerca su asistencia a la escuela... Gracias -
-Y el cumplimiento de sus tareas, han afectado severamente su promedio-
-Tendrá mucho tiempo para hacer la tarea en estos días- Oliver se aseguraría de ello.
-Muy bien. Eso sería todo, hasta luego-
-¡¿Quieres explicarme por qué no has ido a la escuela y no estás haciendo la tarea ?!- gritó Oliver cuando regresó a la habitación de hospital de su hijo.
-¿Quién te dijo eso?- Roy trató de no mirar acusatoriamente a Dinah.
-Eso no importa, lo que importa es que te dejo en casa para que puedas ir a la escuela, ¡y ahora descubro que no has estado asistiendo! ¿Qué demonios, Roy?-
-A veces sí voy...-
-Oh, ¿a veces vas? ¡Estoy tan orgulloso!- dijo Oliver, obviamente significando lo contrario. Intentó calmarse, pero no sabía cuánto más podía soportar- Harás tarea todo el día, todos los días hasta que te pongas al día. ¡¿Entiendes?!-
-Sí- ¿Qué más podía decirle?
-Bueno. No irás a ningún viaje conmigo hasta que suban tus calificaciones- Tal vez eso era demasiado, pero a Oliver le pareció bastante justo.
-¿Qué?- eso de seguro no iba a pasar en el resto del año.
-¿Realmente crees que voy a premiarte por faltar a la escuela? -
Pero en lugar de responder, al muchacho se le llenaron los ojos de lágrimas y le arrojó al tipo una botella de jugo de las que había llevado.
-Vete al infierno entonces-
Inmediatamente Oliver recordó las palabras de Dinah ... principalmente porque ella lo estaba mirando como si fuera una idiota.
-Oye, cálmate. No llores No estoy diciendo que no vamos a ir... Sólo quiero que te pongas al día con tu tarea, ¿de acuerdo?-
-Lárgate- lo miró con todo el desprecio que pudo acumular, aunque realmente todo era su culpa, es decir, ¿A quien se le ocurría creerle a Oliver Queen a esas alturas?
-No me hables de esa manera- Oliver se acercó- Cálmate, por favor-
-¡No me toques!- empezó a toser entre lágrimas y mocos, pero se las arregló para empujar a Oliver y soltarle un codazo cuando éste se quiso acercar.
Oliver miró a Dinah en busca de ayuda, pero supo de inmediato que ella no estaba de su lado.
-Hey, cálmate, Roy-
-¡Ya cállate y lárgate del cuarto!- escupió apenas dejó de toser.
Oliver le dio una palmada en el brazo.
-¡Deja de gritarme!- El hombre estaba ligeramente indignado, después de todo, Roy era quien había tomado las malas decisiones con respecto a la escuela.
-¡PUES DÉJAME EN PAZ! ¡No quiero ni verte ni hablarte ni que me toques ni nada! Y menos mal te vas a largar, así puedo meterme lo que me dé la gana sin que me estén molestando-
-¿Qué carajo, Roy? ¡No te atrevas!, no te atrevas a amenazarme así! - Oliver ya no tenía paciencia. -¡Estás actuando irracional! Tomaste malas decisiones y hay consecuencias. ¡No te enojes conmigo por imponerlas!-
-Si no es amenaza, es lo único bueno que me pasa, si de ser por mí, me meto toda la jodida morfina de este maldito hospital. Y ni abras la boca, que el resultado de tus malas decisiones soy yo-
-Deja de decir estupideces. Dinah ... ¿cuándo viene la psicóloga? Claramente él necesita ayuda ...-
-Claramente no la voy a ver-
-Estás amenazando con una sobredosis de drogas porque quiero que hagas algo de tarea... Sí necesitas ayuda, sí la verás-
-Fíjate que esa sería una muy buena idea. Con gusto tendría una sobredosis con tal de ya no tener que estarte aguantando-
-Roy, deja de decir estupideces a menos que quieras que te pegue en la boca-
-Deja de hablarme-
Oliver puso los ojos en blanco y comenzó a alejarse.
-Necesito un descanso de él. ¿Puedes cuidarlo por unos minutos - le preguntó a Dinah.
-¿Todavía me puedo ir a vivir contigo?- Roy le preguntó a Dinah también.
-No- respondió Oliver de inmediato.
-No te estoy preguntando a ti- Roy se pasó el brazo por el rostro, aún tratando de calmarse aunque fuera para respirar bien.
-¡No me importa una mierda! Dinah no es tu madre, ella no decide dónde vives ...-
-Ella es más mi mamá que tu mi papá-
- No legalmente, así que... lo siento- Los sueños de Oliver realmente involucraban a los tres viviendo juntos algún día, pero eso parecía imposible en ese momento.
-Ya no te creo nada-
-Sólo déjame en paz y vete a la mierda, Oliver-
Oliver regresó con su hijo para darle la bofetada prometida.
-Ya es suficiente, Roy. Para con las groserias-
-¡DÉJAME EN PAZ! ¡TE ODIO!- Roy lo empujó sin poder aún controlarse bien. Lo que más había querido ese último par de años era no quedarse solo durante tanto tiempo y en verdad había tenido la ilusión de que eso pudiera dejar de pasar, pero claro que a la primera Oliver había encontrado la excusa perfecta para seguir dejándolo solo como perro en esa estúpida casa.
-¡Deja de gritar! - gritó Oliver también, siendo un poco hipócrita. Realmente se había sorprendido con las reacciones de Roy- Tienes que calmarte, ¡aún no sé por qué estás TAN molesto!-
-Ya lárgate...-
Oliver finalmente salió furioso, abrumado por su hijo. No fue muy lejos, solo salió al pasillo para tratar de calmarse.
-¿No me puedo ir contigo?- Roy le volvió a preguntar a Dinah, ignorando completamente que Oliver se había quedado ahí en el pasillo junto a la puerta- Prometo ir a la escuela y dejar de beber-
Oliver puso los ojos en blanco, pero comenzó a preguntarse si EL era el problema después de todo.

-Buenas tardes, ¿el señor Queen?- se acercó una mujer.
-Oliver- se levantó para estrecharle la mano- Usted debe ser...?-
-Julia Richards, soy la psicóloga que llamó Dinah-
 -Un placer.  Dinah y mi hijo están justo ahí adentro…- Él no tenía ningún deseo de entrar.
-Bien, ¿Después de usted?-
-Oh ... ¿tengo que entrar ahí? Estoy seguro de que mi hijo será más agradable si no estoy...-
-Señor Queen, es importante que usted esté presente, ya que tengo entendido que el conflicto es entre ustedes dos-
-...Correcto- Oliver sonrió falsamente y se dirigió a la habitación- Roy, ella es la Sra. Richards-
-No me importa- Roy se veía tan decepcionado que daba lastima.
-Lo siento.  Roy, no seas grosero- Dijo, agarrando una silla y dándoselo a la mujer.
-Salte de aquí-
Oliver fue a sentarse en la silla al lado de la cama de su hijo.
-¡Roy, ya basta!-
-Pues tú, yo no quiero hablar ni contigo ni con esta señora-
-Por favor, compórtate, Roy- Oliver ya podía sentir su rostro enrojeciéndose de vergüenza. Esta mujer iba a pensar que no tenía control sobre su hijo... porque así era.
-¿Pues qué quieres? Yo ya te dije que te vayas-
-Deja de decirme que me vaya, Roy.- Oliver puso los ojos en blanco y miró a Julia, porque, sinceramente, quería irse tanto como Roy quería que se fuera. (¿Por qué tenía que estar allí?)
-Roy, no hagamos esto más pesado de lo que ya es- trató de disuadirlo Dinah.
-Hazle caso a Dinah-
-No molestes, Oliver-
-Bueno, ¿en serio tengo que estar aquí? porque prefiero estar en cualquier otro lugar- Oliver había perdido la paciencia hace unos 30 minutos, y la situación no estaba mejorando.
-Pues vete-
-¿Quién es el padre o tutor?- intervino la mujer.
Oliver pensó que la pregunta era extraña, pero respondió de todos modos.
-Soy su padre-
-Entonces sí, tiene que estar aquí con él si quiere que esto funcione-
-¿Cuanto va a durar esto?-
-Con "esto" se refiere a...-
-Esta conversación. Lo siento, sólo... necesito un descanso de... esta habitación- Se refería a su hijo, pero sabía que probablemente no debería decir eso en voz alta.
-Lo que tenga que durar, hay que llegar a una resolución acerca del tipo de apoyo adecuado para Roy-

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