Demasiada Libertad, capítulo 23

-¿Te acuestas conmigo?- le preguntó Roy cuando se salieron Dinah y la psicóloga esa. No sabía si Oliver estaba enojado o no, pero se había sentido tan miserable con lo del viaje que se arriesgó a preguntar.

- Sí, después de hablar-

-¿No puedes hablar aquí?-

-Sí- Oliver se sentó en la cama junto a su hijo y comenzó a llamar a su oficina, pero luego se volteó hacia el niño- Necesitamos hablar sobre tu comportamiento después de mi llamada-

-Esque, papá, tú me dijiste que...- comenzó, pero respondieron el teléfono.

Casi 30 minutos después, Oliver colgó.

-Lo siento, ¿qué estabas diciendo?-

-Pues esque tú... Digo, ya sé que te molesta que dices que exagero, pero es que me dijiste que te dijera lo que yo pensaba o sentía... Y pues eso es- Roy estaba casi dormido ya contra el pecho del tipo. Realmente escuchar a Oliver hablar en el teléfono le había dado más sueño aún.

Oliver asintió, viendo que el niño estaba casi dormido y se acercó a él.

-De acuerdo mi vida- Podrían hablar más tarde.

-Tengo frío- Roy se acomodó más contra él y se medio hizo bolita.

Oliver abrazó al chico.

-¿Mejor o quieres que vaya a buscar cobijas extra?-

-No te vayas-

-Bueno, cierra los ojos y duérmete- instruyó Oliver, haciendo lo mismo. Estaba cansado y abrumado, pero también ... estaba feliz.  Había olvidado lo maravilloso que podía ser tener a su hijo tan cerca sin estar enojados el uno con el otro.

-¿Me quieres?-

-Sí, te quiero. Mucho. Duérmete estas cansado-

Roy asintió con la cabeza y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba profundamente dormido.

Oliver también se quedó dormido casi una hora, pero luego se levantó y trató de trabajar en algunos planes para una compañía subsidiaria de Queen Industries. Era algo muy emocionante para él, aunque sospechaba que su hijo no estaría tan entusiasmado. Cuando Roy comenzó a despertarse, rápidamente guardó su computadora portátil.

-Hey, ¿cómo dormiste? –

-Bien, gracias- obviamente no estaba ciego y veía la laptop, pero no es como que se fuera a molestar, tampoco es que Oliver lo hubiera dejado ahí para irse a trabajar o de fiesta.

-¿Necesitas algo?-

-Pizza-

-Jaja, ¿qué tal una ensalada?–

-Guácala- ni que fuera conejo.

Oliver se rió y se acercó más a su hijo.

-No puedes comer pizza. Elige otra cosa-

-Nada entonces-

-No seas así, si tienes hambre, puedo conseguirte algo de comer... Algo saludable. -

-No tengo, estoy bien-

-Bueno...Oye, tengo una noticia realmente emocionante, si te digo lo que es, ¿puedes pretender estar contento por mí?- preguntó Oliver, sentándose junto a su hijo otra vez y poniendo un brazo alrededor de él.

-Sí- no sabía ni qué esperar.

-Bueno, Queen Industries está empezando una compañía subsidiaria... eso significa que realmente nos estamos expandiendo. ¡La nueva compañía se llamará Q-Core!- sonrió Oliver- ¿No te parece increíble?-

-Sí- Roy le sonrió. No era que odiara a la compañía en sí, es decir, sí le daba gusto que las cosas estuvieran dándose bien para Oliver, sólo odiaba la prioridad que el tipo le daba sobre Roy casi todo el tiempo- Suena muy bien-

Oliver le dio un abrazo y un beso en la mejilla, asumiendo que esto significaba que su hijo entendía que estaría más ocupado.

-Todavía voy a intentar estar en casa más a menudo y esas cosas... pero supongo que ya veremos.-

-¿Cómo que ya veremos?-

-Bueno, solo quiero decir que estaré más ocupado... entiendes, ¿verdad? -

-¿Más?-

...Obviamente. Oliver se encogió de hombros.

-Un POCO más ocupado-

Roy se separó un poco. 

-Y supongo que no me vas a llevar a la oficina como dijo la señora esa-

-Por supuesto que te llevaré conmigo-

Oliver había olvidado lo que Julia había sugerido, honestamente.

-Ver para creer...-

-Eres tan malhumorado y negativo, lo juro...-

-Eres tan irresponsable- repuso sin estar especialmente de malas. Oliver hablaba como si no diera razones para esperar lo peor de él.

-No soy irresponsable. Sólo estoy tratando de compartir algunas buenas noticias contigo, y tienes que hacer tu cosa de adolescente gruñón-

-Wey, no me puedes culpar por no creerte-

-Roy, para ti es 'papá', Estoy harto de que me llames 'Oliver' o 'Queen' y definitivamente no soy 'Wey' para ti- Roy era mucho más lindo cuando había estado durmiendo, Oliver tenía que reconocerlo.

-Da igual, no es mi culpa que no seas creíble- no sonaba molesto ya, más como resignado- Y siempre te digo Oliver-

-Siempre me llamabas 'papá' cuando eras pequeño. ¿Recuerdas? Eras tan lindo-

-Siempre estabas conmigo entonces- ahora era "Oliver." Le había dicho"papá" cuando le había dicho que lo llevaría de viaje con él y no había terminado bien.

-He estado contigo todo el fin de semana, vamos, llámame 'papá' - insistió Oliver, haciéndole cosquillas en el costado. Tratando de aligerar el estado de ánimo. Roy parecía un poco molesto... o algo así. Oliver no estaba seguro.

-No- Roy se intentó no reír y alejarse un poco.

-Roy Harper, llámame 'papá', o estás castigado por el resto de tu vida- Oliver se rió, sin dejarlo en paz. 

-Nooo-

Oliver puso su mano en las mejillas de Roy para apretarlas y mover su boca.

-Papá. Papá. Papá... ¡Dilo! No te voy a dejar en paz hasta que lo digas-

-Ya- Roy se soltó- Papá, está bien-

-¡Eso suena tan bien saliendo de tu boca!- se rió Oliver mientras se levantaba de la cama- Bueno, voy a ir por algo de comer.-

-Pizza-

Oliver puso los ojos en blanco, pero seguía sonriendo.

-Está bien, pero si Dinah o Bruce, o el doctor pregunta, comimos ensalada-

-¿Vas a venir a comer comer conmigo?-

El hombre le dirigió una mirada extraña. ¿Realmente Roy tenía que seguir preguntando? Tal vez había sido más que un 'poco' negligente.                                                   

-Sí, por supuesto-

-Está bien- Notó la mirada incómoda de Oliver, pero no lo podía culpar por preguntar.

Oliver regresó con una pequeña caja de pizza poco tiempo después.

-Deberías haberme visto. Fui increíble escondiendo tu pizza- 

-¿De qué es?- Roy sonrió un poco, llevaba varios días con ganas de pizza.

-Bueno ... ¿Supuse que no podía equivocarme con una de pepperoni?-

-Gracias- trató de que Oliver no lo viera quitarle el peperoni cuando se la dio.

-De nada...- Oliver fingió no darse cuenta de que su hijo estaba quitando el pepperoni a la pizza-Entonces, deberíamos hablar de dos cosas. Primero, ¿dónde vamos a vivir? ¿Quizás en algún lugar pequeño? Ya que sólo somos nosotros dos...-

-Yo creo que sí- no le encantaban las casas grandes ya.

-Tal vez un lugar que esté más cerca de la oficina, quiero decir, de esa manera puedes caminar y verme, pero si te aburres, puedes irte a casa...- Oliver no estaba seguro de cómo reaccionaría Roy a eso, pero esperaba que lo aprobara.

-Como quieras- eso sonaba más a que Oliver ahí se la iba a vivir.

-Bueno, no se trata de lo que 'yo' quiero  Roy, por eso te pregunto... tu opinión importa-

-A mí no me gusta la idea-

Oh. No esperaba eso ...

-¿Por qué no?-

Roy se encogió de hombros. Sólo no...

-Eso... no es de mucha ayuda, Roy-

-Estando cerca de la oficina, lo más seguro es que te vayas a pasar ahí todo el tiempo- si quería una respuesta...

-Bueno, pero no es que pueda vivir muy lejos del trabajo...- Suspiró- Pensemos en todas nuestras opciones y decidamos más tarde-

-Sí, está bien-

Igual ni siquiera era seguro que se fueran a cambiar de casa, talvez Oliver lo decía por decir.