-Dinah, ven a
terminar de jugar, no vi tus cartas- Roy estaba tan de buenas con Dinah que a
Oliver ni lo vio.
- ¿Por qué no
jugamos todos, y puedo contarte algunas noticias que definitivamente te
encantarán?- O eso es lo que Oliver esperaba.
-Bueno, no puedes
jugar en esta ronda porque ya la empezamos, pero puedes estar aquí y jugar en
la siguiente- Roy se hizo a un lado por si Oliver se quería sentar, mientras
Dinah se sentaba en los pies de la cama.
Oliver puso los
ojos en blanco ante la respuesta, pero de todos modos fue a sentarse junto a su
hijo.
-Te ves muy feliz,
Roy-
-Dinah me cae bien-
-A mi Tambien me
cae bien- Oliver dijo, aún con la estúpida sonrisa en su cara. Realmente
no podía evitarlo- Así que... ¿Cómo te sentirías si fuéramos a vivir con ella?-
-¿Cuántos días?-
-Hasta que se canse
de nosotros, supongo-
-¿Cómo?-
Oliver se rió.
-Queremos vivir
juntos... Dinah cree que será bueno para todos nosotros vivir juntos. Y estoy
de acuerdo. Lo que significa que no tienes un decir... ¿pero espero que
esto sea una buena noticia para ti?-
-Pues sí- no sabía
ni cómo reaccionar al respecto.
-Genial. Esto es lo
mejor- Oliver medio abrazó a Roy y alcanzó la mano de Dinah- Prometo estar en
casa todo el tiempo- probablemente no debería ser tan rápido para hacer
promesas, pero estaba genuinamente feliz.
-Bueno, el mayor
posible, porque te vamos a necesitar ahí- le recordó Dinah.
-¡Sí, por
supuesto!-
-Eso esperamos, tu
familia te extraña-
- Es una promesa- Volteó
a mirar a su hijo- ¿Por qué estás tan callado?- Oliver realmente esperaba que
el chico reaccionara más feliz.
-Por nada- había
esperado que si en verdad se cambiaban de casa fuera para algo así como empezar
otra vez ellos dos, no que le fuera a aventar el paquete a ella.
Oliver frunció el
ceño.
-Yo ... pensé que
esto te haría feliz- Estaba tan emocionado por decirle a Roy, pero como siempre
el niño lucía negativo.
-Sí, sí estoy-
estaba haciendo un esfuerzo por no lucir dudoso.
-Bueno, nosotros
también- intervino Dinah, presintiendo que Oliver en efecto no sabría manejar
la situación- La vamos a pasar muy bien, obviamente haciendo algunos ajustes al
principio mientras te desintoxicas, pero sólo es cosa de adaptarnos y ya-
Dinah ciertamente
tenía una manera de regresarlo a la tierra.
-¿Cuánto va a tomar
eso?- preguntó Oliver, con una mueca.
-¿Eso qué?-
-¿Cuánto tiempo le
tomará desintoxicarse?- Oliver no fue muy sutil sobre su falta de entusiasmo.
-Yo estimo que
habrá que estar demasiado al pendiente durante al menos un año-
Oliver no pudo ocultar la expresión de horror en su rostro.
-Un año... ¡¿UN
AÑO?! -
-Perdón, ¿Pensaste
que eran tres días?- intentó sonar lo más seria posible para que Oliver
reaccionara y se diera cuenta que no era cualquier cosa.
-Yo sólo...- Dejó
de hablar porque sabía que solo empeoraría las cosas. Sí, él había
esperado que la "situación" se resolviera por sí misma en un par de
meses.
-Sí, mira, lo que
queremos que sepas, Roy, es que estamos aquí para ti y te vamos a estar
apoyando incluso cuando te hartes de nosotros o discutamos, no importa porque
no te vamos a dejar solo. A lo mejor no te encanta al principio, porque la
verdad sí son cambios un poco drásticos y más porque realmente estás
acostumbrado a hacer y deshacer a tu gusto en casa, pero verás que todos nos
acoplamos-
Oliver estaba
asintiendo con la cabeza como si estuviera de acuerdo con Dinah, y la verdad
era que sí quería apoyar a su hijo, pero ya se sentía abrumado.
-Dinah tiene razón,
Roy. Todo esto funcionará-
-Bueno- realmente
Roy no creía que las cosas fueran a pasar así, pero vivir con Dina era
definitivamente mil veces mejor que vivir cerca de la oficina.
-Yo creo que sería
lo más prudente ir avisándole de los cambios más obvios para que tampoco caigan
de sorpresa- Dinah volteó a ver al tipo, sumamente convencida de que todo eso
era sentido común.
Oliver le dirigió
una mirada perdida, porque, para ser honesto, hace mucho tiempo se había
convencido de que Roy no necesitaba muchos límites, y definitivamente no había
querido establecer ninguno que no estuviera dispuesto a imponer.
-... ¿Deja de
consumir drogas?-
-¿Es enserio?-
Dinah no pudo evitarlo.
Oliver se estiró y
bostezó, tratando de ganar algo de tiempo.
-Bueno, lo
siento... cambios... cambios... bueno, no puedes salir sin decirnos a dónde vas...-
-Va a haber toque
de queda y queremos tu teléfono encendido todo el tiempo, aunque estés en la
escuela. También haremos pruebas médicas esporádicamente, Oliver te va a llevar
y recoger de la escuela, no queremos que andes en la calle sin saber dónde
estás, con quién y cuánto vas a tardar, está de más decir que los primeros
meses vas a habitar el mismo cuarto que nosotros y que necesitamos que te tomes
el suplemento que tu papá te va a dar cada 4 horas-
Roy no respondió
porque, para empezar, jamás se imaginó que nadie fuera a estarle diciendo eso a
él y mucho menos tenía idea de cómo responder sin faltarle al respeto a Dinah.
Oliver asintió ante
las palabras de Dinah, aunque definitivamente NO iba a llevar Y recoger al niño
de la escuela (tal vez podría dividir el trabajo con Dinah). Tampoco le gustaba
la idea de que Roy se quedara en la habitación con ellos, pero aun así,
asintió.
-Dinah tiene razón
al 100%, Roy... Bueno, al menos el 99%. Va a ser diferente para nosotros, pero
es así como serán las cosas-
Roy definitivamente
no respondió en el momento. Todo eso sonaba como una mala broma, es decir, no
sabía siquiera si era regaño o ánimos.
-¿Roy?- preguntó
Oliver ahora, un poco preocupado de que el chico estuviera tan callado- ¿Estas
escuchando?-
-Sí, pero no. No me
parece, pero igual gracias- por lo general Oliver le proponía cosas...
Evidentemente ese tenía que ser el caso.
-No son sugerencias,
Roy... bueno, tal vez excepto la de quedarte en nuestra habitación- Oliver tuvo
que intentarlo- Pero aparte de eso, estos son los cambios que vamos a hacer-
-No, ninguna es
sugerencia. Ni la del toque de queda ni la del cuarto ni la de llevarte y recogerte
de la escuela ni ninguna. Ah, y recuerda que en las tardes te vas a ir a la
oficina de Oliver hasta las cinco que él salga de trabajar- porque esa era su
hora de salida, no las diez de la noche.
¡¿Cinco?! Oliver se
volteó para mirarla con espanto.
-Así es, te llevaré
a casa a las cinco... aunque, por supuesto, en ocasiones tendré que regresar al
trabajo, Dinah- Intentó cambiar el tema rápidamente- Hablemos de tu toque de
queda...-
Ahora sí Roy se
rió, y esque todo eso era una estupidez.
-Jamás me has
pedido que llegue a la casa a ninguna hora, todo esto debe ser joda-
-¡Oye! ¡No seas
grosero!- Porque si Oliver tenía que cambiar, el joven definitivamente también
lo haría- Sí, siempre te he dado demasiada libertad, y ya vimos lo que hiciste
con ella. Entonces, ahora tienes límites. Yo digo... bueno, entre semana vas a
llegar a casa a las 5 conmigo. Los fines de semana... no sé, supongo que 9?-
Oliver era tan malo en eso, y lo sabía. Él nunca había tenido un toque de queda...
Me gusta mucho esta historia! Ojalá puedas actualizar pronto.
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