martes, 28 de enero de 2020

Demasiada Libertad, capítulo 25


-Dinah, ven a terminar de jugar, no vi tus cartas- Roy estaba tan de buenas con Dinah que a Oliver ni lo vio.

- ¿Por qué no jugamos todos, y puedo contarte algunas noticias que definitivamente te encantarán?- O eso es lo que Oliver esperaba.
-Bueno, no puedes jugar en esta ronda porque ya la empezamos, pero puedes estar aquí y jugar en la siguiente- Roy se hizo a un lado por si Oliver se quería sentar, mientras Dinah se sentaba en los pies de la cama.
Oliver puso los ojos en blanco ante la respuesta, pero de todos modos fue a sentarse junto a su hijo.
-Te ves muy feliz, Roy-
-Dinah me cae bien-
-A mi Tambien me cae bien- Oliver dijo, aún con la estúpida sonrisa en su cara. Realmente no podía evitarlo- Así que... ¿Cómo te sentirías si fuéramos a vivir con ella?-
-¿Cuántos días?-
-Hasta que se canse de nosotros, supongo-
-¿Cómo?-
Oliver se rió.
-Queremos vivir juntos... Dinah cree que será bueno para todos nosotros vivir juntos. Y estoy de acuerdo. Lo que significa que no tienes un decir... ¿pero espero que esto sea una buena noticia para ti?-
-Pues sí- no sabía ni cómo reaccionar al respecto.
-Genial. Esto es lo mejor- Oliver medio abrazó a Roy y alcanzó la mano de Dinah- Prometo estar en casa todo el tiempo- probablemente no debería ser tan rápido para hacer promesas, pero estaba genuinamente feliz.
-Bueno, el mayor posible, porque te vamos a necesitar ahí- le recordó Dinah.
-¡Sí, por supuesto!-
-Eso esperamos, tu familia te extraña-
- Es una promesa- Volteó a mirar a su hijo- ¿Por qué estás tan callado?- Oliver realmente esperaba que el chico reaccionara más feliz.
-Por nada- había esperado que si en verdad se cambiaban de casa fuera para algo así como empezar otra vez ellos dos, no que le fuera a aventar el paquete a ella.
Oliver frunció el ceño.
-Yo ... pensé que esto te haría feliz- Estaba tan emocionado por decirle a Roy, pero como siempre el niño lucía negativo.
-Sí, sí estoy- estaba haciendo un esfuerzo por no lucir dudoso.
-Bueno, nosotros también- intervino Dinah, presintiendo que Oliver en efecto no sabría manejar la situación- La vamos a pasar muy bien, obviamente haciendo algunos ajustes al principio mientras te desintoxicas, pero sólo es cosa de adaptarnos y ya-
Dinah ciertamente tenía una manera de regresarlo a la tierra.
-¿Cuánto va a tomar eso?- preguntó Oliver, con una mueca.
-¿Eso qué?-
-¿Cuánto tiempo le tomará desintoxicarse?- Oliver no fue muy sutil sobre su falta de entusiasmo.
-Yo estimo que habrá que estar demasiado al pendiente durante al menos un año-


Oliver no pudo ocultar la expresión de horror en su rostro.
-Un año... ¡¿UN AÑO?! -
-Perdón, ¿Pensaste que eran tres días?- intentó sonar lo más seria posible para que Oliver reaccionara y se diera cuenta que no era cualquier cosa.
-Yo sólo...- Dejó de hablar porque sabía que solo empeoraría las cosas. Sí, él había esperado que la "situación" se resolviera por sí misma en un par de meses.
-Sí, mira, lo que queremos que sepas, Roy, es que estamos aquí para ti y te vamos a estar apoyando incluso cuando te hartes de nosotros o discutamos, no importa porque no te vamos a dejar solo. A lo mejor no te encanta al principio, porque la verdad sí son cambios un poco drásticos y más porque realmente estás acostumbrado a hacer y deshacer a tu gusto en casa, pero verás que todos nos acoplamos-
Oliver estaba asintiendo con la cabeza como si estuviera de acuerdo con Dinah, y la verdad era que sí quería apoyar a su hijo, pero ya se sentía abrumado.
-Dinah tiene razón, Roy. Todo esto funcionará-
-Bueno- realmente Roy no creía que las cosas fueran a pasar así, pero vivir con Dina era definitivamente mil veces mejor que vivir cerca de la oficina.
-Yo creo que sería lo más prudente ir avisándole de los cambios más obvios para que tampoco caigan de sorpresa- Dinah volteó a ver al tipo, sumamente convencida de que todo eso era sentido común.
Oliver le dirigió una mirada perdida, porque, para ser honesto, hace mucho tiempo se había convencido de que Roy no necesitaba muchos límites, y definitivamente no había querido establecer ninguno que no estuviera dispuesto a imponer.
-... ¿Deja de consumir drogas?-
-¿Es enserio?- Dinah no pudo evitarlo.
Oliver se estiró y bostezó, tratando de ganar algo de tiempo.
-Bueno, lo siento... cambios... cambios... bueno, no puedes salir sin decirnos a dónde vas...-
-Va a haber toque de queda y queremos tu teléfono encendido todo el tiempo, aunque estés en la escuela. También haremos pruebas médicas esporádicamente, Oliver te va a llevar y recoger de la escuela, no queremos que andes en la calle sin saber dónde estás, con quién y cuánto vas a tardar, está de más decir que los primeros meses vas a habitar el mismo cuarto que nosotros y que necesitamos que te tomes el suplemento que tu papá te va a dar cada 4 horas-
Roy no respondió porque, para empezar, jamás se imaginó que nadie fuera a estarle diciendo eso a él y mucho menos tenía idea de cómo responder sin faltarle al respeto a Dinah.
Oliver asintió ante las palabras de Dinah, aunque definitivamente NO iba a llevar Y recoger al niño de la escuela (tal vez podría dividir el trabajo con Dinah). Tampoco le gustaba la idea de que Roy se quedara en la habitación con ellos, pero aun así, asintió.
-Dinah tiene razón al 100%, Roy... Bueno, al menos el 99%. Va a ser diferente para nosotros, pero es así como serán las cosas-
Roy definitivamente no respondió en el momento. Todo eso sonaba como una mala broma, es decir, no sabía siquiera si era regaño o ánimos.
-¿Roy?- preguntó Oliver ahora, un poco preocupado de que el chico estuviera tan callado- ¿Estas escuchando?-
-Sí, pero no. No me parece, pero igual gracias- por lo general Oliver le proponía cosas... Evidentemente ese tenía que ser el caso.

-No son sugerencias, Roy... bueno, tal vez excepto la de quedarte en nuestra habitación- Oliver tuvo que intentarlo- Pero aparte de eso, estos son los cambios que vamos a hacer-
-No, ninguna es sugerencia. Ni la del toque de queda ni la del cuarto ni la de llevarte y recogerte de la escuela ni ninguna. Ah, y recuerda que en las tardes te vas a ir a la oficina de Oliver hasta las cinco que él salga de trabajar- porque esa era su hora de salida, no las diez de la noche.
¡¿Cinco?! Oliver se volteó para mirarla con espanto.
-Así es, te llevaré  a casa a las cinco... aunque, por supuesto, en ocasiones tendré que regresar al trabajo, Dinah- Intentó cambiar el tema rápidamente- Hablemos de tu toque de queda...-
Ahora sí Roy se rió, y esque todo eso era una estupidez.
-Jamás me has pedido que llegue a la casa a ninguna hora, todo esto debe ser joda-
-¡Oye! ¡No seas grosero!- Porque si Oliver tenía que cambiar, el joven definitivamente también lo haría- Sí, siempre te he dado demasiada libertad, y ya vimos lo que hiciste con ella. Entonces, ahora tienes límites. Yo digo... bueno, entre semana vas a llegar a casa a las 5 conmigo. Los fines de semana... no sé, supongo que 9?- Oliver era tan malo en eso, y lo sabía. Él nunca había tenido un toque de queda...

1 comentario:

  1. Me gusta mucho esta historia! Ojalá puedas actualizar pronto.

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