-¿Qué haré contigo, eh?- susurró bajito cuando se dio cuenta
de que Roy ya estaba cerrando los ojos. Le beso la frente y siguió acariciándole
el cabello. Aunque en su mente se dijo "Más bien ¿qué haría sin ti?"
-¿Dejarme tener al perro?-
Oliver soltó una risita.
-A dormir- le dio otro beso en la frente.
-Bueno, pero lo voy a hacer porque yo quiero, no porque tú
digas- accedió Roy, acurrucándose.
-Esta bien, rebelde sin causa- le sonrió.
Roy ni siquiera volteó a verlo, sino que jaló las cobijas
hasta arriba de su oreja y se recargó sobre su costado.
Al siguiente día, Oliver no cumplió su amenaza de despertar
a Roy temprano porque ni siquiera él lo hizo, no se despertó hasta que escuchó
el timbre. Al principio no quiso levantarse, ¿a quién se le ocurría hacer
visitas tan temprano? Pero el timbre siguió sonando y sonando hasta que el
Arquero se dignó a abrir los ojos y ver el reloj.
¡Las 12:37! ¡Rayos, debía ser Dinah quien tocaba el timbre!
Oliver se levantó tan pronto como pudo sin despertar a Roy y
fue a abrir así como estaba. Claro que no era de lo más formal, pero Dinah lo
había visto en peores condiciones de todos modos.
Roy escuchó la puerta, pero aún así no se quería levantar ni
quería que su papá se levantara, estaba muy cómodo con él ahí a lado y que ni creyera
que se lo olvidaba lo del día anterior, así que muy tranquilo sólo se dio la
vuelta y volvió a cerrar sus ojos.
-Sí, dormí un poco de más...- se rió Oliver nerviosamente-
Deja levanto a Roy para que desayunemos-
-Sí, no te preocupes- le sonrió.
Oliver entró de nuevo a la habitación y le quitó las cobijas
a Roy. Normalmente no era tan así en las mañanas, pero ya ni era de mañana y
además le daba pena estar apenas levantándose cuando ya Dinah había llegado.
- Roy, levántate que ya llegó Dinah a desayunar-
-Todavía tengo sueño- contestó de repente Roy.
-No, ya dormimos suficiente, anda levántate y ve a saludar,
ya después te bañas si quieres-
Roy rodó los ojos y se levantó.
-¿Y si no quiero saludar?-
-Nimodo. Te aguantas y lo haces- respondió Oliver, entrando
al baño por lo menos a lavarse los dientes.
-No me hables así- dijo muy enojado.
-Pues no estés rezongando y haz lo que te digo- salió del
baño aun en la ropa con la que dormía. Le daba más pena dejar a Dinah sola a
que lo viera así.
-Pues no lo haré- se enojó- Yo no he hecho nada para que estés
de malas conmigo-
-Ya sé, lo siento- se medio disculpó, aunque no tan afligido
como Roy quisiera- Es sólo que me quedé dormido y ya es tarde. Íbamos a desayunar
con Dinah, ¿te acuerdas? Ella ya está aquí y yo me acabo de levantar-
-Pero yo no tengo la culpa- dijo muy firme Roy, sentándose
en la cama.
-Y ya me disculpé, ahora ve y saluda a Dinah- repuso firme
también. No tenía tiempo para tratar con un mal humor mañanero.
-Pues ya qué- se levantó y caminó con Dinah- Hola-
-Hola, cariño ¿Cómo estas?-
-Enojado porque me despertaron por tu culpa-
Lamentablemente, Oliver escuchó.
-¡Roy!- le llamó la ateción, saliendo de la recámara-
Discúlpate con ella por hablarle así. Si te hubieras dormido temprano como te
dije, no tendrías sueño-
-YO no dije que tuviera sueño- aclaró Roy.
-Perdón, cariño, no fue mi intención- sabía que no tenía que
pedir perdón, pero vaya, ¿qué más hacía?
-No, Dinah, que él se disculpe por ser grosero- replicó
Oliver- Anda- apresuró a Roy.
-¿Por qué? No quiero- Roy se tiró en el sofá bostezando.
-Ya, Oliver, déjalo- insistió Dinah.
-No sabes lo apenado que estoy, ¿te molesta esperar en lo
que hago el desayuno?-
-No, no te preocupes, es más, ¿en qué te ayudo?- se ofreció.
"Ay sí, ¿en qué te ayudo?" Roy la imitó en su
mente y rodó los ojos.
-No, ¿cómo crees? Tú sólo siéntate y yo mientras a ver qué
cocino que no se tarde tanto- le dijo Oliver-
Roy, ven a la mesa a acompañar a Dinah-
-¿Por qué? Es tu novia no la mía- se quejó.
-Enserio, te ayudo, Ollie- dijo Dinah levantándose.
-Roy, si no tienes nada amable que decir, mejor cállate-
sabía que la frase no iba exactamente así pero no estaba de humor para andar
con consideraciones innecesarias- No, Dinah, yo lo hago enserio- insistió,
rompiendo 6 huevos en un sólo sartén.
-Como sea- dijo Roy.
-¿Seguro?- Dinah se paró junto a él- ¿Y mi compañía?-
Oliver sonrió.
-Bueno, tu compañía estará bien- aceptó, friendo algo de
tocino.
A Roy le dio asco la escena, y se levantó del sofá, podría
ir a acostarse a la cama de Ollie y ver tele sin tener que estar ahí aguantando
sus cosas cursis de novios. Eugh…
Oliver sirvió el desayuno y tres vasos de jugo antes de
darse cuenta de que Roy ya se había ido.
-¡Roy, ven a desayunar ya!- le gritó. Al final del día
anterior, las cosas entre Dinah y Roy habían estado relativamente bien como
para que ahora se pusiera en ese plan.
Pero no era nada contra Dinah y Oliver lo medio sabía porque
Roy siempre despertaba de mal humor fuera la hora que fuera. Roy hizo como que
no escuchó y se tapó todo, no quería levantarse, tenía flojera, y amaba la
caricatura que estaban pasando, mejor hacía como si no escuchara.
Oliver miró a Dinah de reojo e hizo como si el ser ignorado
por un niño pequeño no lo hiciera sentirse idiota.
-¡Roy!-
Roy lo volvió a ignorar, si su padre iba a la habitación fingiría
estar dormido.
-Voy por él, a lo mejor no escucha por la tele- se excusó
con Dinah, sabiendo claramente que sí lo escuchaba.
Roy escuchó a su papá, apagó rápido el televisor, se cubrió
con las cobijas, y fingió que estaba dormido, pero no engañaba a nadie, su
respiración era muy distinta.
-Roy, ya está el desayuno, ven a la mesa-
Roy se quedó muy quieto, pero ya estaba acalorado bajo las
cobijas, ¿que su padre no entendía que estaba durmiendo?
-Te estoy hablando, es grosero desatender a los invitados-
Roy lo siguió ignorando, pero hizo un pequeño agujero con su
mano para poder respirar aire fresco. Oliver de nuevo le quitó las cobijas y le
tomó el brazo para sacarlo de la cama.
-Ya, que estamos quedando mal con Dinah-
-¡OYE! ¡Estaba durmiendo!- se quejó muy enojado.
-No es cierto- repuso- Además, ya sabes que vamos a desayunar
con Dinah, apúrate que ella sí ha de tener hambre-
-¡Que no!-
-¡No me grites! Y ya haz caso por favor, que no es momento
para rabietas- Woow, eso había sonado tan... tan parecido a Bruce que ni él se
lo creía.
-No es rabieta, pero tú eres muy grosero conmigo- le arrebató
su brazo.
-Y tú conmigo, y en este momento lo estás siendo con Dinah-
le volvió a tomar el brazo- ¿Me vas a obedecer o no?-
-Pero es tu invitada, no la mía-
-Pero ella quiere verte, y como no estás haciendo nada
importante...-
-Pero yo no la quiero ver a ella- contestó Roy de mala gana.
-¿Y por qué no?- lo jaló para que ya se levantara- Ayer
estaban muy bien-
-Deja de jalarme- le reclamó-Me lastimas...-
-Pues ven tú solo- lo soltó- Y pórtate bien que ella no
tiene la culpa de que te levantes de malas-
-Tu sí la tienes, me tratas mal- gimoteó- No quiero ir-
Oliver dejó salir un gruñido de frustración. Sí, lo admitía,
no se había portado muy bien con Roy, pero de eso a que no quisiera hacer
caso...
-Pero vas a ir y te vas a portar como el niño educado que
puedes ser cuando te conviene-
-Pues no lo voy a hacer-
-Pues si no lo haces, además de que no hay perro, ahora sí
te voy a castigar -
-¿A castigar por qué? No he hecho nada malo-
-Por el simple hecho de no hacerme caso, ¿te parece poco?
Vamos, que Dinah nos está esperando-
-Nooo- dijo enojado. Estaba indignado, aparte de amenazarle
con el perro, le quería castigar injustamente (porque él no había hecho nada
malo), y eso era muuuuuuy injusto.
-Bueno, no hay perro entonces- Oliver se cansó de estar insistiéndole.
A Roy se le llenaron los ojos de lágrimas y no pudo evitar
empezar a llorar.
-Pues... pues no me importa- se escondió en las cobijas. Sí
le importaba, era súper cruel que su papá le dijera cosas así, él no había
hecho nada, NADA.
Ollie enseguida se sintió mal. Sabía que no debía de decir
las cosas así y menos después de todo lo que había dicho el día anterior.
-Roy, no... Mira, lo del perro lo dije porque me desesperé,
aún lo estoy considerando-
-Eso mismo dijiste ayer- contestó desde las profundidades de
las cobijas.
-Pues lo sigo considerando, pero tu actitud no me ayuda-
-¡HUM! Yo no he hecho nada-
-Nada de lo que te pido, será-
Roy ya no respondió, pero tampoco se movió, Oliver era muy
injusto y no quería desayunar con Dinah, cierto que amanecía siempre de malas,
pero no era eso (sí era), sólo no quería estar en la cocina cerca de Dinah.
-¿Vas a venir o te tengo que llevar a nalgadas?- le preguntó
Oliver, sin exasperarse pero firme. Era de mala educación dejar solos a los
invitados y él había invitado a Dinah.
-Pero no quieroooo...- gritó enojado Roy.
Oliver no cumplió con lo que había dicho porque de cierto
modo eso iba a repercutir en Dinah, pero tomó a Roy de la muñeca, lo acercó, lo
cargó bajo el brazo y echó a andar hacia la cocina como si nada.
-Y pórtate bien o enserio me voy a molestar, Roy, tú sabes- advirtió
en voz baja cuando ya estaban casi entrando a la cocina.
-¡Que ya me dejes!- le gritó muy enfadado- No quiero- no
podía amenazarlo con lo del perro y luego pensar que estaría muy tranquilo.
Oliver se sintió muy apenado de que Dinah estuviera
escuchando, porque ella estaba poniendo todo de su parte, y que Roy actuase así
con ella era simplemente grosero. Lo bajó al piso y le soltó dos fuertes
palmadas para que al menos lo escuchase.
-¿Qué te acabo de decir? Pórtate bien o no hay más
televisión ni videojuegos hasta que cambies de actitud- le dijo seriamente. Ya
sabía que la amenaza si acaso la cumpliría a lo mucho durante un día, pero ya
estaba desesperado porque Roy lo escuchase...
Roy comenzó a llorar.
-Pero no me estoy portando maaal- gimoteó entre sollozos.
-Ya no quiero nada-
A Ollie le dolió verlo llorar así, pero para todo Roy lo
contradecía.
-Sí, sí te estás portando mal porque no me estás haciendo caso-
le explicó, limpiándole las lágrimas- Ya, vamos a desayunar y quiero que seas
amable-
-No, no me porté mal- Roy aventó la mano de Ollie y siguió
llorando, pero avanzó a la cocina.
Oliver se pasó la mano por el rostro. Puede que no fuera muy
temprano, pero él se acababa de levantar y le parecía muy pronto para empezar
así. Se sentó a la mesa junto a Dinah y pretendió que todo marchaba bien.
-Disculpa la tardanza, Prettybird-
-No te preocupes, Ollie- le sonrió ella, pero luego reparó
en el lloroso Roy- ¿Qué te pasa, Roy? ¿No te sientes bien?-
Roy negó con la cabeza, sólo de que le preguntaran le daba
más sentimiento.
-No te preocupes que sólo está cansado- le dijo Oliver a
Dinah porque para él eso pasaba; Roy estaba de mal humor y por eso andaba tan
berrinchudo.
Y sí pasaba, porque de por si Roy era berrinchudo, cuando
estaba de malas era peor. Oliver esperaba que se le pasara porque no quería
pasar todo el día peleando con él.
-Bueno, pero ven, Roy, siéntate con nosotros. Vamos a
desayunar, eso te dará mucha energía-
Roy vio con fastidio a su papá y se sentó de mala gana, ya
había dejado de llorar, pero cualquier cosa podría hacerlo cambiar de opinión.
Oliver no le dijo nada porque sabía que como Roy estaba en
ese momento tan sólo le contestaría mal y no quería empezar ningún problema
frente a Dinah.
Jajajaja me hizo gracia (es tu novia no la mía)
ResponderBorrarTerry
Poor baby Roy :( haha.
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