martes, 27 de noviembre de 2018

Tomar la Medida, capítulo 9


-¿Se puede saber qué fregados haces tú aquí?-
No había que equivocarse, el Chacorta y la Matilde no habían terminado de enemigos ni nada, pero vaya que sí la había mandado a volar bien lejos cuando se había dado cuenta del tipo de madre incompetente que era. Además, ella sabía que no le gustaba que estuviera con los niños sin supervisión de nadie.

-Eh, pero qué recibimiento. Pasa que vengo a ver a los pelados y me encuentro con que el Carlitos está enfermo en casa de Aurelio y el Victor de lo más apachurrado ahí solito en la sala, y obvio no lo iba a dejar así, así que nos subimos el cuarto a platicar agusto- quizás la Matilde no había querido para nada al niño ahí en la casa cuando supo de él, pero no había podido evitar encariñarse poco después de conocerlo. El Victor era buen niño y bien relajado, así que habían congeniado muy bien.

-¿Sí? Pos el Victor no tiene tiempo de platicar- ignoró la mirada llorosa que le dirigió el chamaco- Tiene mucha tarea que hacer para mañana-

-¿Mañana? A ver, Victor, ¿qué no ves que dicen que va a estar bajo cero? No, no los mandes a la escuela, que pecado- la Matilde abrazó al chamaco más cerca contra ella.

-Los huercos tienen que ir y se acabó, así que órale, Victor, a hacer la tarea-

-Eh, un momentico, que no vas a mandar al niño enfermo con el frío, Chacorta, no seas necio-

El Chacorta estuvo a punto de contradecirla por puros huevos, pero tuvo chance de pensarlo tantito... Y extrañamente la Matilde tenía razón...

-Bueno, bueno, ya, el Carlitos no va, pero tú córrele a hacer la tarea-

-¿Pero si cuál es el afán? ¿No ves que estamos platicando?-

Y eso fue todo. El Chacorta había tratado de ser paciente, pero ese huerco también se había tratado de pasar de listo. Primero se volaba las clases, después el Zopilote lo pescaba en la calle tratando de malbaratar merca y ahora se hacía tonto con lo de hacer la tarea que le había ordenado que investigara…

En cuestión de nada, el hombre se sacó el cinturón y, antes de que cualquiera de los otros dos pudiera hacer nada, ya había atrapado el brazo del muchacho y lo había medio arrastrado hasta los pies de la cama.

Sin mediar palabra comenzó a descargar la correa bastante fuerte a diestra y siniestra sobre el trasero del chamaco, haciéndose de oídos sordos a los chillidos del huerco y de la Matilde.
Cuando el Victor evidentemente comenzó a forcejear y jalonearse, Chacorta lo jaló más cerca y pasó a los muslos del chamaco, soltando las más punzantes donde se juntaban con su parte trasera.

-Pos que el Victor está castigado, no debería de andar platicando con nadie- respondió mientras soltaba al huerco, quién luego luego se fue a pegársele a la mujer.

-¿Pero eso por qué?- lloriqueó el niño desde la seguridad del brazo de la Matilde- Si ya me pegaste dos veces-

-¿Le pegaste también hace rato? No pues con razón está como está, Victor, ¿No ves que tienes la mano muy pesada y todavía lo dejas solito?-

-Mira, Matilde, lo que yo haga con mis hijos...-

-Ah no, pero qué tal... Ahí sí me vas a perdonar, mijo, pero Victor y yo somos amigos y tan familia como con el Carlitos. Yo no sé cómo fuiste a pegarle y después dejarlo ahí como si nada, ¿ah? Con razón lo encontré así todo lloroso-

-Aproveché para ir por el Carlitos para que se me bajara el coraje que este huerco me había hecho pasar, pero resulta que llego y no hizo nada de lo que le pedí-

-...Limpiamos el cuarto- se atrevió a intervenir el chamaco.

El Chacorta lo veía bastante igual, pero claro, si lo había ayudado la Matilde de seguro lo habían limpiado como sus patas. El tipo le echó un último vistazo al huerco y se maldijo por lo bajo por ser tan débil.

-Bueno, da igual, rúmbale a ver al Carlitos que Victor y yo vamos a hablar-

Los otros dos se le quedaron viendo medio dudosos, así que el Chacorta exhaló pesadamente, se pasó la mano por el rostro y se sentó en la cama.

-Venga pa'ca, mijito- le abrió el brazo.

No corto ni perezoso, el Victor voló con él y se le sentó en el regazo para enredársele luego luego. Fue cuando la Matilde se salió para ir a ver al Carlitos y dejarlos solos.

-A ver, ¿pero por qué lloras? No pasa nada- el Chacorta empezó a acariciarle la espalda al pobre.

-Esque...- el Victor luchaba contra las lágrimas, los mocos y el hipo para contestar- No estés enojado...-

-A ver, primero cálmate- le besó el cabello- Todos nos enojamos, pero mira, mientras yo esté vivo, siempre te voy a querer, así que tranquilo que ni es pa' tanto-

Pero el Victor sólo se le pegó más.

-Yo también te voy a querer siempre- no es que hubiera dejado de llorar, pero sí sonaba algo más tranquilo... O de perdido menos miserable.

-Y claro que sigo enojado- lo movió un poco sin quitárselo de encima- Si eso que hiciste no fue ningún juego, Victor, algo muy serio te pudo haber pasado, pero pos tampoco quiero que estés todo agüitado por ahí, mejor ponte buzo para que ya no hagas ese tipo de tarugadas, ¿estamos?-

El chamaco asintió con la cabeza, todavía medio triste pero evidentemente mucho más tranquilo.
El Chacorta se lo volvió a acomodar y lo abrazó más cerca para besarle la sien. Si era medio necio el huerco, pero ah como lo quería, era bien bueno ese niño. Quizás no era tan mala idea dejarlos quedarse al día siguiente sin ir a la escuela…

5 comentarios:

  1. ¡Pobre Victor! Digo se lo merece pero pobrecillo, mira que no hacer caso a su papá que bien dice"Chacorta" ya deberría saberlos haahah
    Sabes que escribes como los bellos bellos Angeles, me encanta esta historia y tu manera de redactar (:
    Eres la mejor para siempre, you know

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  2. Me devoré el capítulo a las dos de la mañana, con un tormentón de fondo!!! Fue genial !! Por un momento odié al Chacorta, pero se redimió al final!!!!

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  3. Le dio duro al pobre Victor, pero bueno tampoco fue una travesurita chiquita la que hizo me encanta está historia y me inspiraste para escribir de un personaje mexicano en mis relatos aunque claro lo hice con acento chilango creo que así es el de la capital no sé, porque este del norte no conozco todas las palabras y expresiones. Un abrazo.

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  4. Pobre Victor! jeje, Pero me gusta el lado tierno de Chacorta. :) Great chapter!

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  5. Pobre Víctor, se lo pelaron duro, pero por lo menos el Chacorta lo consuela, me encanta la serie esta aunque no la he podido ver por tanta ocupación con la Universidad. Sigan adelante chicas. Lo hacen bien.

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