lunes, 3 de diciembre de 2018

Capítulo 6 The bet. (Reed)


Josephine y yo llegamos a la casa, vi estacionado el auto de mi padre, pero suponía que estaba en su estudio
, aproveché para irme a mi habitación y tomar un baño, quería salir a correr, pero el sol estaba muy intenso, así que me tiré en la cama, justo cuando empezaba a quedarme dormido, tocaron a mi puerta, enseguida supe que era Josephine, porque Easton y mi padre no esperaban respuesta.
-Hola.-Dijo seria, ya se había bañado tenía su largo cabello negro agarrado en una trenza de lado, sus ojos verdes resaltaban porque traía una camiseta verde, y una falda corta color negro.
-¿No sabía que nuestras paces incluían visitas a mi habitación?-Le medio sonreí.
-Pensé que querrías visitas a tu arresto domiciliario.-Rodó los ojos.
-Nah… disfruto de mi soledad.-Le reste importancia.-Luego se le pasa a Ian.
-Ah, bien, si estas tan despreocupado, supongo que me puedo ahorrar mis disculpas.-Se encogía de hombros.
-Que ruda, ¿te vienes a disculpar?-Me senté en la cama, y le señale la orilla.-Mi cama, es tu cama si te disculparás.
Se quedó viendo fijamente la orilla y finalmente se sentó con toda la delicadeza del mundo.
-Lo lamentó. –Soltó.
-¿Por qué lo lamentas?-Pregunté viéndola fijamente.
-Es cierto que te portaste como un patán anoche, pero yo tampoco me porté mejor, lo siento, Reed.
Nunca ninguna chica se había disculpado conmigo, porque usualmente siempre yo era el que arruinaba todo, y no me importaba, porque no me importaban las disculpas de los demás, y aunque Josephine parecía sincera estaba tan seria que no sabía que estaba pasando por su mente, no podía descifrar ni por equivocación lo que ella estaba pensando.
-¿Por qué eres tan frívola? –Escupí de pronto.
-¿Cómo me dijiste?-Un atisbo de enojo se tornó en sus ojos y se levantó de la cama.
-Sí, bueno dices que lo sientes pero no parece.-Contesté.
-Por favor, ¿Lo estás diciendo tú? No puedo creer que tú me hayas dicho frívola, cuando vine aquí a disculparme, pude no haberlo hecho Reed.
-Nadie te pidió que lo hicieras.-Puse los ojos blancos.
-Tienes razón.-Camino hacia la puerta, y salió cerrando la puerta.
Suspire con frustración, esa chica era muy rara, no podía ver nada de lo que sentía con las caras que ponía, cuando papá nos dijo que vendría yo pensaba que sería más fácil molestarla y hacer que se fuera, pero Josephine era imperturbable, aunque las únicas veces que la había escuchado reírse o sonreír era cuando mi papá hacía alguna de sus horribles bromas, y el día de hoy que habíamos ido a buscar a Easton, pero cuando la veía de lejos o si estaba sentada leyendo siempre estaba tan seria que no podías saber si el libro era divertido o no. Esa niña me daba mucha curiosidad y en parte sentía que  estaba ocultando algo.
Intente volver a dormir pero no pude no podía dejar de pensar en Josephine, en su cabello, en sus penetrantes ojos verdes, su tez blanca, en sus pecas casi inexistentes que tenía en las mejillas.
Easton entró de golpe a mi cuarto y me saco de mi ensoñación, parecía estar de malas:
-Muy amigo de la bastardita, ¿Eh?-Se recargó en el marco de la puerta.
-No, ¿pero nunca has escuchado de mantener cerca a tus enemigos?
-¿Para tirártela, o para qué?-Me sonrío mi hermano.
-No.-Rodé los ojos.
-Reed, hace rato que la veías parecía que necesitabas un vaso para la baba.-Comenzó a reírse.-Oye, Henry…-Fingió estar hablando con nuestro hermano mayor-¿Recuerdas que a la probable bastardita? Reed se la quiere tirar.
-No jodas, Easton, claro que no, solo no quiero problemas con Ian.-Suspiro.-Estaba muy enojado.
-Ni me lo digas, hermano.-Se sentó en la cama.- ¡YA SÉ!
-¿Qué?-Tomé mi celular de la mesita.
-Lígatela, te la tiras, y luego le dices que todo era un juego.-Me sonríe Easton con malicia.-  Le dices que fue una apuesta entre los hermanos.
-Easton, ves muchas novelas.-Respondí sin quitar la vista de mi celular.
-Ay, Reed sería divertido,  se iría y aparte la bastardita no está de mal ver.
-Pues hazlo tú.
-Reed, obvio aunque soy mucho más guapo que tú, tú eres el chico taciturno y yo el mujeriego, así que es obvio que caería en tus bellas, bellas redes-Easton me sonrío como si fuera una gran idea.
-No, Easton.
-Vamos, Reed, ¿Queríamos deshacernos de ella, no?-Me lanzó una mirada inquisidora.
-Pues sí…pero…
-¿Pero qué? ¿Tienes miedo hermanito?-Le mostré el dedo miedo.-No crees que puedas con ella, ¿verdad?
-Por favor…
-No te crees capaz ¿verdad?-Easton me dedicó una sonrisa burlona.- ¿Tu ego está asustado? Reed Archer, rechazado por una bastardita.
-¡Ya, Easton! Está bien, pero si lo logró me das tu auto.-Sabía que era lo que más le gustaba a mi hermano.
-Bien.-Sonrío con suficiencia.-Es una apuesta, hermano.
-¡EASTON! ¡REED!.-Gritó mi padre desde la planta baja.
-Ah sí, Ian quería hablar con nosotros.-Mi hermano menor se levantó y yo lo seguí.
Los bajamos las escaleras, la apuesta era una idiotez pero era una apuesta, aparte que Josephine fuera tan reservada me tentaba mucho más, iba a ser un gran logró porque esa niña era como una pared, o así se veía.
Entramos al estudio de mi padre quien se veía mucho más tranquilo que en la mañana, nos sentamos en las sillas frente a él.
-Vamos a hablar.-Anunció.
-¿No hay más bastarditas, verdad?-Preguntó Easton viendo su celular.
-Easton.-Advirtió mi padre.-Guarda eso.
-Bien.-Se encogió de hombros y se guardó el celular en el pantalón.
-Chicos, yo sé que tiene casi dos años que perdimos a su madre, y yo los deje un poco porque pensé que no tendría que presionarlos tanto, pero después de todo lo ocurrido esta madrugada y tarde, creó que tienen demasiadas libertades que independientemente de que sean grande o pequeños, no se las merecen, yo les brinde mi confianza porque pensé que ya a esta edad podían pensar un poco en lo que hacían pero como veo que me equivoque, tu.-Miro a mi hermano.-No te voy a devolver el auto hasta que no vea que eres más responsable, y tu- Me vio a mí.-No quiero más peleas, Reed, no creas que soy imbécil y que ese moretón del pómulo te salió solo, no sé qué te pasa pero no te quiero volver a ver golpes porque vamos a hablar muy seriamente.-Le reste importancia.- Y pobre de cualquiera de los dos si los vuelvo a ver borrachos como ayer, o simplemente que beban porque les voy a dar la paliza de su vida, A LOS DOS, pero ahorita puedo estar tranquilo porque no van a salir a ninguna parte hasta que los vea mejor portados, ¿estamos?-Preguntó al final.
-Estamos…-Contestamos al unísono.
-Y con respecto con Josephine...
-Ya salió el peine.-Se quejó Easton 
-Cállate.-Le ordeno mi papá.-Entiendo que no les agrade, que no la quieran y que no les gusta que este aquí pero aquí se quedara porque lo necesita, y si fue mi error que la hayan llevado anoche, esa es mi falta, pero no quiero que le estén faltando al respeto, si quieren ignorarla está bien, pero no quiero groserías. Habló enserio,  a los dos.

1 comentario:

  1. Ves yo también intuyo que esa chica esconde algo en la espera de más

    Terry

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