Demasiado Joven

-No has conseguido nada hoy- Jason no pudo evitar comentar. Roy y él llevaban toda la mañana intentando cazar algo

para el banquete de victoria cuando los adultos regresasen de la batalla, pero hasta el momento no llevaban en lo absoluto lo suficiente como para alimentar a una sola familia... Más habitantes de la villa llevarían comida, esa no era la cuestión, era más bien que Roy estaba demasiado distraído y él jamás fallaba con su arco. De todos los Vikingos de la aldea, Roy era el mejor cazador sin duda alguna. a

-Es sólo...- Roy exhaló pesadamente- Yo sé que no somos tan viejos como Oliver, Bruce, Clark y Hal pero tampoco somos bebés. Es una batalla complicada en contra de un pueblo numeroso y nosotros estamos aquí cazando ardillas y conejos cuando deberíamos estar ayudándolos-

Jason rodó los ojos.

-Eso lo sabes tú y lo sé yo, incluso lo saben ellos, pero se nos ha repetido hasta el cansancio que en al menos algunos años no subiremos a esos barcos ni estaremos en esos campos de batalla- no es que Jason no tuviera voluntad o no fuera perseverante, pero se había dado cuenta, quizás no de la mejor manera, que esa era una batalla perdida al menos con su padre.

-¡Jason!- los interrumpió pronto la voz de Dick.

El muchacho se abstuvo de rodar los ojos, siempre estaba molestando y apresurando los en este tipo de ocasiones

-¿Qué pasa Goldie?-

-Los barcos llegaron- ignoró el apodo, dirigiéndole a su hermano menor una mirada preocupada.

-¿Ya?-

-Sí, ya- lo miró con urgencia- Vamos-

-¿Pero pasó algo?- Roy se apresuró a seguirlos rumbo a la costa.

-No, quiero decir, no sé- ni siquiera él estaba seguro de porqué habían regresado tan pronto a la aldea.

-Cállate, Dick, claro que no- Jason cortó camino por una colina algo empinada pero que llegaba directo al muelle. Puede que hubiera tenido un sinfín de problemas y desacuerdos con el tipo, pero ilógicamente Jason adoraba a su papá, incluso si la mayoría del tiempo el hombre lo hacía sentir como la persona más difícil de amar en todo el mundo.

Roy no lo pensó dos veces antes de ir tras Jason. Sinceramente estaba preocupado, aunque Oliver seguía siendo el mismo guerrero memorable que había conocido hace más de 8 años, el hombre no hacía más que beber cada vez más desde que Dinah lo había dejado, y Roy teMia que algún día esa fuese a ser su perdición en batalla.

Dick maldijo por lo bajo,pero siguió a su hermano y a su amigo colina abajo. Tanta impulsividad junta no podía ser jamás una buena idea.

Oliver, más iracundo de lo que se había sentido en años, arrojó al muelle otro saco del botín que habían logrado conseguir. Había sido una victoria sorpresivamente fácil, aunque los habitantes de la villa enemiga al sur los superaban en número, no poseían en lo absoluto las habilidades estratégicas y de combate que a ellos se les inculcaban desde niños... Sencillamente había sido más complicado la travesía, sobre todo considerando que Dinah sería parte de la flota y que ella y sus guerreros los verían en las costas enemigas... No obstante para lo que nunca hubiera estado preparado es para lo que vio en el campo de batalla...

-Vamos, Oliver, entiendo tu molestia, pero debes agradecer a los dioses que no sucedió ninguna tragedia. Quizás de algún modo que no alcanzamos a comprender, todo esto sea parte de sus planes- trató de tranquilizarlo Bruce, ayudando con el botín.

-Los dioses pueden meterse sus planes por...- fue interrumpido por un repentino impacto contra su costado.

-Sí volviste-

Oliver hizo un esfuerzo sobrehumano por intentar controlar su furia y abrazó al muchacho contra él.

-Siempre vuelvo, ya sabes que me es imposible pasar demasiado tiempo sin saber en que sean metido tu hermano y tú- le besó el cabello, tratando de sacar de su cabeza aquello que lo había hecho enojar tanto.

-Tenemos demasiado que contarte- le sonrió Roy.

-Sí, me imagino... Espera, hijo- lo separó un poco apenas ubicó a su ex esposa entre la multitud. Totalmente ajeno a la mirada de completa confusión en el rostro de Roy, echó a andar hacia la mujer, logrando sostenerle el hombro antes de que ésta se zafase bruscamente.

-¿Pero qué es lo que sucede contigo?-

-¡¿Conmigo?! ¡¿Qué es lo que pasa contigo?! ¡¿Tienes idea de lo que fue para mí encontrarme a mi hija de tan sólo 13 años sosteniendo en sus manos una espada real y un hacha nada menos que en el campo de batalla?!-

-Eso ya no es decisión tuya, dejó de serlo en el momento en que Mia salió conmigo de tu casa- realmente no era casa sólo de Oliver, todo lo que tenían lo habían construido entre los dos, pero Dinah había preferido cederlo antes que ser humillada de nuevo por Oliver y alguno de sus amoríos.

-Por supuesto que es decisión mía si mi hija participa de una invasión-

-Mia está perfectamente entrenada, está más que calificada para una batalla tan sencilla como lo fue ésta-

-Yo…-

-Tú mejor ve a casa a descansar, ya que al parecer quedaste bastante impresionado. Paso a ver a los muchachos en dos horas, antes del banquete-

Jason, quién al instante se había arrojado a los brazos de su padre, no pudo evitar quedarse impactado al divisar a lo lejos a la hermana de Roy bajando de uno de los barcos en armadura y con escudo en mano.

-¿Mia?- inconscientemente se soltó un poco para ver mejor.

-¿Huh?- Bruce volteó a la dirección en que miraba su hijo- Esa jovencita imprudente... Tiene suerte de no ser hija mía, no parece importarle en lo más mínimo toda la angustia que le causó a su padre-

-¿Mia peleó con ustedes?- Dick parecía más indignado que sorprendido. No le ofendía en lo más mínimo qué Mia hubiese tenido la oportunidad de pelear junto con su padre y los demás guerreros de la aldea, sino el hecho de qué Bruce ni siquiera consideraría brindarles a él y a Jason esa misma opción.

-Es perfecta en todo- Jason estaba demasiado cautivado como para notar la mirada de decepción e incredulidad que le dirigían su padre y su hermano.

-Dejando de lado ese comentario tan estúpido, sí, Mia participó en el combate. Me es imposible comprender que Dinah le permitiese hacer semejante cosa siendo tan joven-

-Quizás no es tan joven como tú piensas-

La expresión del hombre se volvió mucho más seria.

-No es algo que vayamos a discutir, Dick, el hecho de que Dinah haya perdido la cordura no significa que es algo que también me pasará a mí- le aclaró- Vamos a casa, quiero ver a tus hermanos y a Alfred... ¡Jason!- lo jaló de la oreja cuando el muchacho no se movió.

-Ya voy- reaccionó al sentir el jalón, y esque sin darse cuenta se había quedado buscando a la chica entre la multitud.

-¿Qué pasó?- Por supuesto que Roy había sentido el impulso de correr abrazar a Dinah tan pronto como la vio, pero se había resistido. No sabía con exactitud de qué se pudiera tratar, pero la expresión en el rostro de su padre había sido indicio suficiente para mantenerse al margen durante la discusión.

Oliver se quedó unos momentos pensándolo, había estado demasiado molesto como para siquiera considerar si era algo que el interesara compartir con su primogénito o todo lo contrario.

-No pasa nada, ya después te contaré- pasó su brazo por los hombros de Roy, echando a andar rumbo a su casa- ¿Ha pasado algo interesante por aquí? ¿Se la han pasado bien tu hermano y tú con tu abuela?- trató de permanecer lo más en calma posible mientras se dirigía a casa e intentaba escuchar con atención lo que le comentaba su hijo mayor, sin embargo el asunto de mi a lo mantenía completamente ensimismado. Tenía pendiente una larga charla con Dinah...