Y al parecer sí entendió. Aunque Leonardo
no parecía muy contento al respecto, había optado por terminar dándole la mano
al Chema todo el camino al súper, y aunque era obvio que no estaba pasándosela
bien, al menos se estaba comportando...
Todavía traía las lágrimas y los mocos
en toda la cara, pero no estaba gritando ni haciendo pataletas.
De cuando en cuando, el niño se medio jalaba, pero muy
disimuladamente.
-Ya estate- el Chema le dio un jalón al brazo del huerco en
una de esas.
-No es justo-
-No te estoy preguntando, Leonardo- ni siquiera lo volteó a
ver y siguió caminando.
-Oye vato, ¿sabes qué?- Rutila partió la lista a la mitad-
Necesito que traigas estas cosas, así terminamos más rápido que ya me cansé-
-Arre pues- agarró el pedazo de papel de mala gana. Si el
Toro y su gente estuvieran ahí, les hubiera dado la lista a ellos, pero con eso
de que Rutila no había querido llamar más la atención… Sólo llevaban al
Pompeyo, y eso porque él llevaba la pañalera y las cosas del Humbertito- Órale,
Leonardo, vamos- le quiso agarrar la mano al chamaco pero éste corrió y se la
dio al Pompeyo- A ver, Leonardo, no estoy para mamadas, ven para…-
-Chema, déjalo con nosotros, total yo traigo la carreola y
el Pompeyo se puede llevar al Leo-
El Chema exhaló pesadamente y se pasó la mano por el rostro.
-Como quieras, ya como te dé la gana- había sido una semana
bastante pesada como para estar batallando con el canijo huerco también.
-¿Sabes qué? Pos sí, como debe de ser- Rutila también andaba
cansada y desvelada de andar cuidando al bebé como para ahora aguantarle
también el mal humor al Chema- Vamos por los pañales, Pompeyo-
-Me lleva la que me trajo…- el Chema refunfuñó tan pronto
como se quedó solo. Ahora como si no tuviera bastante ya, también iba a dormir
en la sala.
El hombre negó con la cabeza y se puso a buscar lo de la
méndiga lista… A ver, a ver,
¿calabazas? El Chema hizo una cara de asco,
guácala, ni de pedo.
-¿Acelgas?- no pudo evitar poner una mueca de repulsión, eso
tampoco lo iba a llevar, ni que estuviera loco.
Mientras leía el resto de la lista, el Chema rodó los ojos y
bufó de malas, esa morra había anotado puro mugrero en la lista del súper, él
ni siquiera sabía escoger berenjenas, ¿qué pedo?
Exhalando pesadamente, se dirigió a la sección de verduras y
se acercó primero a los aguacates… tan sólo para descubrir que todos se veían
iguales y la Rutila le había escrito “5 aguacates maduros.” Se les quedó viendo
un momento e incluso se acercó y tomó algunos, pero era demasiado confuso…
Había unos bastante duros y otros ya bien aguados, caray. Ni idea de cuál
estaba maduro y cuál no.
Después de varios minutos de estarse quemándosela cabeza, al
fin se dio cuenta de que estaba perdiendo el tiempo y se dispuso a irse a
buscar a la Rutila con el rabo entre las patas justo cuando a lo lejos divisó a
una señora ya más grande escogiendo duraznos… Bueno, de seguro se había visto
mucho más pendejo ya antes.
Lo más resignado posible se dirigió a la
mujer y, tratando de aparentar que no estaba del peor humor del mundo, le tocó
el hombro un par de veces para llamar su atención, pero no consiguió más que
hacer a la señora brincar casi 3 metros del susto.
-Perdón, perdón, si no quería asustarla- se apresuró a aclarar mientras observaba la mueca horrorizada de la señora.
-Ay, Diosito, me espantaste, muchacho-
-Perdóneme, señora- repuso enseguida- Si yo nada más me acerqué porque pos quería preguntarle algo...-
-Ay pero semejante susto, si estaba bien distraída-
-Sí, sí, perdón…-
-No, ya no te apures, chamaco. Nomás que con eso de que llegaste así todo silencioso, casi casi como si fueras a asaltar a una...-
-Sí, perdón...-
hasta tratando de acercarse normal espantaba como matón.
-No hay cuidado...- ya qué- A ver, ¿en qué te puedo ayudar?-
-Mire, señora, lo que pasa... Pos es que vine con mi morra a hacer la despensa y... Mire, me encargó varias cosas... Y pos usted lleva el carrito lleno de verduras y yo no sé ni escoger aguacates maduros- cada que abría el hocico se sentía más pendejo, pero pos era la verdad.
-¿Quieres que te ayude a escoger unos aguacates, mijo?-
-Sí por favor y unas remolachas, que yo ni sé cuáles son esas cosas-
La señora se le quedó viendo con una expresión de compasión y lástima antes de dedicarle una leve sonrisa.
-A ver, mijito, pásame la lista, agarra unas bolsas y tráete mi carrito que no puedo dejarlo ahí-
-Sí, doña, yo la sigo- tomó unas bolsas, agarró
el carrito y echó a andar tras la mujer.
*
-No, pos muchas gracias, doñita, por esta
que me salvó. Me cae que si llegaba sin las verduras, hoy dormía en la sala-
-Si no hay de qué, mijito, nomás
acuérdate que los de tallo amarillo están bien, pero verde no ni café, ¿bueno?-
-Ya está, mire- sacó más o menos la mitad
de lo que traía en la billetera- Tome esto para el mandado-
-Muchacho, ¿cómo crees? Si esto es
bastante-
-Pues para el mandado de la otra semana
también. Enserio muchas gracias, doñita- le dio la mano y le sonrió- Gracias de
nuevo y que tenga buen día- echó a andar hacia los quesos.
*
Mientras tanto, puede que el Chema
estuviera de mejor humor, pero el Leonardo no. Quizás se encontraba más
tranquilo, pero no necesariamente más contento… Rutila se sentía más tranquila
desde que el Humbertito se había quedado dormido y el Pompeyo se había ofrecido
a llevar el carrito y a estar al pendiente de Leonardo.
-Ya mero, chaparro, ya casi nos vamos a
la casa-
-Bueno…- masculló ya más apachurrado que
nada. Ese no se sentía como un cumpleaños, sino como un día muy muy feo y
cansado, ya hasta le dolían los pies de tanto caminar, pero ni el Pompeyo ni la
Rutila podían cargarlo, los dos estaban ocupados, y su papá estaba de pesado
ese día.
-Pero ándale, Leo, que vas muy lento- lo
apresuró Rutila, dando vuelta para entrar al área de la panadería, donde ahí sí
el niño se quedó petrificado. Enfrente de él estaban unos mini pasteles justo
como sus favoritos…
Nooooooo, qué maldad!!!! Por qué tan cortito ??!!!!!! Lo estuve esperando ansiosa y ahora a seguir esperando, buaa!!!
ResponderBorrarJejejej... Ojalá y me encontrara yo a alguien que me pague la compra del super! Aunque tal vez me compraría puro dulce de leche y chocolates ! Jaja
Muchas gracias por este hermoso capítulo!!!
Continualo rapidoooo, yo ya quiero saber como terminaaaaa ������
ResponderBorrarPobre Leo si lo van hacer sufrir me parte el alma nadie va a ser cariñoso con ese niño
ResponderBorrarPero estoy de acuerdo con Camila demasiado corto sigue pronto
Terry