-Ay guácala- el muchacho entró a la recámara.
Los dos se despegaron un poco.
-¿Que pasó, morro?- preguntó Rutila.
-¿No viste mis medicinas?- preguntó el adolescente aún
asqueado.
-No te las has tomado?- le preguntó ella.
-Es que no las encuentro- respondió un poco de malas, ya
llevaba rato buscándolas.
-¿Pos qué cuidas, Chema? Ahorita voy a ayudarte a buscar-
-Gracias- dijo Leo.
-Yo las dejé en la mesa- soltó su padre- ¿No te dije?-
-Pues sí, pero no están- le dijo de mala gana Leo.
-¿Cómo que no? No se pueden ir caminando-
-¿Tu hermano dónde está?- le preguntó el Chema.
Leo rodó los ojos.
-En el cuarto- gruñó- Mis medicamentos-
-Ya voy, espérate afuera- le respondió el hombre. Igual se tenía
que medio vestir primero.
Leo suspiro enojado y se salió.
-¿Perdiste las pastillas?- lo vio feo Rutila.
-No mames, neta las deje en la mesa, seguro están ahí-
-Pos vamos, porque ya ves que según esto no están-
-Pos según-
Y es que según el Chema, él las había dejado en la mesa de
la cocina pero aparecieron en el refri justo al lado de las cervezas.
-¿Ya ves que no estaban?- le reclamó Leonardo.
-Bueno, fue un accidente, ten- le pasó las pastillas esas.
-Gracias- dijo enojado, si pendejo no era.
-Quita esa cara, tampoco es como que las haya escondido-
-Pues no, pero tampoco me dices y no soy adivino- fue por un
vaso de agua.
-No me acordaba- volteó con Rutila- ¿Ves? A ti no te habla
en ese tonito- soltó en voz más baja.
-Ya Leo, tampoco te pongas en ese plan, si las medicinas son
tuyas, las tienes que cuidar- le dijo Rutila.
-Pero no es mi culpa- rezongó, o sea en parte sí tenía la
culpa, pero era más del otro.
-Bueno, mía tampoco, y ya mejor tómatelas para que te vayas
a dormir que mañana te levantas temprano- Rutila le soltó un codazo.
-¿Temprano por qué?- frunció el ceño, eso no le gustaba para
nada.
-Porque te voy a meter a la escuela- soltó, pos si ya le
había dicho lo de madrugar...
-¿A la escuela? ¿Estás loco?- soltó enojado, ¿para qué chinchados
quería ir a la escuela?
Al Chema le sacó de onda el tonito insolente.
-¿Y eso qué tiene de malo?- entre ese chamaco y la Rutila
nunca lo terminaban de confundir.
-¡Pues que hueva, no quiero!-
-¿No que querías salir?-
-Pero no a la escuela, no mames-
Le cayó un manazo en la boca.
-Bájale, escuincle majadero este-
-¡Auuuu! Pues yo no quiero!-
-Bueno, ¿y para qué te quiero yo en la méndiga casa todo el
día?-
-Pues no sé, pero ¿para qué quiero ir a la escuela yo?-
-Ya, mira, luego vemos eso- estaba muy bien como para que lo
pusieran de malas a esa hora.
-Pues entonces no tengo que levantarme temprano-
-Ya te dijimos que sí, Leonardo, no vamos a negociar-
-Pues yo ya les dije que no-
-Bueno, ya- igual se iba a despertar.
-¿Ya qué? No me voy a despertar y no voy a ir a ninguna estúpida
escuela- dio media vuelta para irse.
-Sí, que descanses también- rodó los ojos y Rutila le pegó
en el brazo.
-¿No te digo? Primero le sueltas que ya vivimos con ustedes
y ahora lo de la escuela así como si fueran cositas de lo más sin importancia...
Que pedo, Chema-
-Bueno, ¿entonces cómo chingados, Rutila? Tampoco es como
que le vamos a preguntar si quiere ir o no, ¿o sí?-
-Pos no, pero dijiste que ibas a hablar con él de Humbertito
y yo, y tampoco lo hiciste, ¿osea qué pedo? ¿Para cuándo?-
-Pos ahorita subo a hablar con él, pero si se pone como se
puso ahorita y lo agarro a cuerazos, ni me reclames, porque tú viste que antes
ya estaba de majadero- y ahí sí que no le dijera que no.
-Tampoco tú vayas en ese plan, vato-
-Voy a ir lo más tranquilo del mundo, te lo prometo, pero
que no empiece con majaderías como las de hace rato-
-No mames wey, claro que lo va a hacer, es un puberto y
aparte tuyo... Nada más trata de no empeorar el asunto-
-No mames, Rutila, ¿entonces qué pedo?
-Pos no sé, osea nomás quédate tranquilo-
-Ay que fácil, como a ti el escuincle ese no te habla como
me habla a mí-
-Pos ya sé, pero esque también piensa en él, obviamente le
saca de onda que de repente lleguemos a quedarnos. Si de por sí te la pasas
bien compa con el Humbertito cuando lo ves y a él lo tienes a un metro de
distancia, pues imagínate qué se imaginará que va a ser esto-
-Bueno, ¿y qué le digo? Para ti y para él todo lo que digo
está mal o soy un pendejo, es más, seguro si tú le decías hasta se ponía
contento-
-Tampoco empieces, Chema. Si no quieres que te diga nada, ve
tú solo entonces y ya, pero después no me andes preguntando que porqué conmigo
sí quiere estar-
-Es que no es eso, pero pos todo lo que digo está mal, ya no
sé qué hacer-
-¿Quieres que vaya contigo?-
-Sí, mejor-
-Vamos, ándale, pero en tu cuarto porque en el de él está
dormido el Humbertito-
Los dos subieron y le hablaron a Leonardo.
-¿Qué?- preguntó de mal humor entrando al cuarto.
-A ver, Leo, se dice mande y queremos platicar contigo-
Rutila le corrigió.
Leonardo frunció el ceño, ¿y a que jugaban esos dos?
-¿De qué?-
-De dos cosas, pero primero de la escuela-
El muchacho rodó los ojos.
-No planeo ir a la escuela, Rutila-
-Esque no te estamos preguntando, todo mundo tiene que hacer
algo y a los escuincles les toca la escuela- soltó el Chema.
-¿Según quién?-
-Pos que yo sepa, todos estudian o trabajan-
-Además, no termino de creerme que lleves casi un año sin
poner un pie en la escuela- comentó Rutila- Vas a tener que aplicarte para que
no te quieran bajar de año-
-Ya les dije que no-
-Ya te dijimos que sí, Leonardo- el Chema ya le había
avisado también que no era negociable.
-Pues no voy a ir- no quería regresar a la estúpida
escuela.
-¿Por qué no?-
-Pues porque no quiero ir con escuincles pendejos a hacer
nada-
-No pos yo creo que encajarías muy bien- masculló el Chema,
ganando un codazo por parte de Rutila.
-Pues me vale-
-Mira, chamaco, vas a ir y ya. Digo, el Chacortita no se ha
quejado, no creo que esté tan mal-
-Pues no me importa, no me van a obligar, ¿Para qué quiero
ir a una estúpida escuela? Aparte, dijiste que no querías que viera a Victor-
-¿Y me ibas a hacer mucho caso o qué?- para eso sí muy
obediente.
-Pues sí- se cruzó de brazos.
-Seguramente-
-Bueno, Leo, nada más queríamos hablar contigo de esto, pero
la verdad es que no es una opción. Antes tu papá se tardó, pos no te puedes
quedar sin escuela, chamaco-
-Pues no va a pasar- se cruzó de brazos.
-Ni siquiera lo has pensado-
-Porque no quiero.
-Pos nimodo, no siempre se puede lo que uno quiere- el Chema
no le veía el caso a discutir algo que de todos modos iba a pasar.
-Pero...- refunfuñó Leonardo.
-¿Pero qué?-
-Pero es que no es justo... ¿Por qué me tienen que obligar a
algo que yo no quiero y de igual manera no sirve para nada?-
-Déjalo, Rutila, como quiera va a ir-
Leo frunció el ceño.
-Pues ya veremos- se encaminó a la salida.
-Ven para acá-
-No quiero-
El Chema lo regresó del brazo y lo hizo sentarse.
-¿Qué te pasa?-
-Pos te estamos hablando, y ya bájale a las groserías-
-Pues si ya dijeron que ahuevo tengo que ir, ¿pues ya que
quieres que te diga?- se desesperó.
-Es de otra cosa, Leo-
-Mira mijo, a lo mejor fue muy de repente lo de la mudanza
de tu hermanito y Rutila, pero…-
Leo, quien ya no estaba tan de buen humor, sólo rodó los
ojos.
-Ajá-
-Pero pos queremos saber qué opinas-
-¡Todo iba bien hasta que se pusieron de acuerdo para
estarme fastidiando!-
-¿Quieres unas nalgadas o qué?-
-¿No querías mi opinión o cómo?-
-Tu opinión, no rabietas pendejas-
-No es una rabieta, es la verdad-
-No, Rutila no ha hecho nada y te disculpas con ella ya
mismo-
-No le he hecho nada-
-Ofrécele una disculpa por grosero o ahora sí te meto una
chinga-
-¡No hice nada!-
-Uno-
-¡Pero no hice nada!-
-Dos-
-¡Bueno, perdón, ¿bien?!- se levantó enojado.
-Siéntate-
-No, ya déjame. Ya me voy a ir a dormir-
-Leonardo, ya bájale. Estuvimos muy bien todo el día como
para que te pongas así-
-¡Pues yo no quiero ir a la escuela!-
-Te estoy hablando de Rutila y tu hermano, no de eso-
-¡Ya te dije que está bien! ¡Es tu casa, y yo no tengo
problemas con ellos!-
-¡Deja de gritar! ¿Y sabes qué? Córrele a tu cuarto si no
quieres unos cuerazos, órale-
-Pues a eso iba- rodó los ojos enojado
-No tienes porqué ponerte así, Leo-
-Pues yo no quiero a ir a una maldita escuela, no es justo,
y no me importa que el rey de Roma también vaya.
-Pos no, pero no tienes por qué hablarle así a tu papá
tampoco-
-Pues no es justo, no quiero, yo estoy bien aquí, sólo está
buscando maneras de deshacerse de mi- salió enojado de ahí.
-No jodas, nadie dijo
eso- el Chema lo siguió.
-Ya déjame tranquilo-
-Esque yo no sé de dónde sacas esas tonteras-
-Que me dejes, ya me voy a mi cuarto como dijiste-
-Bueno, pos espero que para mañana tengas mejor actitud, y
pobre de ti donde no te levantes-
-Pues no me voy a levantar- todo era muy injusto.
-Tú sabes, o te levantas cuando te diga Rutila o te levanto
yo a cuerazos, la que quieras-
-Sí, sí lo que digas- contestó enojado.
El Chema se contuvo para no voltearle la cara.
-¿Sí viste eso?- le soltó a Rutila cuando se regresó.
-Sí- suspiró Rutila- No salió como esperábamos-
-¿Pos y ahora qué? Me dijo el Chacorta que anduviera detrás
de él, pero pos el huerco no quiere, ya ves que nomás contigo-
-Pos no hay que quitar el dedo del renglón, tú en pie con lo
que dijiste, porque esto si es un berrinche estúpido, así que ahí sí va porque
va-
-Mira, si como quiera ya le cago…-
-Pero por berrinche-
-Sí, pos que se chingue el asunto. Yo ya me voy a acostar
para levantarme mañana-
-Ya cálmate- ledijo Rutila abrazándolo por la cintura.
-Pos este pinche huerco... Te juro que haz de cuenta la
perra de su mamá, que hueva-
-Ya cálmate- le repitió- Vamos a dormirnos, y mañana vemos
qué hacer con el morro-
-Pos nada, digo, que haga caso y si quiere por las buenas,
sino yo ya le di la otra opción- se acostó, total...
-Sí, pues no es como que no sea una buena solución- se metió
también a la cama- Que descanses-
-Tú también- se le pegó disimuladamente.
Me encantó!!!! Aunque me han hecho sufrir con la espera ... Lamento lo de tu celular.
ResponderBorrarPobre Leo!!! Tuve ganas de agarrar una silla y tirársela por la cabeza a Chema por amenazarlo así!!!! Pero me encantó cómo se van amoldando como familia! :-D:-D:-D:-D:-D
Estoy de acuerdo con Camila ese Chema necesita un trasplante de celebró ,no ve que con lo que le dijo que lo hacía por retirarlo de la casa ahí fuese sido una buena oportunidad para decirle que no era por eso que era por su bien y que él lo quería blablabla y se le hubiera quitado el mal humor pero el Chema siempre lo empeora
ResponderBorrarMe gustó el capi