Roy le bostezo en la cara e intento que lo bajara.
-Vamos, será divertido, veremos una de tus películas-
-Pero no
quieroooo- gimoteó Roy.
-¿Por qué no? Sólo inténtalo- le pidió- En verdad me haría
muy feliz si le das una oportunidad-
-¿Y si tú me haces feliz a mí?-
Oliver tan sólo rodó los ojos y sacó su celular con su mano
libre (sí, milagrosamente aún recibía mensajes de texto).
-Ay, Roy, no seas dramático- abrió el aparato y leyó el
mensaje- La cena de mañana en casa de tu abuela se pasó para hoy- sonrió- Y
está invitando a Dinah también-
-Nooo, yo no quiero cenar con ella- se quejó- Bueno... ni
con la otra, con ninguna-
Ya estaban afuera de la sala y Oliver lo bajó, pero lo
sostuvo de la muñeca, agachándose un poco para que sólo Roy escuchase.
-Ellas son amables contigo, Roy, así que por favor
compórtate tú también-
-Moira no es amable conmigo- Roy puso un puchero- Yo no
quiero comportarme...-
Roy lo vio con ojitos de perrito a medio morir, y le beso la
mejilla. Ojala Oliver cayera.
Y cayó...
-Aww- Oliver lo atrapó entre sus brazos y le besó también la
mejilla varias veces- Si, ella no es muy amable con nadie, pero al menos van a
estar Dinah y Thea para hacernos ameno el rato, ¿no crees?-
Roy se abrazó fuerte a Oliver, no pensaba soltarlo ni por un
minuto, no lo iba a compartir con ninguna de esas tres mujeres, Thea le
agradaba, pero aun así su papá era SUYO.
-Pues... bueno- dijo Roy medio resignado.
Oliver sonrió y se quiso levantar para ir a la sala, pero
Roy no lo soltó, así que lo intentó otra vez... y otra y otra.
-Cárgame-
le pidió Roy.
Ollie exhaló pesadamente, pero lo hizo. Entró a la sala y
caminó hasta el sofá, a sabiendas de que iban a ver una película infantil... Al
menos podría sentarse junto a Dinah...
O no... Cuando Ollie dejó a Roy para que se sentara, Oliver
se sentó y Roy se sentó en sus piernas y se abrazó fuerte a él.
-Me quiero dormir- dijo "inocente" viendo a Dinah
y a Oliver.
La sonrisa de Oliver cayó, pero Dinah no pudo evitar reírse
un poco. Oliver le pasó a Roy el brazo por la espalda y se resignó, volteando a
ver a su novia. Al menos estaban los 3 ahí, eso contaba para algo, ¿no?
-Mi madre te invita a cenar hoy en su casa- le sonrió un
poco a la mujer- Nos acompañas, ¿cierto?-
-Claro- aceptó ella. No le encantaba estar en esa lúgubre y
enorme casa, pero al menos le agradaba a Moira y eso no cualquiera.
Oliver se sintió con mucha suerte de estar con alguien como
ella y se acercó para besarla (a pesar de que Dinah había recomendado ir lento
frente a Roy) pero... Roy le mordió el brazo con fuerza, y luego solo miró
hacia la pantalla haciendo como si no hubiera pasado nada.
-¿Qué película veremos, Dinah?-
Oliver dejó salir un efímero gruñido de dolor y volteó a ver
al niño, molesto.
-¡Roy, ¿qué te pasa?!-
-Ya, Ollie, déjalo- le restó importancia Dinah- ¿Qué te
parece 101 Dálmatas?-
-¿Qué te pasa a ti?- frunció el ceño a Oliver antes de
volver su atención a Dinah- Umm... Bueno-
Dinah tomó el control remoto y puso la película. No pasados
los 5 minutos, ella y Oliver ya estaban acercándose gradualmente. Si no podían
ni besarse, al menos acurrucarse sí, ¿no?
Roy pateó
levemente a Dinah.
-Ayyy perdón- se disculpó falsamente- No fue mi intención-
-No pasa nada, cariño, yo tampoco te vi- contestó ella.
Oliver se separó un poco de Dinah más o menos resignado y
quiso mover un poco a Roy en su regazo también para evitar más “accidentes”.
Roy se enojó con Oliver y se quitó de su regazo, poniendo
una barrera entre Dinah y Ollie, pero de brazos cruzados y muy enojado.
-Hum...-
Oliver también se exasperó y se confinó a sí mismo a un
extremo del sofá pero Dinah se mantuvo en donde estaba.
-¿Te gustan los animales, Roy? A mí me gustan mucho los
perros-
-Yo los odio- contestó solo por contradecirla. Si Oliver iba
a ser grosero con él, él no se comportaría.
-Lástima, a mí me regalaban uno pero no tengo espacio en mi
casa, así que...-
-Dinah, no…-
gimoteó Oliver, presintiendo lo
que venía.
-Bueno, yo sólo decía que era una buena idea. Thea y tú son opciones
perfectas-
-¿Opciones para qué?- curioseó Roy.
-Lo que pasa es que necesito a alguien que quiera un perrito
y yo decía que Oliver tiene mucho espacio aquí y Thea en la mansión-
-¡Aww, sí! Dile
que sí, Oliver- le brillaron los ojos.
Oliver gimió para sus adentros...
-Luego vemos eso, ¿de acuerdo?-
-NOOO,
ahorita- insistió Roy.
-Después de la cena ya veremos-
-Noo, ahorita- Dinah se sintió en conflicto.
-Mejor preguntémosle también a Thea, Roy- intervino ella- Y
así puedes ayudarme a decidir si el perrito tendría espacio suficiente allá o
si aquí sería mejor-
-No, yo lo quiero aquí- refunfuñó Roy.
Dinah se acercó y le murmuró "En la noche convencemos a
Ollie, además ya vas a ver que a tu abuela no le agrada la idea del perro."
Oliver, por más que intentó, no pudo escucharla.
-A Oliver tampoco...- se quejó Roy en un intento de sollozo-
Es un amargado, es de familia- lo miró feo.
Eso sí que lo había escuchado.
-¡Claro que no!- se defendió- Es sólo que no entiendo para
qué tener animales cuando hay miles de ellos en las selvas y bosques. Además,
si tenemos una mascota y alguna vez necesitamos comida y no hay, ¿a quién crees
que terminaríamos cocinando?- se quiso explicar, sin reparar en lo cruel que
eso sonaba para un ser humano normal.
A Roy se le critalizaron los ojos y comenzó a llorar
afligido.
-¡Yo no quiero comer perros!- lloró todavía más fuerte y se levantó
de un salto.
Como que en ese momento Oliver sumó 2+2 y entendió lo que
había dicho.
-¡Roy, no quise decirlo así!- se excusó- !No comeremos
perros!-
-Ay Ollie- Dinah se sostuvo la cabeza con ambas manos,
apoyando los codos en las rodillas.
-De seguro te quieres comer a todos los dálmatas- le gritó
Roy muy afligido y se fue de la sala a su cuarto.
Oliver se levantó y se dirigió a la habitación de Roy,
seguido de Dinah. Claro que ella no pensaba dejarlo solo, ¿Qué tal si volvía a
abrir la bocota para mal?
-Roy, creo que me expliqué mal- se justificó en el marco de
la puerta- No dije que me guste comer perros.... sino que los animales son
parte de una cadena alimenticia, no mascotas. Si lo sabré yo que tuve que cazar
en la isla-
Dinah le propino un zape
-!Auch! Pero lo hice...-
-¿Comiste perros?- preguntó Roy incrédulo y se escondió en
sus cobijas- Eres malo, Oliver…-
lloró.
-Perros no, Roy, tranquilo-
Justo cuando Dinah pensaba que las cosas iban bien, Ollie
agregó.
-...Sólo aves, conejos, peces, cerdos, ardillas, ciervos y
cosas así-
Roy soltó un sollozo muy alto y siguió llorando.
-Tampoco quiero comerme a esos animales...-
Roy se sentía confundido, todos los animales que había
mencionado Oliver eran tan lindos, tiernos, mansos, y él abusaba y se los comía.
-No, no quise decir que nos los vayamos a comer, lo juro- Oliver
estaba confundido, ¿en qué momento había implicado eso?
-Roy, lo que Oliver quiso decir es que él no piensa que los
animales encajen bien en una casa fuera de su hábitat pero ya lo convenceremos
de que un perrito sí puede- quiso razonar Dinah
-No, ya no quiero nada. ¿qué tal si se lo come, Oliver?- contestó
sin salir de su cama.
Dinah volteó a ver a Oliver, molesta.
-Dile que no te lo vas a comer-
-Pero eso suena ridículo- objetó él.
-¡Dilo!-
Oliver estaba dispuesto a discutir, pero la expresión de
Dinah lo silenció por completo.
-Bien- farfulló- Roy, juro que no me voy a comer a nadie- le
aseguró.
-¡No te creo nada!- Roy no pensaba salir ahora que estaba
ahí en su cama, era bastante cómoda, y se proponía no salir hasta el día siguiente.
-Es enserio- repitió Oliver- No me comeré a nadie-
-Déjame en paz- le gritó enojado.
-¡Oye, no me hables en ese tono!- se molestó Oliver. ¿Qué
tenía que hacer? ¿Pedir perdón de rodillas por haber cazado para sobrevivir?
-Ollie, no le grites- intervino Dinah- Fue tu comentario el
que lo asustó-
-Pero esque para eso son los animales; ¿tienes hambre? los
cazas y ya-
-¡Claro que no!-
-Bueno, sólo si no hay más comida...- accedió- Pero estos músculos no se hicieron de
fruta, Prettybird-
-¡Vayanse de mi cuarto!- les dijo muy ofendido Roy, lanzándoles
una almohada.
Oliver atrapó la almohada, caminó hasta Roy y le soltó una
pesada palmada.
-No seas
grosero-
-¡AUUUU!-
berreó Roy- Déjame...-
-Oliver, ya basta- lo apoyó Dinah- Mejor discúlpate por tu
comentario tan... fuera de lugar de hace rato-
Oliver la miró como "¿estás hablando enserio?"...
Pero para su mala suerte, sí, y bastante enserio.
-Disculpa, Roy- se rindió- No planeo comer más animales-
Y se abstuvo de agregar "aunque la carne, el pollo y el
pescado que comes son animales, de hecho".
Pero Dinah
no conocía a Roy Harper.
-No te disculpo- le dio la espalda a Oliver y se acomodó en
su cama.
-Bueno, entonces no hay perro- se molestó Oliver. ¿Quién se
creía que era el mocoso? Todavía que se disculpaba y él se dignaba a rechazar
sus palabras.
-Así no te lo comes-
Roy no tenía muchas esperanzas de que su padre lo dejara, no
es como si la idea de su noviecita fuera nueva, él también quería un perro
desde hace mucho.
-Que no me lo iba a comer- le dijo en lo que sonaba a una tensa
y apenas controlada voz.
-Como sea-
-Bueno, ¿te quedas ahí? Porque Dinah y yo vamos a acabar de
ver la película- se hartó Oliver.
Dinah lo miró desaprobatoriamente pero no le dijo nada.
-Adios-
Oliver rodó los ojos y salió de ahí, llevándose a Dinah de
la mano sin darse cuenta de lo feo que ella lo estaba viendo. Lo que menos
necesitaba era rogar perdón a un niño de 7 años por haber tratado de
sobrevivir...
Roy se quedó dormido a los pocos minutos, esa también era la
razón de su sensibilidad, y esque Oliver era muy cabeza dura, pero por lo menos
si se quedaba dormido ya no tendría que ir con Moira.
O eso creía él...
-Roy... Roy, levántate- Oliver sacudió un poco el hombro del niño. Vaya que lo había
sorprendido un poco al quedarse dormido sin siquiera comer más que el desayuno,
pero ya eran las 6 de la tarde y Thea y Moira los esperaban en treinta minutos.
-No quiero...- contestó todavía medio dormido.
Roy seguía en sus sueños adormilado, ni siquiera entendía porque
lo estaban despertando, sólo no se quería despertar, se removió en su cama, se acomodó
en sus cobijas y dio vuelta para ver a Oliver parado frente a su cama, luego cayó
en cuenta del por qué estaba ahí y se volvió a girar rápidamente.
-Vamos, Roy, ya dormiste todo el día y Thea y Dinah nos
esperan-
Dinah había ido a cambiarse a su casa y los vería allá.
-Además parece que Walter va a estar ahí también, quizás eso
ponga a tu abuela de buenas-
-Pero a mí no... Yo no quiero ir- contestó Roy- ¿Para qué voy?
Ni siquiera puedo hacer nada y tú me gritas por todo-
-No seas mentiroso, no te gritó. Además, vas porque va a
haber comida y tú has de tener hambre-
-No, no tengo hambre y no quiero estar con ellos ni contigo-
Ollie se cruzó de brazos, asumiendo que era tan sólo sueño
lo que hacía que Roy se portara así.
-¿Y por qué no? Si es que se puede saber-
-Porque me quitaste de tus piernas- le reclamó.
Oliver se abofeteó mentalmente. No pensó que algo tan sin
importancia fuera a hacer que Roy se molestase. Bueno, al menos no había dicho
"porque comes perros".
-Eso lo hice para evitar problemas con Dinah, Roy, ¿O debo
suponer que no la pateaste? Anda, ya vámonos, te prometo que podrás sentarte
conmigo todo lo que quieras cuando lleguemos- le aseguró sin importarle lo
mucho que Moira seguramente le diría que malcriaba a Roy.
-No la pateé... apropósito, y aun así no quiero ir, me voy a
aburrir- se quejó Roy.
-Pero quedamos en ir- prefirió no profundizar en lo de la
patada- Y Thea se sentirá muy sola si no vamos-
-No me importa- declaró Roy.
-Mira, si vas, yo te llevaré mañana con Diggle y Felicity a
donde entrenamos y te dejaré practicar- lo quiso sobornar. Hasta entonces no le
había enseñado más que algo de combate cuerpo a cuerpo pero sabía que Roy
siempre se le quedaba viendo a las armas y bueno, había algunas casi inofensivas
y sin filo.
-Pero no quiero ir...- contestó gimoteando. No era un no
definitivo- ¿Por qué siempre hacemos todo lo que tú quieres?-
-¿De qué hablas?- apenas contuvo su sonrisa. Al menos Roy no
tendría que cambiarse de ropa...- Siempre termino haciendo lo que tú quieres.
Hoy no fui a la reunión del trabajo y tú no fuiste a la escuela, ¿Si te
acuerdas?-
-No me acuerdo- contestó divertido Roy y se dio media vuelta
para ver a su padre- ¿Y si no vamos?-
-¿Cómo crees? Claro que vamos. No puedo andar faltando a
todo- repuso, echando a andar hacia la puerta.
-¡Pues no faltes!- de repente Roy sonó medio enfadado porque
Oliver lo excluía- Yo si- forcejeó un poco para que lo soltara.
-Tú tampoco- agregó, tomándolo con más fuerza- Somos
familia, Roy, tenemos que ir a los compromisos familiares- remarcó las palabras
"familia" y "familiares" como para que Roy las vinculara
solito- ¿Quieres ir a entrenar o no?-
-No quiero ir- lo mordió de nuevo- Yo no quiero ir porque
Moira no me quiere y no quiero estar ahí, y no me agrada Dinah-
Oliver le soltó una palmada por la mordida.
-Ya cálmate. Dios santo, ya no sé qué tienes. Sueño no puede
ser, aunque bueno, hambre quizás.... El punto es que Moira no es que no te
quiera, sino... que no es muy... amable con nadie… nunca, pero Dinah sí se ha
portado muy bien contigo-
-Pero no me agrada, bájame- le exigió- Puedo caminar solo- contestó
resignado.
Oliver lo bajó, pero lo atrapó de la muñeca, sin dejar de
caminar rumbo a la puerta.
-Van a estar también Thea y Walter, alguno de ellos debe
caerte bien-
Roy lo ignoró por completo, no tenía caso discutir con
Oliver porque de todas maneras él lo obligaría a ir.
Una vez en la Mansión, Oliver entró con sus llaves y se
dirigió directo al comedor. Dinah aún no llegaba, pero el resto de su familia
ya estaba ahí.
-Hola, disculpen la tardanza- los saludó a todos, dándole la
mano a Walter, un beso en la mejilla a su madre y abrazando a Thea.
-Ya, ya, Ollie- se separó Thea de buena gana y se agachó
para abrazar a Roy- Déjame saludar a mi sobrino favorito-
Roy la abrazó sin muchas ganas, pero le sonrió a Thea, y se dejó
abrazobesuquear por ella.
-Qué bueno que nos acompañan, Oliver- comentó Walter, quien
no era muy afecto del niño, pero lo toleraba más que su esposa.
-Sí, Roy y yo también nos alegramos de estar aquí- repuso-
¿No es así, Roy?-
-No- contestó
con sinceridad Roy.
Oliver dijo que tenía que ir, no que tenía que portarse
bien.
Oliver no quiso armar un teatro ahí, pero no pudo evitar la
mirada molesta de su madre. Claro que Thea tenía una sonrisota de oreja a
oreja.
-Bueno, ya era hora de que alguien dijera lo que pensaba- se
rió la joven- No te preocupes, Roy, yo también preferiría vernos en un parque o
en algún lugar así a estar encerrados en una cena "sofisticada"-
Roy le sonrío a Thea y se fue con ella, no quería estar con
Oliver. Dinah llegó a los pocos minutos. Roy la miro feo, tampoco quería estar
con ella.
-Hola Roy, ¿te sientes mejor?- le pregunto amable. Roy la
ignoro por completo y siguió en sus cosas. Dinah suspiro medio incomoda- Hola
Thea-
-Hola- le sonrió ella también- No te preocupes, al principio
siempre es difícil agradarles a los futuros hijos, sino pregúntale a Walter
cómo le fue conmigo- comentó ella, ajena al efecto que el adjetivo
"futuros hijos" tuvo en Roy.
Roy de repente miro feo a Thea, le soltó la mano y se alejó.
El niño se quedó como perdido buscando a donde ir... no sabía a donde caminar,
todos eran desagradables, y sino unos traidores, ¿Futuros hijos? él no quería a
Dinah de "futura mamá," y aparte Thea sabía lo de Oliver y su novia y
no le había dicho nada, ya no se podía confiar en nadie.
Thea se le quedó viendo. No pensó que el comentario fuera a
molestarle... quizás esperara hasta después de cenar para que a Roy se le
bajase el enojo.
-Bueno ¿Qué esperamos? Cenemos- dijo Moira un poco
impaciente e incómoda.
Oliver retiró una silla para que Dianh se sentara y después
se sentó el junto a ella. Quizás ahora sí pudiesen al menos darse la mano o
algo sin que Roy metiera su cuchara. Roy suspiró enojado y buscó el lugar más lejos de su padre
y Dinah.
-Cariño, ¿No te quieres sentar con tu papá?- le ofreció
Dinah.
-No, no quiero- fue lo único que dijo y se sentó junto a
Thea. Ya les comenzaban a servir.
-Sabía que volverías conmigo- canturreó Thea.
-Propongo un brindis por la familia- levantó su copa Walter,
seguido de Thea y gradualmente de los demás adultos.
Roy frunció el ceño y se levantó de la mesa, dejando a los
adultos en su estúpida cena y se salió al jardín.
-Ay Oliver, siempre es lo mismo con ese niño- escupió Moira.
Oliver estaba tan frustrado que no pudo evitar rodarle los
ojos.
-Es un niño pequeño, mamá, acaba de cumplir 7-
-Siempre hay alguna justificación- suspiro pesadamente- Pero
bueno, comamos-
-Yo voy a buscar a Roy- se resignó Oliver, poniéndose de
pie.
-Si quieres puedo pedirle a una de las trabajadoras que lo
llame- ofreció Walter, tratando de calmar a su esposa.
-Yo creo que deberían ir Ollie y mi mamá, Walter- repuso
Thea.
-¿Yo? ¿Y
yo como por qué?- dijo ofendida.
-Pues porque si vas tú- comenzó con una voz y una cara que
gritaban "está más claro que el agua"- Y le ruegas que entre a la
casa, lo va a hacer por el puro gusto de verte suplicando-
-Hazme el favor, claro que no lo haré, Thea, ya tuve
suficiente de los berrinches de ese niño- declaró enojada.
-Bueno, era sólo una idea. Además, no tiene que ser un
berrinche, ¿qué tal si sólo está molesto por lo de Dinah y Ollie? Además, mamá,
que te quede claro que mi sobrino hermoso no hace berrinches, sólo deja en
claro su postura-
-Pues te agradezco las ideas, hijita, pero no iré a buscar a
tu sobrino malcriado- aclaró- Deberías ir tú, ustedes se llevan bien. Quizás le
ayudes a reflexionar su postura-
-Pues claro que iría, pero creo que es Oliver el que le debe
una disculpa- ante la mirada interrogante del hombre, Thea continuó- Por algo
está enojado contigo, ¿no?-
Oliver se le quedó viendo muy serio, pero la verdad es que
hacerse cargo de Roy era trabajo suyo, no de Thea, así que no encontró mucho
para discutirle.
-Por supuesto que yo voy pero no porque me vaya a disculpar,
si ni le he hecho nada- declaró, saliendo al jardín para buscar a Roy.
Moira suspiró pesadamente y mejor se concentró en su comida. Y Diinah sólo estaba algo (muy) incómoda.
-Pues yo quiero pasar las vacaciones con Roy, aun no decido
si traérmelo aquí o irme yo con Ollie- comentó Thea, ante el excesivo silencio.
-Yo creo que un tiempo con tu hermano no te caería mal-
***
Roy se encontraba en el jardín sentado en el pasto. Estaba
aburrido y un poco hambriento, pero todo era mejor que estar adentro con
esos... adultos.
Oliver al fin lo vio y se acercó a él en silencio. No sabía por
qué, pero tenía el presentimiento de que si Roy lo veía, iba a correr. Cuando
estuvo detrás de él, le puso una mano en el hombro, pero con algo de fuerza
para que no se fuera.
Roy se volteo un poco espantado porque no se esperaba la
mano de nadie, y luego lo miro y se volteo de nuevo.
Oliver se sentó a lado suyo. Ya no quería discutir ni que
Roy le hiciera caso sólo porque lo obligaba.
-¿Qué tienes, Roy? ¿Por qué te levantaste de la mesa?-
-Porque... no tengo hambre- contestó Roy- Y porque Thea y tu
son unos traicioneros.
-¿Lo somos?- claro que no lo eran pero quería saber porque
Roy decía eso- ¿Y eso por qué?-
-Porque no me dijeron de tu novia y todo el mundo ya lo
sabía-
Oliver comenzó a acariciar el cabello de Roy con la mano que
antes tenía en su hombro.
-Roy, te lo dijimos y mira cómo estás de que no te cae bien
y ella ni te ha hecho nada- le explicó- Y aparte no queríamos decirte si no
estábamos seguros de que la relación iba enserio. Nos conocemos desde hace mucho,
pero hace tan sólo algunos meses formalizamos las cosas-
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