sábado, 20 de octubre de 2018

Servicios Sociales, capítulo 2


Oliver puso los ojos en blanco, pero también echó a andar hacia la sala de juntas. No le parecía la mejor idea del mundo hacer a Roy entrar con él, pero tampoco quería que se saliera como había amenazado.


Roy enserio estaba de mal humor y quería largarse de ahí, pero claro, a Oliver sólo le importaba su estúpido trabajo, ¿de qué le servía tener una empresa y pagarle a mil idiotas si no podía dedicarle un día a su hijo?

Al entrar, Moira le dirigió una mirada asesina y Oliver sabía perfectamente lo que su madre estaba pensando, ¿cómo se le ocurría llevar a Roy a una junta tan importante? ¿Pues saben qué? No es como si Oliver hubiera tenido otra opción.

Arrastró una de las sillas libres para que quedara junto a su lugar y le hizo una seña a Roy para que se sentara. Roy rodó los ojos y se sentó enojado, luego empezó a jugar con una pluma que estaba ahí.

El resto del día fue bastante largo para ambos, puesto que de una junta seguía otra y al final terminaron saliendo casi a las 8 de la noche. Lo bueno es que una de las secretarías había podido ir a conseguirle a Roy un sándwich a medio día. Igual Roy estaba furioso con Oliver, ahora sí que estaba muriéndose, le mataba la cabeza y estaba más que aburrido. Odiaba estar ahí.

Cuando terminó la última reunión, Oliver se levantó y comenzó a juntar algunos documentos importantes que tenía que dejar en su oficina antes de irse.

-Vámonos que tengo que dejar esto- fue lo único que le dijo. Ahora estaba un poco más calmado pero la verdad es que ni siquiera había podido concentrarse tan bien en los temas de las reuniones por estar pensando en lo que la directora de Roy le había dicho.

Roy rodó los ojos y lo siguió, lo único que quería era largarse de ahí, no podía ni arrepentirse de tanto que le dolía la cabeza. 
Oliver subió un par de pisos para llegar a su oficina y guardó los archivos. Después, con toda la tranquilidad del mundo fue saliendo de ahí. 

Casi lo logra, hasta que en el tercer piso se encontró de frente con su madre, quien lo miraba furiosa.
Roy ahora sí que sabía que iban a salir a las once de la noche de ahí.

-Oliver, ¿qué fue lo que ocurrió, eh?- le preguntó enojada.

-Nada, llamaron de la escuela de Roy para que fuera a recogerlo porque no estaba muy bien- y no era mentira, Roy no estaba nada bien- Y no me dio tiempo de llevarlo a la casa. Saluda a tu abuela, Roy- dijo en parte porque era lo que se hacía por educación y en parte porque sabía que la palabra "abuela" aterraba a la mujer, la hacía sentirse vieja o algo así.

-Hola- fue el saludo seco de Roy.

-Hola- dijo Moira por cortesía- No quiero que se repita-

-Si me llaman para que vaya urgente, no lo puedo posponer por una junta- no quería discutir pero esque era obvio- Sobretodo si es respecto a Roy- duh…

Moira rodó los ojos, ese muchacho era un problema siempre.

-¿Ya nos podemos ir?- preguntó Roy bastante harto.

Oliver exhaló fastidiado, él tampoco había tenido el mejor día.

-Sí, ya nos vamos- le respondió cansado- Adios, mamá, saluda a Thea de nuestra parte-

-Claro, descansen- dijo medio enojada la mujer.

-Adiós- Roy comenzó a caminar, ya estaba harto de estar ahí.

Oliver no se detuvo hasta llegar a su auto.

-¿Qué quieres cenar?- él no tenía nada preparado en casa y a lo mejor Roy tenía hambre también.

-No sé...- respondió, pero moría de hambre- Lo que sea está bien-

Oliver llegó a comprar hamburguesas en un puesto de la calle. Estaba tan hambriento que pidió 2 para el y 3 para Roy, con papás, sodas y todo. No es que ya no estuviera molesto, pero igual no lo iba a dejar con hambre. Las pidió para llevar y regresó al auto tan pronto como le entregaron su orden.

-Si quieres empieza a comer aquí- no le gustaba comer en el auto, pero igual y Roy tenía mucha hambre, ¿no?

-No... Me espero a la casa- respondió Roy, no es que no estuviera muriendo de hambre, pero tenía un poco de asco.

-¿Bajas las cosas por favor?- le pidió medio seco antes de cerrar el portón automático y bajarse a abrir la casa.

Roy no contestó, pero bajo las cosas, y se dirigió a la cocina, sí que estaba muriendo de hambre. Oliver también fue directo a la cocina. Se lavó las manos rápido, se sentó en la mesa y tomó una de las hamburguesas para empezar a comerla en silencio.
Roy también comenzó a comer, sí que tenía muchísima hambre, el sándwich no había sido nada porque era lo único que había comido en todo el día y aparté tenía mucha sed.

-Si quieres sírvete agua o también te compré una soda-

Roy fue por agua primero, eso quitaba la sed, y luego de casi terminar comenzó con la soda.
Oliver siguió comiendo sin decir nada porque no quería empezar a discutir. Al menos así podían cenar en paz.
Cuando Roy terminó, dejó su vaso en el fregadero y se dispuso a salir de la cocina .

-Vete a tu cuarto y espera ahí-

-Voy a bañarme- le respondió a Oliver.

-Igual no te tardes, quiero hablar contigo-

Roy rodó los ojos y no dijo nada, subió al baño y se tardó todo lo que pudo para molestar a Oliver, pero éste ni cuenta se dio porque él también se había tardado mucho comiendo. No quería hablar con Roy porque no sabía ni por dónde empezar.
El muchacho se vistió y se tiró en su cama, tenía que hacer algunas cosas pero estaba muerto de cansancio.
Oliver tocó la puerta y entró a los pocos segundos. No es como si fuera un tipo paciente, de todos modos.
Roy ni siquiera se molestó en moverse, enserio estaba cansado y no quería oír los sermones de Oliver.

-¿Ahora sí me vas a decir en qué rayos pensabas?-

-Ay, Oliver…- suspiró- Pues sólo quería divertirme un rato-

-¡¿Y qué?! No te dí permiso de salir porque ni siquiera estaba. Aparte, ¿alcohol? ¡¿Qué tanto bebiste?! También apestabas a cigarro... ¡Ni siquiera sabía que fumaras!-

-Ay... pues justo por eso, no estabas y me aburría, no bebí tanto... y no fume, pero todos los demás sí. Ya enserio, papá, déjame dormir-

-¡Ese no es el punto! ¿Y cómo está eso de que no es la primera vez que llegas así a la escuela? ¿Qué? ¿Cada que salgo te vas de fiesta?-

-Casi siempre- se sinceró Roy- Pero es tu culpa por dejarme aquí. Y ya déjame dormir-

Eso era descaro...

-Bueno, hasta parece que tú no tienes vergüenza... Lo único que logras con esas estupideces es que ahora tengas que quedarte o con Thea o con mi madre cuando tenga que salir- 

¿Pues que Roy no se daba cuenta de que era peligroso salir de noche solo a esos lugares? Tenía solamente 14 años.

-Pues no es que sean buenas niñeras- respondió Roy-  ¿Ya puedo dormirme?-

-¿No entiendes o qué?- se exasperó un poco- Si sigues haciendo idioteces de este tipo, van a terminar llamando a Servicios Sociales, Roy. Aparte, eres bastante joven para hacer ese tipo de cosas. En todo caso, ¡¿a dónde se supone que vas?! ¡¿Qué tipo de imbécil deja a sus hijos hacer fiestas en su casa entre semana’!- espetó como sí él nunca hubiera ido a una.

-Sí, entiendo, Oliver, ya te dije que no volveré a hacerlo, la siguiente no iré a la escuela, y ya. Sólo déjame dormir-

-No va a haber una siguiente, ya no quiero que vayas a ese tipo de cosas hasta que tengas edad y eso con mi permiso-

Roy rodó los ojos.

-Ya te dije que ya no lo haré-

-Más te vale. Tengo demasiados problemas que atender como para que tú me estés dando más-

-Uy, tú me adoptaste, yo no te dije- le respondió con rabia- Y ya, con un carajo, déjame dormir-

Oliver no le contestó al instante.

-No me refería a eso-

-Como sea, Oliver, ya lo dijiste. Perdón por sacarte de tu junta- respondió enojado.

-Pero no fue eso lo que quise decir. Mira, sí me molesta que hagas ese tipo de cosas- no le sorprendía, pero sí le molestaba- Pero también estoy nervioso, ¿de acuerdo? ¿Qué se supone que haga si deciden que soy tan mal padre que no te conviene vivir aquí?-

-Pues no lo sé, Oliver, no lo hice con esa intención. Esa señora está loca y exagera las cosas-

-Lo que hiciste no fue algo de risa tampoco- repuso molesto de que Roy no le diera importancia- No puedo creer que aproveches cuando no estoy para eso-

-Pues ¿y qué se supone que haga aquí sólo, eh? Ya déjame dormir-

-No lo sé, ¿tarea?- replicó sarcástico.

-Ay Oliver, lo dices como si te hubieras ido dos estúpidas horas. Enserio no sé ni para qué me adoptaste si no tienes tiempo-

-Roy, no me vengas con eso. Tengo que trabajar, ¿sino cómo planeas que vivamos, eh?-

-Ya déjame en paz- se cubrió con una almohada.

-¿Déjame en paz? Ni creas. ¡Se me estaba cayendo la cara de vergüenza en la escuela!-

- ¿Y qué quieres que haga? Ya lo hice, ya no me fastidies-

Oliver exhaló frustrado.

-Eres insoportable-

-Bueno, tú eres el peor papá de la existencia, pero es lo que nos tocó ¿no?-

Eso sí que no se lo esperaba, y tanto su expresión como su silencio lo delató.

A Roy se le cristalizaron los ojos.

-Ya déjame dormir-

Oliver como que se lo pensó un rato, a él sí se le había hecho un nudo en la garganta.

-Como sea- salió de ahí.

Cuando Oliver salió de ahí, a Roy se le escaparon dos lágrimas y azotó la puerta y la cerró con seguro.

Quizás en otro momento Oliver hubiera entrado y comenzado a discutir por eso pero justo entonces no sabía ni con que cara, es decir, sí enserio era tan mal padre, ¿cómo le exigía a Roy que se comportara?
Roy se enojó más porque Oliver no entrara, pero estaba tan cansado que se quedó dormido antes de poder planear como hacerlo enojar.
Oliver, por su parte, no pudo dormir tan bien, aún tenía que revisar unos papeles... Para colmo, del trabajo.

Al día siguiente, Roy no tenía ni intenciones de levantarse ni de comer ni de nada, y menos de hablar con Oliver, pero él en cambio sí tenía que ir a trabajar. Tocó la puerta de Roy como a las 6 y media de la mañana.

- ¡Levántate!-

Roy lo ignoró por completo, estaba loco si pensaba que se iba a levantar tan temprano.

-¡Roy, tengo que irme a trabajar!-

-Pues ya lárgate-

-No te vas a quedar aquí solo, niño; no estás de vacaciones, te suspendieron- entró algo frustrado,

-No me importa, no quiero ir- le dijo.

-No te pregunté, levantate-

-¡Déjame en paz!- le gritó.

-¿No me reclamaste ayer que siempre te dejo solo? Pues vamos, tengo que llegar a la oficina-

-No, no quiero. Lárgate de aquí. Porque aparté soy insoportable ¿no?

-Sí, bueno, no importa porque yo soy el peor papá del mundo y tengo que ir a trabajar para mantenerte a ti- respondió sonando más amargo que mordaz.

-Ah, ¿sí? Pues habla a servicios sociales y diles que me busquen otra familia porque yo soy un problema y tú ya tienes demasiados-
Perfecto, no llevaba ni dos horas de haberse levantado y ya se sentía una mierda. 

-¿Enserio quieres eso?-

-Tú eres el que lo quiere. Dijiste que tienes trabajar para mantenerme y que ya tienes problemas como para que yo te dé más ¿no?- le dijo Roy escondiendo la cara porque otra vez tenía ganas de ponerse a llorar.

Oliver se pasó la mano por el rostro sin saber bien cómo explicarse.

-Sí lo dije, pero a mí no me molesta trabajar porque con eso no te falta nada, Roy. No es que quiera que te vayas para trabajar menos-

-Ya vete, Oliver- Roy empezó a llorar, pero muy bajito para que Oliver no lo escuchara.

-Y lamento haber dicho lo de los problemas, tú no tienes la culpa de que haya estado muy ocupado ayer, supongo que estaba tenso y después enojado también y no me di cuenta de lo que decía-

-Como sea, ya veté. No me saldré-

-Tengo que ir a trabajar y no te vas a quedar en la casa solo-

-¿Y que carajo se supone que yo pinto en tu estúpida oficina?- a Roy se le escapó un leve sollozo.

Oliver ahora sí se sintió muy mal, Roy casi nunca lloraba y de seguro no era por lo de acompañarlo al trabajo. Fue hasta la cama y se sentó junto a él.

-Ayer sí te merecías que te regañara y un castigo, pero también dije cosas que ni eran necesarias ni eran ciertas, Roy. Me alteró un poco lo de servicios sociales. Créeme que lo último que quiero es que te lleven a vivir a otro lado-

Roy comenzó ahora si a llorar muy fuerte.

-Yo tampoco, pero esque estaba aburrido y pensé que sería peor faltar a la escuela-

Si Oliver antes se sintió mal, ahora se sentía del asco. Se recostó un poco junto a Roy y con un brazo lo acercó a él.

-Hijo, esque aunque estés aburrido, aún eres muy joven para ir a ese tipo de cosas, sobretodo en días de clase-

-Ay, esque tú lo dices porque no estás aquí sin hacer nada- le reclamó enojado.

-¿Por qué mejor no invitas amigos a la casa o algo así?- aunque se arrepintió al instante de haberlo dicho porque para Roy eso de seguro significaba hacer fiesta en la casa- De repente hay cosas del trabajo que no puedo dejar para cuando estés de vacaciones, y nimodo que faltes tú a clases cada que sale algo así-

-¿Por qué no? No me gusta estar aquí aburrido o con Thea- no es que no le agradará su tía, pero no era lo mismo.

-Porque serían demasiadas faltas- tuvo que reconocer y acercó más a Roy. No es tampoco que lo hubiera adoptado sabiendo que las cosas iban a pasar así y que él iba a terminar con menos tiempo del necesario, simplemente jamás se imaginó que el niñito que había llevado a su casa fuera a ser un día un adolescente justamente resentido con él por ser un pésimo intento de padre.

-Eso no es justo. No quiero ir a esa escuela ya- eso sonó demasiado infantil, pero era la verdad. Aparte adolescente adolescente no era, más bien puberto.

-¿Por qué no?- Roy nunca antes había mencionado que no le gustara la escuela ni nada.

-Porque no- respondió Roy y a pesar de todo abrazó a su padre.

Oliver también lo abrazó fuerte. Ya iba tarde, pero no importaba a cambio de un abrazo de su hijo, esos últimamente estaban bastante escasos. Le besó la frente y lo siguió sosteniendo cerca.

-Ese no es motivo, Roy, pensé que te gustaba tu escuela-

-No, la directora se mete mucho en lo que no le importa y no me gusta-

Oliver se abstuvo de rodar los ojos.

-Entonces no te gusta por la directora... ¿Con los maestros y tus amigos ahí todo bien?- personalmente, a él tampoco le molestaría tener a su hijo en donde no estuviera advertido con lo de servicios sociales, pero no se trataba de eso tampoco-

-Sí, pero ya no quiero ir- claro que a Roy también le aterraba que lo alejaran de Oliver, y esa señora eso quería.

Oliver comenzó a acariciarle el cabello, teniendo más o menos una idea de lo que Roy pensaba.

-Pero es una buena escuela- buena era poco, era la mejor de Star City y de las mejores del país- Por qué no lo intentas algún tiempo más, es decir, la directora no tiene porqué "meterse" si no le damos motivos-

Roy rodó los ojos, no es que quisiera ser un ángel todo el año.

-Pues no me queda de otra, ¿o sí?-

-No lo creo. Aparte, estás a medio ciclo escolar, no creo que sea tan fácil encontrar una escuela que admita alumnos a estas alturas-

Roy volvió a rodar los ojos.

-Como sea entonces- puso un puchero.

Oliver no se aguantó y lo volvió a apretar fuerte.

-Awww, ¿quién dice que si estás en la pubertad no puedes ser adorable?- le besó la frente.

-¡Papa!- le dijo Roy sonrojándose- No quiero ir a la oficina-

Para entonces, Oliver ya casi se había olvidado de la tediosa oficina. Bueno, ese día sólo tenía un par de reuniones y ya...

-Quizás pueda...- no sabía sí era buena idea, pero decidió ceder un poco- Quizás pueda ir sólo a la junta que tengo en la tarde-

-¿Enserio?- le preguntó Roy medio emocionado, tampoco quería hacerse ilusiones .

-Sí, tendrías que acompañarme, pero sería hasta las 4. Le pediré a alguien que me represente en las demás-

-¿Por qué no me puedo quedar?- preguntó.

-Porque no me parece una buena idea. Aparte estas suspendido, no de vacaciones-

-Papaaa...- gimoteó Roy- Me voy a portar bien-

-Eso espero- sí, ojala se portara bien en la oficina, donde iba a estar-

-¿Entonces sí me puedo quedar?- preguntó.

-No, nunca te dije que sí-

-No voy a ir- le dijo acostándose de nuevo.

-Roy, estoy tratando de acomodar ciertas cosas para poder pasar menos tiempo allá, pero no puedo perder todos los compromisos del día- lo quiso hacer razonar. Él ya estaba cediendo un poco.

-Pero yo tengo que ir- se quejó.

-Pero no va a ser todo el día como ayer-

-Pero no es mi obligación, mejor me quedo aquí-

-No se trata de eso-

-Es que no quiero ir-

Ya sé pero no te vas a quedar solo. Puede ser eso de ir sólo a las 4 y estar ahí unas dos horas o podemos ir todo el día-

-No es justo- se tapó enojado.

-¿No? Porque yo creo que estoy siendo bastante comprensivo contigo, teniendo en cuenta lo de ayer-

-Si me lo vas a estar recordando día y noche, dímelo de una vez-

-No, Roy, pero sí te merecías un castigo y no vayas a decir que no. Yo te lo estoy dejando pasar y además me voy a tomar casi todo el día para no tenerte ahí aburrido en mi oficina, ¿cómo se supone que eso es injusto para tí?-

-Es que, papá, no me gusta ir-

-Ya lo sé, pero son sólo un par de horas-

-Pues ya como sea- respondió Roy.

-No me digas que ya te enojaste conmigo-

-Noooo, pero es que no quiero ir- se quejó.

-Bueno, me conformo con saber que no estás enojado- Oliver se quedó ahí acostado mientras sacaba su celular y comenzaba a escribir un mensaje.

Roy se medio enojó, ya sabía que no lo iba a dejar quedar ahí, pero ya le haría un berrinche cuando se fueran, mientras se dio vuelta para acurrucarse con su papa. Oliver lo acercó y lo rodeó con un brazo, pero siguió con el celular y Roy rodó los ojos

-Es lo mismo estar aquí contigo que en la oficina si estas con el celular-

-Estoy avisando que no voy a ir hasta en la tarde- contestó apoyando la mejilla en la cabeza de Roy y sin poder evitar sentirse un poco mal, ¿en verdad eso pensaba Roy cuando estaban en casa y atendía llamadas de negocios, enviaba mensajes a la oficina o respondía mails del trabajo?- Para que alguien más atienda todos los demás compromisos-

-Está bien- se acurrucó bien en su papa. Estaba tan cansado todavía que no tardó mucho en quedarse dormido.

Oliver ya se había cambiado para ir a la oficina y sabía que de quedarse así la ropa se le iba a arrugar, pero prefirió no moverse, ¿qué tal si despertaba a Roy? Mejor se quedó ahí, dejó el celular en un mueble y decidió que no estaría mal dormir por más tiempo.

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