Caminaba debajo de la lluvia, la verdad es que no sabía ni a donde iba, lo que si sabía es que era lejos, donde en verdad no diera problemas, porque bueno con Bruce y Alfred era lo único que hacía, y eso era horrible, porque ellos eran tan buenos y yo tan… malagradecido y eso no era tan estúpido, ellos me habían recibido tan bien… y yo no lo supe valorar, quizás en un circo pueda conseguir donde dormir, y quizás un poco de comida a cambio de actuar con ellos, ¿Y cómo es que estaba a dos horas de la mansión? Bueno todo comenzó el día que Bruce me dio mi resultado de ciento catorce en el tonto examen que me había hecho presentar por mi mala suerte, hablo con el director y me dejaron presentar el mismo y aburrido examen donde saque todo bien menos uno, aunque yo no me sentía especial por ello, Bruce estaba muy contento y hasta Alfred me felicito, y en la escuela estaban encantados así que en algunas clases como matemáticas me adelantaron dos años, solo en esa y en otra. Yo la verdad es que no quería me daría vergüenza ser todo un nerd, y más porque los chicos más grandes se reirían de mí.
Pero al contrario comencé hablar con un grupito de chicos que siempre me pedían ayuda para entender, y al principio me sentía extraño, aunque ellos eran como los buena onda, porque después todo me empezaron a hablar y demás, en mi salón normal casi no le hablaba a nadie, pero igual tenía unos cuantos amigos, pero los de Matemáticas eran más buena onda, aparte eran mayores que yo y eso me hacía popular y genial… bueno un poco.
Pero todo fue más genial, él día en que los chicos me invitaron a una fiesta, prometiendo que hasta iban a ir chicos mayores, era para mi honor que m invitaron, hasta quise presumírselos a los de mi salón normal, y todos me envidiaban, claro que ese no fue un problema, yo disfrutaba de mi momento de fama, pero Bruce, me puso los pies en la tierra enseguida.
-No puedes ir, Dick.- Estábamos en el estudio, yo terminaba mi tarea y el revisaba unos papeles.
-¿Y por qué no?-Replique enseguida.
-Porque eres muy chico.
-No lo soy, no soy taaaan pequeño y ellos no son tan grandes.
-Sí, si lo eres, hijo, así que no puedes ir, ya crecerás y habrá tiempo de fiestas, y eso veremos.-Declaro Bruce.
-Ya es tiempo, por algo me invitaron ¿no?
-Te invitaron, porque estas en su clase, y los niños de esa clase son más grandes, y ni tanto eh, Richard, así que espero que haya quedado claro lo que dije, ¿de acuerdo?-Suspire, me había dicho Richard ósea que yo ya había perdido, porque decirme así era como una advertencia de que ya no quería hablar sobre el tiempo, yo me quede callado, estaba bastante enojado, porque no era justo, ni siquiera un poco, era muy injusto porque ¿Qué tenía de malo? No estaba enojado, solo frustrado porque yo si quería ir aparte de que ya había presumido a todo el mundo que iría.- ¿Richard? ¿Entendiste?
Estaba a punto de decir que si pero es que enserio quería ir, era de esas veces que quizás me aferraba a las cosas, y aunque sabía que los berrinches jamás funcionaban con Bruce, no me permitía evitarlos y aún así me ponía a hacerlo.
-Es que es muy injusto que no me dejes ir…-Fue lo único que dije.
-No fue lo que te pregunte… ¿Entendiste o no?-Espeto Bruce.
-Es que papá…-Replique.
-¿SI o NO, Richard?-Me repitió, y fue cuando yo explote.
-No, no entendí, no entiendo porque siempre eres así, no tiene nada de malo que vaya a la maldita fiesta, no soy un niño, estoy creciendo y tú no quieres darte cuenta.-Me levante de la silla.
-No me hables así.-Me dijo con su voz tenebrosa de Batman.- escúchame bien, en primer lugar sí, estas creciendo pero no eres bastante grande para ir a una de esas fiestitas, porque es peligroso, ni siquiera conoces bien a los chicos, ni sabes que mañas tendrán, ni sabes si habrá alcohol o hasta drogas, dije que no, y como dices no eres un niño y te doy bastantes BUENAS razones para no ir, y para que NO te deje ir, pero si te pones en ese plan, te voy a dar dos muy buenas, UNA Porque YO lo estoy diciendo, y la segunda Porque si tu si quiera piensas desobedecerme, te juro Richard que te daré la paliza de tu vida, yo intente darte razones que un preadolescente de tu edad puede razonar, y reflexionar y saber que no lo hago por molestarte, no te bastan pues ahí tienes DOS que cualquier niño chiquito haciendo berrinche entiende.-Honestamente sí que la amenaza de Bruce me había asustado, pero también me enfurecía más, ¡NO ERA JUSTO! ¡No soy un niño!
-¡No es justo!-Dije dándole un golpe al escritorio.-No puedes darme esas estúpidas razones, y decir que ya, no se vale decir no porque yo lo digo, no es justo.
-No fue lo que yo te dije Richard, te dije muy buenas, y no solo dije no porque yo digo, ¿No me estas escuchando?
-¡EL QUE JAMAS ESCUCHA ERES TÚ!- Grite furioso saliendo de ahí y azotando la puerta pero no iba en las escaleras, cuando escuché la voz de Bruce.
-Tienes tres para regresar al estudio y terminar tu tarea.-La voz de Bruce sonaba serena, tranquila y tenebrosa, pensé en él, me imaginaba como si trajera su traje de Batman.-Uno…-Yo me le quede mirando medio retador, y sin moverme.-DOS…-Le sostuve la mirada pero al final el gano.
Regrese a sentarme al estúpido estudio, y a terminar mi tarea, ¿Por qué los padres son así? Bueno quizás solo Bruce sea así, quizás todos puedan hacer todas las cosas que a Bruce le parecen idiotas, y que se supone no puedo hacer porque soy muy chico, ¿De qué sirve crecer si de todas maneras siempre voy a ser muy chico?
La verdad es que no sabía si me podía levantar de la silla, o no. Bruce no decía nada y yo no le iba a hablar, porque estaba muy enojado, e indignado, y él ni siquiera me miraba, porque era de esas veces que intentas dejarle claro a la persona que estas enojado, pero esa persona ni te mira.
-Ve a lavarte las manos, y prepárate para cenas.-Por fin me dijo después de diez minutos.
Así transcurrió la semana, no pude pasar toda la semana enojado con Bruce porque era imposible, estuvimos entrenando tranquilos toda la semana, decía que así me iría acostumbrando y no sería tan pesado cuando entrenáramos más intenso. Estaba contento pronto podría ser su compañero, y me dejaría patrullar, y eso enserio que me emocionaba. Claro que no deje de pensar en la fiesta, así que el sábado por la noche, Bruce salió a patrullar, ya era tarde así que Alfred se fue a dormir, se suponía que yo también pero decidí escaparme a la fiesta tome un taxi, y cuando llegué, estaba muy emocionado, pero mientras estuve ahí apenas vi a mis amigos, y no era tan grandioso como había pensado así que cuando dieron las once decidí salir y hacer lo mismo tomar un taxi, pero no encontraba y entonces comencé a caminar, y caminar, y me perdí, estaba asustado en verdad mucho, pero por un momento pensé que me asustaba más llamar a Bruce, así que no lo hice, llegué a un lugar horrible, enserio entonces unos tipos de una fachada horrible, horrible en verdad, se me acercaron, me estaban rodeando y parloteando unas cosas que del miedo no logre escuchar, pero no pasaron ni dos minutos cuando los tipos estaban derribados en el suelo.
-¿Estás bien?-Escuché la voz más aterradora del mundo, pero que en ese momento me alivio. Mire a Batman en toda su altura, y él abrió mucho los ojos.- ¿Dick?-Enseguida cambio su expresión.- ¿Qué demonios haces aquí?-Me gruño en un susurro.
-Yo… bueno…-Tartamudee.
Pero antes de que me pudiera explicar el me tomo por el brazo y me arrastro al batimovil, en el camino no dijo nada, vi el GPS, y note que ya se iba a casa, seguro que me vio y fue casualidad, yo estaba muy nervioso.
-Papá… enserio que…-Intente replicar.
-¿Qué? Richard, ¿Qué te vale desobedecerme?
-No…Es que mira…
-Es que nada. Te dije que no y cuando yo digo que no es no, y lo digo por una razón, no porque te quiera joder la vida, ¿Y si no hubiera estado yo? Porque nada más te digo que fue casualidad, ¿Y si te hubiera pasado algo? –Bruce estaba que echaba chispas.
Y mejor ya no dije nada. Cuando llegamos el mismo se encargo de arrastrarme hasta mi cuarto y sin siquiera darme una orden como siempre y para vergüenza mía me tiro sobre sus rodillas y comenzó a repartir una serie muy fuerte de nalgadas en mi pobre trasero, yo enseguida comencé a llorar, pero no quería replicar sabía que me lo merecía y lo peor es que ni siquiera había valido la pena, Bruce se detuvo un momento, yo pensé enserio que ya no iba a continuar pero luego sentí como de nuevo empezaban a lloverme palmadas, una tras otra tras otra, ya estaba ardiendo más y más, y comencé a moverme.
-Perdón.-Escupí de repente.- ¡me duele! Papá… ya…-Él se detuvo pero no por mucho y no sé cómo se las arreglo para bajarme el pantalón y la ropa interior.- ¡No! ¡Yaaa! Por favor…-Pero no me hizo caso y empezó a repartir palmadas a diestra y siniestra.- ¡AUUU! Ya, ya.
Siguió así no se cuantas palmadas más, solo sé que me di cuenta que ya solo estaba llorando, y Bruce me hizo levantar sin olvidarse de levantarme la ropa.
-No sabes lo irresponsable que fuiste hoy, Richard, en verdad que no se que haría si te pasara algo, hijo, yo creo que me muero, enserio, ¿Cómo te expones de esa manera?-bruce sonaba extraño, hasta pensaba que se iba a poner a llorar como yo, pero no. Solo se levanto y me envolvió en una abrazo muy fuerte, que se sentía medio extraño porque ni siquiera se había quitado el traje de Batman, aún así lo abrace con fuerza, y me sentí muy miserable, y no tanto por el hecho de que me haya castigado, sino porque me sentía tan desagradecido y tan estúpido.
Yo era el injusto…
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