Entre a la casa cerca de las tres y media, a esa hora se suponía que salía de la escuela o eso le dije a Ollie, pero como el ni se preocupa por enterarse de si es cierto o no, pues me daba igual
, siempre me quedaba con unos amigos a fumar, si fumar weed, ya saben hierba, como quieran llamarle, quizás Oliver ya me había dicho que no lo hiciera pero se estaba pendiente unos meses y luego lo olvidaba como ahora ya llevaba tres meses fumando sin que Oliver se enterara, y aunque una parte de mi se enojaba por la poca atención que me prestaba , otra esta satisfecho de poder hacer lo que se me venía en gana, porque pues cualquier adolescente quiere eso, ¿No?
Sabía que Olie no estaba en la casa porque no había visto su auto, entre y solo escuché a los pájaros cantar, sentía un gran alivio de estar solo pero al mismo tiempo una angustia de pensar que a Oliver yo no le preocupaba.
"Como siempre... Tarde." Pensé para mi mismo .
-Bueno quizás me de tiempo de fumar un poco más.-Dije en un balbuceo. Subí rápido a mi cuarto, y me encontré con una desagradable sorpresa.
-Oliee... Pensé que no habías llegado.-de pronto dije, revolví las manos en la sudadera ahí tenía una bolsita con marihuana, y una pipa.
-Si, llegué mucho antes porque la junta se canceló, y decidí darte una sorpresa.-Vaya... Si que me sorprendiste Oliver Queen.
-ah... Bueno, ¿Comemos o qué? -Pregunte, sentí sudor en mis manos frotando la bolsita y la pipa.
-Claro, pero primero quiero que me expliques ¿Qué es esto Roy?-Oliver estaba sentado en la cama con los brazos cruzados y al momento de preguntarme me había enseñado una bolsa bastante grande llena de Marihuana.
-Eh...-Me puse nervioso, y luego recorde, donde estaba.-¿POR QUÉ REVISAS MIS COSAS?
-Mejor cuida tu tono, qué él que esta en problemas eres tu.-Oliver se levanto, y ahí fue cuando me sentí un poco intimidado.-Te hice una pregunta.
-Y yo a ti.-Me defendí.
-¡Contéstame! No estoy para que te hagas el idiota.-Me regaño.
-Pues... Mariahuana papá, ¿Qué no es obvio?-Sabía que estaba tentado mi suerte, pero ya que podía hacer.
-¿obvio? Pero claro, lo que parece que no es obvio para ti es el hecho de que ya habíamos hablado sobre esto, ¿en que quedamos?
-Que no lo haría más...-Rode los ojos.
-Exacto, pero te pasas lo que te digo por el arco del triunfo, pero veras que hoy no se te olvida.-Tragué saliva, vamos aunque Olie fuera súper relajado, daba miedo... Por lo menos a mi.
-Tu no tienes derecho a tocar mis cosas, tan poca confianza me tienes como para aprovecharte en cualquier momento para revisar MIIIIIIS cosas, MIAAAS ¿Si entiendes? Mías, no tuyas no tienes ningún derecho.- Le declare con toda la valentía que podía juntar.
-Yo no estaba revisando tu cosas Roy, estaba guardando unas playeras en tu cajón, y adivina que la encontré, YO SI CONFIÓ EN TI PLENAMENTE, tanto como para ser tan estúpido y creerte que sales a tres y media, mientras sales a la una de la tarde, y te había creído porque tu siempre me reclamas que no te tengo confianza, ¿Para eso quieres mi confianza? ¿para burlarte de mi? Pues no, y ahora si Roy Harper, ahora si no confió en ti, y ahora si me vas a tener atrás de ti.
-Carajo Oliver... ¿y que te importa lo que yo haga? ¿Cuando te diste cuenta? ¿HOY O AYER? porque eso ya tiene un mes y tu no tenías ni una puta idea.
-Si la tenía, dos días después de que me lo dijiste fui por ti a la escuela ¿Y adivina qué? No estabas ¿Por qué? Porque sales más temprano, ¿Crees que soy idiota?
Me aguante las ganas de decir que si, no lo creía pero me daban muchísimas ganas de decirle que si. Me había dejado sin palabras. Yo seguía jugando con las cosas de mi bolsa de enfrente.
-Una mierda Oliver...-susurré al principio -Ya no lo haré, ¿De acuerdo?
-Eso tenlo por seguro ni ganas te van a dar.
Volví a tragar saliva creó que no había visto a Oliver tan enojado en mi vida, o yo no me acordaba.
-Vamos Oliver...-Dije yo.
-Cállate, no te quiero escuchar.-Eso dolió, y se me hizo un nudo en la garganta-Ahora Roy solo te lo digo una vez si tienes más de esta porquería o alguna otra, la quiero YA en el escritorio-El escritorio era el único lugar donde no había tiradero.-Te estoy dando una buena oportunidad para no empeorar tu castigo, así que ya.
Lo único que tenía era lo que había descubierto Olie, y lo que traía en la sudadera, vacile un poco en darle lo que traía en la sudadera pero al final lo deje en el escritorio.
-¿Es todo?-Me pregunto Oliver. Yo asentí.-Bien quítate los pantalones.-Me ordeno de repente.
Yo me quedé helado, no, eso no... Sabía lo que venía y no me gustaba nada, de nada, llevaba por lo menos dos años de haberme olvidado de los castigos de este tipo...
-No... Oliver.-Dije de repente.-Eso no...
-Hazme caso, no estas en derecho de discutir.-Yo no respondí pero tampoco me moví, no quería...-Perfecto, lo hago yo.-Él empezó a acercarse a mi, y cuando vi que sus manos a mi lo detuve.
-Por favor...-Oliver me miro enojado y aventó mis manos y me jalo del pantalón. Cuando sentí que bajo el cierre dije.-Yo...
Me termine de quitar el pantalón y lo tire por ahí.
-Levantalo y ponlo en la silla, por eso tu habitación esta como esta.-Me regaño, ¿Como le importaba eso en estos momentos? Aun asi lo hice y de reojo vi como se sentaba en la cama.-Ay Oliver... Papá, por favor.
-Ven acá o me sacaré el cinturón.-Declaró firme, Oliver eran contadas las ocasiones donde me había pegado con su cinturón, y no había sido lindo. Camine con pies de plomo, avance muy lento o así lo sentí yo, cuando el podía alcanzar mis manos, tomo mi mano derecha y me jalo, y cuando me dí cuenta ya me tenía en sus rodillas, apresando mis piernas con las suyas para que no pudiera patear .
Y comenzó la lluvia de nalgadas, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Ocho. Me las daba con demasiada fuerza, y rápido me empezó a arder, solo quería levantarme, me mordí la sudadera para no gritar... Veinte, veintiuno, veintidós... Ya no iba aguantuar mucho, y es que me estaba pegando muy fuerte.
-AUUUU.-Gemí sin poder evitarlo.
Pero él continuo, y no paraba ya había perdido la cuenta porque solo podía sentir el dolor en mi trasero y el calor que salía de él.
-Auuuu, Papá... Por favor yaaaa, me duele, duelee.-Le pedí, le rogué pero aparte de que él no dijo nada, continuo.
"YAAAAAAAAAA" Gritaba mi yo interno, y fue cuando empecé a llorar, y mucho demasiado, y a rogar que me dejara.
-Duele mucho, muchoo...AUU.-Una, dos, tres, más.-Nooo yaaaa ay, ay, ay, me duelee.
Unas palamadas más tarde yo ya lloraba como si mi vida dependiera de ello, y mi trasero me escocia, me ardia quería sentarme en un balde de agua.
Y cuando menos lo espere Oliver se detuvo, y enseguida me hizo levantar.
-Ve al rincón.-Me ordeno Oliver, no hubo un sermón ni un abrazo ni nada eso solo significaba algo: El castigo no acababa todavía.
Si sabía que rincon, cuando era pequeño siempre me mandaba ahí cuando hacia berrinches, y estaba llorando sin calmarme, la diferencia entre ahora y antes, era que no tenía seis años, que me ardia el trasero, moría por sobarme (Pero solo me ardería más) y que jamás me atrevería a soltar un berrido como lo hacía antes, y no por falta de ganas, sino por las consecuencias que podía llevar eso.
Lloré con fuerza pero intente estar en silencio, no me gustaba estar de cara a la padre, se me hacía estúpido, siempre me había parecido así pero nunca ha sido bueno decir cosas como esas con un Oliver enojado.
-Escucha Roy, voy a revisar todo el cuarto, y si, no me importa que sean tus cosas, lo voy a hacer y si me encuentro otra poca de marihuana, o cualquier droga, vas a regresar a mis rodillas, quieras o no.-Sabía que no esperaba respuesta siempre decía que cuando estaba en ese maldito rincon todo lo que decía era un monologo, ósea que mi opinión le valía una mierda...
No se cuanto tiempo paso, pero solo oía como movía cosas si mi cuarto era un desastre, lo iba a ser más, pero repare en algo ¿Tenía algo más en mi cuarto? Joder... No lo recordaba hasta que de pronto lo recordé, "Happyfest" pensé para mi mismo, si si era droga y seguro que Oliver lo sabría inmediato, porque que pastilla normal era amarilla y con carita feliz, rezaba, rogaba, imploraba que no las encontrara, porque no me había acordado a tiempo, mierda, mierda. Seguía deseando que Oliver no las encontrara peor hoy la suerte no estaba conmigo.
-¿Que demonios es esto?-Pregunto muy enojado, y yo súper que tenía que dar vuelta, y si efectivamente tenía el frasquito transparente con las pastillas.
-Son.. Son happyfest, es algo así como... Una droga nueva.
-Ah mira, ¿Y tenias que probarla no?-Yo negué con la cabeza, la verdad las compre pero se me perdieron.
-Te juro que nunca las he probado.-Dijo nervioso.
-¿y por qué si te di la oportunidad de dármelas no lo hiciste? Sigue sin importarte un carajo lo que te estoy diciendo.-Y acento las pastillas al escritorio, yo me hice un poco para atrás.
-No papá, enserio que no.-El se sento en la cama.
-Ven acá.
-NOOO, NOO, por favor, te lo juro, te juro que había olvidado que las tenía.-Rogué empezando a llorar de nuevo.
-Ven aquí Roy.
-Pero papá... Te juro que no es mentira. -Y era cierto no era mentira.-Ni si quiera las he probado.
-Bueno esto te enseñara a ni siquiera tenerlas.-El se levanto y me arrastro hasta la cama.
-Nooo, nooo...
Pero nada pudo evitar que volviera a sus rodillas, pero ahora fue peor, porque sentí como tomo el elástico de mis boxers.
-Noooo, no no no, así nooo...-Solloze muy fuerte.
Pero ni eso funciono me bajo los boxers y comenzó otra lluvia de palmadas que esta vez no conté solo me dedique a llorar, y a pedir que ya no me pegara, enserio que me dolía mucho...
Cuando se detuvo, yo senti un alivio momentáneo porque el dolor, ardor y escozor seguían ahí, Oliver me hizo levantar y enseguida se levanto y me asfixio en una abrazo, en otra ocasión hubiera puesto algún tipo de resistencia pero no podía, si quería que me abrazara,y me consolará, para que mentirme a mi mismo.
-Escúchame Roy, a mi jamás me ha gustado castigarte, pero esta es una platica que ya habíamos tenido, y no una sino varias veces, yo confió plenamente en ti, pero a veces no me gusta tu actitud, y por supuesto no me gusta que consumas estas porquerías y por tu bien, no quiero que lo vuelvas a hacer, porque esto te va a aparecer que fue un juego.-Me hizo mirarle.-Si te pasa algo juro, juro que me muero, Roy entiende que no hay nada más, importante que tu en mi vida.-Me beso la frente .
-Perdooon.-Me escondí en su pecho.
-Te perdono todas las veces que sean, pero ya no lo hagas más por favor, porque te juro que esto de hoy yo no lo quiero repetir.-Me apresó con más fuerza .
-Te juro que yo tampoco.-Susurré entre sollozos. Y el soltó una risita.
-Pues pórtate bien.-Sentí como me besaba el cabello.-Te amo hijo, muchísimo.
-Y yo a ti.-Le conteste sin quererme soltar.
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